Miles de refugiados atraviesan Austria para llegar a “Almania”

**"Hemos detectado muchos casos de urgencias médicas", dice Walter Grashofer, de la Cruz Roja austríaca


Miles de refugiados atraviesan Austria para llegar a “Almania”

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2015, 16:04 pm

Viena, Austria.- Llegan durante la noche, a pie y agotados: miles de refugiados cruzaron esta mañana el paso fronterizo entre Hungría y Austria, después de haber sido transportados en decenas de autobuses.

Algunos apenas se sostienen en pie mientras tratan de llegar hasta el país alpino. Tienen miedo pero los mantiene con ánimos la esperanza de un futuro mejor.

"¿Qué pasará ahora con nosotros? ¿Nos tenemos que registrar? ¿Tenemos que ir a un centro de acogida?", un hombre joven que se presenta como Yussuf y que procede de Siria expresa lo que muchos de sus compañeros quieren saber en esta mañana lluviosa en Viena.

Muy pocos hablan inglés, pero la mayoría sabe decir claramente adónde quiere llegar: "Almania, Germany". Al parecer, sólo unos pocos pretenden quedarse en Austria.

Al menos son recibidos con los brazos abiertos tras el duro paso por Hungría, donde se vieron obligados a pasar días en la estación de trenes de Budapest sin poder seguir viaje. Varias decenas de voluntarios y cooperantes los ayudan y les indican cómo seguir. "Refugees welcome" (Refugiados, bienvenidos) dice en inglés un cartel ubicado apenas se pasa la frontera con Austria. Después de haber tenido que hacer a pie a lo largo de la autopista el último tramo, a muchos refigiados se les ilumina el rostro al verlo, aunque apenas por unos instantes.

"Hemos detectado muchos casos de urgencias médicas", dice Walter Grashofer, de la Cruz Roja austríaca. "Además, muchos tienen ampollas en los pies, inflamaciones o sufren hipotermia". Llama la atención la gran cantidad de personas que cojea, otros llevan puestos solamente sandalias y pantalones cortos. Y hay numerosas mujeres con niños.

Las fuerzas de rescate están peparadas para atender a hasta 5.000 personas. Como primer paso quieren abastecerlas con lo más básico: reparten té, tostadas, barras de chocolate y agua. Se las atiende en un hall y luego cada media hora parten trenes desde la pequeña estación provincial de Nickelsdorf en dirección a Viena.

Sin embargo, entre los policías se extiende el malestar. "Los húngaros no han organizado nada, una buena cooperación es otra cosa", dice el jefe de policía regional Hans Peter Doskozil. Austria espera la llegada de hasta 10.000 personas, y Hungría anuncia antes del mediodía que después de la operación nocturna ya no habrá más autobuses que transporten a los refugiados porque se trató de una medida aislada y única.

Pero es imposible predecir realmente cuántos acabarán llegando, pues poco después llega otra noticia a Nickelsdorf: la zona de tránsito de la estación de trenes de Budapest vuelve a estar llena de refugiados.