Mujer festeja sus 100 años en la Ciudad de México

**Para los 100 años que tiene está muy bien; el único problema que tiene es que no oye bien, pero eso ya lo trae de antaño", dijo Alvírez

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2015, 09:30 am

México, D.F..- Micaela Eleodora Camacho festejó su centésimo cumpleaños en Ciudad de México con una comida y la participación de un trío musical, rodeada por sus compañeros y "muy contenta", contó Alejandra Alvírez, directora de la Casa Hogar Gonzalo Cosío Ducoing.

"Para los 100 años que tiene está muy bien; el único problema que tiene es que no oye bien, pero eso ya lo trae de antaño. Tiene un problema cardiaco. El año pasado nos dio un susto espantoso, tuvimos que llevarla al cardiólogo porque le dio un infarto pero mire, feliz y fascinada, ahorita está bien, muy contenta", dijo Alvírez a Efe.

Explicó que Micaela no deambula sola por la casa hogar, "pero todavía va al baño sola y come sola".

"Es un poco retraída porque no oye, entonces no convive con todos; sin embargo es a la que más queremos porque es una mujer agradecida, muy atenta con todos. Si alguno de sus compañeros está enfermo es la primera que va a verlo, está pendiente de la salud de los demás, o sea que es una señora muy amigable", refirió.

La Casa Hogar Gonzalo Cosío Ducoing, una institución de asistencia privada para adultos mayores de bajos recursos, indicó en un comunicado que Micaela Eleodora Camacho nació en el Estado de México el 3 de julio de 1915.

Fue niñera de la familia Fierros Ventura por dos generaciones, brindando sus servicios por más de 50 años. María José Fierros narra que "Mica" cuidó con rectitud a 8 hermanos, incluyéndola a ella, y era considerada parte de la familia.

Al requerir más cuidados por su avanzada edad, la familia decidió llevarla a la casa hogar, a donde ingresó el 1 de abril de 2010, y la familia Fierros actualmente aporta económicamente a la casa hogar para su atención.

De los ocho hermanos que estuvieron bajo los cuidados de Micaela, es María José Fierros quien le acompaña a sus revisiones médicas periódicas.

"Tener a nuestra nana en un lugar agradable con todos los cuidados es lo menos que podemos hacer por ella. Mica es como mi segunda mamá, ya que reforzó nuestra educación, valores (...). Mica alguna vez nos dijo que ella nos crió como si ella nos hubiera tenido", concluye.