Murió el sociólogo Giovanni Sartori a los 92 años de edad

**Ha sido uno de los intelectuales contemporáneos más relevantes en el análisis de las democracias y los sistemas de partidos políticos.


Murió el sociólogo Giovanni Sartori a los 92 años de edad

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2017, 17:22 pm

El comunicólogo y sociólogo Giovanni Sartori falleció el lunes a los 92 años de edad, de acuerdo con el periódico italiano Corriere della Sera.

El italiano Giovanni Sartori publicó más de 30 libros entre los que se encuentran ¿Qué es la democracia?, Homo Videns, La democracia después del comunismo y La Sociedad Multiétnica: Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros.

Giovanni Sartori nació el 13 de mayo de 1924 en Florencia, Italia y estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Florencia.

En una ocasión le preguntaron al profesor Giovanni Sartori, capaz de desplegar en cada respuesta un abrumador repertorio de argumentos e ironía que podían sonar a arrogancia intelectual, si no era demasiado altezzoso (altanero en italiano). Él respondió. “Ciertos personajes son pigmeos. Es inevitable mirarles desde arriba”. Sartori, que murió ayer a los 92 años, se refería principalmente a algunos exponentes de la clase política italiana, de quienes fue gran azote este pensador lúcido y brillante, autor de decenas de ensayos que han cambiado el estudio de la ciencia política.

Nacido en Florencia el 13 de mayo de 1924, ha sido uno de los intelectuales contemporáneos más relevantes en el análisis de las democracias y los sistemas de partidos políticos. Politólogo y sociólogo de mirada corrosiva e insobornable, fue capaz de aportar brillo, humor y, sobre todo, mucha claridad al embrollo legal, social y político de la sociedad italiana. A menudo con refrescante ironía y cierto sarasmo flotando sobre la carga científica que le permitían transitar con elegancia por un pensamiento tradicionalmente áspero.

Sartori fue profesor emérito en la Universidad de Florencia, y a partir de 1976 empezó a enseñar en universidades de Estados Unidos: primero en Stanford y luego en la de Columbia de Nueva York. Se convirtió en uno de los referentes del mundo de la comunicación con sus teorías sobre la influencia de los medios en la sociedad. Sus obras, de una incansable mordacidad y siempre combativas con el poder, han encendido la hoguera mediática y política cada vez que se han publicado. Sucedió con referencias como ¿Qué es la democracia? (1997), con La sociedad multiétnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros (2001) o con el referencial Homo videns: la sociedad teledirigida (1998). En junio de 2015 publicó su último libro, La carrera hacia ninguna parte. Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro (Taurus).

Difícil de clasificar, incluso intelectualmente “extravagante”, como se definió él mismo en el discurso de la entrega de premios de los Príncipe de Asturias, su pensamiento siempre discurrió fuera de los esquemas o convenciones teóricas del establishment intelectual. Laico y crítico con la Iglesia, especialmente por su falta de control en la expansión de la población en los países pobres, fue acercando su mirada y sus tesis al conflicto generado por los crecientes fenómenos migratorios y el Islam, dos de sus últimas obsesiones políticas: muy a menudo polémicas por su pretendida distanciamiento del amable discurso multicultural. “La civilización occidental y el Islam actual son fundamentalmente incompatibles”, sostuvo en una entrevista con este periódico en 2001.

Contestario con el poder italiano de los últimos 20 años —suyos son los términos Porcellum o Matarellum que definen las caóticas leyes electorales italianas—, recibió ayer de este universo los mayores elogios. Puede que el Presidente del Consejo de Ministros, Paolo Gentiloni fuera el más preciso: “Gracias por la ciencia y la inteligencia corrosiva con la cual este estudioso ilustre ha dado mapa y nombre a la política para que pudiera reencontrarse a sí misma”.