No somos más seguros, sino que otros estados nos rebasaron

**En 1994 se registró la ola de violencia “más grande en la historia reciente del estado”: 234 asesinatos, 56 más que en el 1993.


No somos más seguros, sino que otros estados nos rebasaron

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2014, 18:45 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Hace 20 años, exactamente, entró en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte y fue justamente ese 1994 el que arrojó cifras de incidencia delictiva que, en su momento, llamaron la atención de autoridades, analistas y de la población misma por su inusitado incremento.

En aquel 1994, se registró la ola de violencia “más grande en la historia reciente del estado”: 234 asesinatos, 56 más que en el 1993.

Así se ve de lejos aquel fatídico año ’94, cuando entró en vigor del TLC; se levantó la guerrilla zapatista; murió asesinado el candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio y diversas organizaciones delictivas ya se reagrupaban para quedarse con el control de la plaza de Juárez.

Igual de lejos se ven las cifras: 234 homicidios en todo un año. Hace apenas tres años, la cifra cerró en más de 7 mil homicidios dolosos—datos de la FGE proporcionados a través de su área de transparencia—y hubo meses en los cuales, sólo en Juárez, se registraron más asesinatos que en todo aquel 1994.

Hoy en día, la autoridad estatal festina que redujo sustancialmente sus índices delictivos…con respecto a aquel atípico 2010, pero no hace comparaciones respecto a la situación de hace 10 años, y menos hace 20, cuando México—nos decían—entraba a una era de modernidad y globalización con la puesta en vigor del TLC-AN.

El recién concluido 2013 fue el quinto año consecutivo en el cual el estado de Chihuahua rebasó la cifra de mil homicidios dolosos cometidos, al cerrar noviembre con un total de 1,336 casos, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Esa reducción ha motivado declaraciones de festejo, como el afirmar que Chihuahua “ya no es considerado como uno de los estados con altos índices de inseguridad”, según lo declaró el Fiscal General del Estado, Jorge González Nicolás.

¡Vaya una razón para festejar! Que ya no somos de los más peligrosos porque otros nos rebasaron. Eso sí que es motivo para abrir la bolsa de confeti.

Las condiciones de violencia siguen ahí y no han vuelto a la normalidad desde que ingresamos a la modernidad. Las cifras oficiales están donde están y así lo revelan. Que no tengamos guerrillas armadas apoderándose de presidencias municipales no quita la gravedad del problema. Insistimos y seguiremos en el punto: en materia de inseguridad, no hay nada qué festejar.