No cuenta Juárez con banco de datos de violadores y pedoófilos

La ciudad se encuentra a unos pasos de El Paso Texas a ciudad de EU con mayor número de depredadores sexuales registrados


No cuenta Juárez con banco de datos de violadores y pedoófilos

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2012, 11:13 am

Juárez, Chih.- Ciudad Juárez no cuenta con un registro o historial de ofensores sexuales.

Hace apenas un mes, el homicidio de la jovencita Gabriela Jeanet Ayala causó conmoción social; el padrastro, un sujeto con antecedentes por violación, la había estado violentando sexualmente hasta provocarle la muerte en uno de esos ataques.

Este mismo mes, tres eventos similares salieron a la luz, donde se evidenció la falta de interés por prevenir el delito.

Los ofensores sexuales aquí no tienen ningún historial, no hay un banco de datos de personas convictas por delitos sexuales que permita formar un criterio de evaluación de riesgo basada en las circunstancias personales de esos agresores, dice Victoria Caraveo, con varios años metida en el tema.

A parte, la cercanía con El Paso, Texas, la ciudad de EU con mayor número de depredadores sexuales registrados, hace vulnerable a la sociedad local de ser víctima de estos enfermos, dice la activista, quien explica que no existe ningún mecanismo que regule la entrada al país de estas personas con los antecedentes que poseen.

Las conductas de estos abusadores, si no son exhibidas, tienden a la reincidencia necesariamente, dice la psicoterapeuta Rosalía Delgado, del Centro de Justicia para la Mujeres, quien atiende casos “donde las historias de novelas se quedan cortas”, asegura.

Ninguna agencia gubernamental se ha preocupado en todo este tiempo de implementar un programa que etiquete a los ofensores sexuales con antecedentes y actualice sus datos como empleo, escuela, dirección residencial, entre otros, para que la comunidad tome sus precauciones, de acuerdo a esta investigación periodística.

En la mayoría de los Estados de la Unión Americana, se cuenta con estos registros, donde los ofensores sexuales convictos están obligados a inscribirse y actualizar sus datos cada vez que cambian de domicilio o de trabajo, para que la sociedad los identifique, ya que son de uso público a fin de evitar riesgos.

En El Paso, Texas, hasta el año pasado se tenían registrados 767 ofensores de este tipo, donde la mayoría radican en el área del Centro y las zonas postales que abarcan las calles Lee Treviño, Joe Battle, Yarbrogh, Américas y el área de Socorro, según un reporte oficial.

Los vecinos, pueden identificar fácilmente a estos depredadores sexuales solicitando el dato a la Policía de El Paso, y tomar sus precauciones, aunque a la fecha, 10 de estos abusadores que cometieron actos de violación contra niños, se encuentran prófugos y son buscados al no reportar su estadía, lo que los hace sujetos de penas más severas.

“A Juárez pueden cruzar fácilmente a la hora que quieran, pues perciben impunidad y ya se han presentado varios casos, incluso de agresores sexuales, profesionistas que vienen a ofrecer aquí servicios altruistas”, dice la activista Victoria Caraveo.

Basada en las experiencias de asesoría a víctimas agrega que el depredador no necesariamente actúa en zonas marginadas, sino que busca su confort en parques, iglesias, cines y gimnasios, donde observa las conductas de sus presas y ataca en su oportunidad.

Otros son los padrastros que atacan sexualmente a jovencitas hijas de sus parejas, en donde de cada cien inocentes que les hacen del conocimiento a sus madres de estos eventos, en 80 casos solo les dicen “no es cierto, cállate”, afirma la coordinadora de Madres en Busca de Justicia.

Caraveo es secundada por la psicoterapeuta del Centro de Justicia para Mujeres, Rosalía Delgado, quien distingue por un lado a los depredadores sexuales como los pedófilos, que hacen un patrón de trabajo en su entorno para analizar las conductas de sus víctimas, y por otro a los individuos introvertidos que cometen sus atrocidades dentro de su misma familia, lo cual es muy común, dice.

Estos últimos, aumentan en el verano, donde se dan con frecuencia reuniones entre amigos y familiares con un alto consumo de bebidas alcohólicas que permita al ofensor sexual aprovechar la ocasión, señala la profesionista.

“Casi siempre aquí atacan a niños o niñas por igual, donde por la confianza existente el infante no huye ni se siente agredido, lo que el ofensor aprovecha para tender sus tácticas con juegos como el doctor o las escondidas”, dijo la psicóloga.

Después de la agresión sexual viene la amenaza con hacerle daño a sus padres y hermanos, apuntó.

La experta en atender este tipo de casos señala que en más de la mitad de los eventos de violación sexual intramuros es sabida por la madre de las víctimas, pero prefieren omitir denunciarlos a perder el sostén económico del hogar.

“Atendimos un caso en donde una jovencita nos denunció a su padre biológico seis años después del primer ataque y aseguró que su madre estaba enterada desde el inicio”, indicó la terapeuta.

Otro infante, de 4 años víctima de agresión sexual, nos dibujaba a su padre biológico con dientes afilados… luego supimos que lo interpretaba como un tiburón que “mordía su colita”, relató la psicóloga.

Afortunadamente –dijo- la madre de este niño sí se atrevió a denunciar, y antepuso el amor a sus hijos que al de su pareja, pero este fue un caso entre 30 de los que la madre con conocimiento de causa decide acusar a su pareja.

Este mes algunas de las notas sobre este particular llamaron la atención de la comunidad.

La muerte de Gabriela Jeanet Ayala Paz, de 17 años a manos de su padrastro, fue una de las más conmovedoras, donde al parecer su madre tenía conocimiento de las agresiones.

“Que sirva de ejemplo para todas las madres solteras y se fijen a quién meten a sus casas”, dijo en una entrevista la abuela de la joven victimada, quien pidió cárcel para su propia hija por no haber evitado la tragedia a tiempo.

En otro hecho, del viernes 13 de julio, una jovencita fue asesinada por un drogadicto en las calles Ombú y Geranios tras agredirla sexualmente; la Policía Municipal detuvo al presunto responsable con algunas evidencias y señalamientos de vecinos.

Tres días después, la Policía Municipal detuvo en la colonia Lomas de San José a César Fernando Torres, de 37 años, luego de que se introdujo a un domicilio para tratar de atacar sexualmente a su víctima, a quien realizó tocamientos pero afortunadamente logró correr al exterior y pedir auxilio.

Semanas atrás fueron detenidas cuatro personas por violar a cuatro jovencitas a quienes las dejaron abandonadas en un paraje solitario del Camino Real.

Tras ser investigados, resultó que tenían antecedentes de violación y de homicidio, por el asesinato de la joven Estefanía Valenzuela, encontrada muerta en un terreno de la colonia Francisco Villa apenas el día 12 del mes de julio.

De existir localmente alguna unidad de registro y monitoreo de agresores sexuales, sería más fácil la identificación de todos estos depredadores, ya que su invisibilidad les permitió reincidir en el delito, pero no hay voluntad, luego de 18 años de contar a las víctimas, los resultados son absurdos y ridículos al respecto, dice Victoria Caraveo, asesora de Madres en Busca de Justicia.

No se han seguido los protocolos internacionales que obligan a las autoridades a mantener un registro de datos de depredadores sexuales, aún y con toda la tecnología que existe actualmente, ya no hay pretexto, finalizó la activista.

Miguel Vargas | NorteDigital