Miguel Cruz, a dos años de su muerte

**Miguel Cruz había dicho en una entrevista para los medios de comunicación: "No me importa morir, estoy haciendo lo justo para mis paisanos, mi lucha es justa".


Miguel Cruz, a dos años de su muerte

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2012, 18:50 pm

Recio en su caminar y firme en sus palabras, necio en sus propósitos y con un espíritu de lucha que pocos tienen. Así avanzaba Miguel Cruz José en una de sus últimas visitas que realizó hacia Chalcatongo de Hidalgo (municipio mixteco), donde se reunió con unos doscientos campesinos que estaban siendo atosigados por un conflicto territorial. Esa tarde, se conmovió hasta la médula por las condiciones de vida de una decena de familias que habían sido despojadas del pueblo vecino, sus casas estaban atadas a unas frágiles ramas y el techo era de plástico, del más endeble. Se habían quedado sin nada, las balas atravesaron sus hogares y apenas pudieron salvarse ellos. Esa tarde dijo que sus paisanos no eran animales para vivir de esa manera y que se encargaría de gestionar materiales para sus viviendas. Poco después logró esa ayuda. Sin embargo, tan solo dos meses después, él yacía sin vida en un vulgar tendajón de la ciudad de Tlaxiaco. La muerte le había llegado por la espalda, justo la tarde del 24 de diciembre del año 2010.

El mismo Miguel Cruz, había dicho antes en una entrevista para los medios de comunicación, -No me importa morir, estoy haciendo lo justo para mis paisanos, mi lucha es justa- no sabía que sus enemigoRecio en su caminar y firme en sus palabras, necio en sus propósitos y con un espíritu de lucha que pocos tienen. Así avanzaba Miguel Cruz José en una de sus últimas visitas que realizó hacia Chalcatongo de Hidalgo (municipio mixteco), donde se reunió con unos doscientos campesinos que estaban siendo atosigados por un conflicto territorial. Esa tarde, se conmovió hasta la médula por las condiciones de vida de una decena de familias que habían sido despojadas del pueblo vecino, sus casas estaban atadas a unas frágiles ramas y el techo era de plástico, del más endeble. Se habían quedado sin nada, las balas atravesaron sus hogares y apenas pudieron salvarse ellos. Esa tarde dijo que sus paisanos no eran animales para vivir de esa manera y que se encargaría de gestionar materiales para sus viviendas. Poco después logró esa ayuda. Sin embargo, tan solo dos meses después, él yacía sin vida en un vulgar tendajón de la ciudad de Tlaxiaco. La muerte le había llegado por la espalda, justo la tarde del 24 de diciembre del año 2010.

El mismo Miguel Cruz, había dicho antes en una entrevista para los medios de comunicación, -No me importa morir, estoy haciendo lo justo para mis paisanos, mi lucha es justa- no sabía que sus enemigoRecio en su caminar y firme en sus palabras, necio en sus propósitos y con un espíritu de lucha que pocos tienen. Así avanzaba Miguel Cruz José en una de sus últimas visitas que realizó hacia Chalcatongo de Hidalgo (municipio mixteco), donde se reunió con unos doscientos campesinos que estaban siendo atosigados por un conflicto territorial. Esa tarde, se conmovió hasta la médula por las condiciones de vida de una decena de familias que habían sido despojadas del pueblo vecino, sus casas estaban atadas a unas frágiles ramas y el techo era de plástico, del más endeble. Se habían quedado sin nada, las balas atravesaron sus hogares y apenas pudieron salvarse ellos. Esa tarde dijo que sus paisanos no eran animales para vivir de esa manera y que se encargaría de gestionar materiales para sus viviendas. Poco después logró esa ayuda. Sin embargo, tan solo dos meses después, él yacía sin vida en un vulgar tendajón de la ciudad de Tlaxiaco. La muerte le había llegado por la espalda, justo la tarde del 24 de diciembre del año 2010.

El mismo Miguel Cruz, había dicho antes en una entrevista para los medios de comunicación, -No me importa morir, estoy haciendo lo justo para mis paisanos, mi lucha es justa- no sabía que sus enemigos, precisamente por esas fechas quizás, estaban planeando su muerte.

Unos meses antes, así como se conmovió de los campesinos que vivían bajo techos de plástico, sintió indignación cuando 39 hombres de la comunidad que lleva por nombre, Buena Vista, Yosoñama, habían sido secuestrados en las inmediaciones de un territorio en conflicto con San Juan Mixtepec, el entonces Presidente Municipal de esa demarcación Leonel Martínez Sánchez, encabezó la arbitraria retención de esos leñadores. Acto seguido, Miguel Cruz José al lado del Movimiento Antorchista, organización de la que era integrante de la Dirección Nacional, se movilizó en la capital y exigió la liberación de los secuestrados, entre ellos habían una decena de menores, que tiempo después confesaron los actos de tortura de los que fueron objeto durante este tiempo que estuvieron en cautiverio.

La situación se tornaba más tensa, pues, el conflicto agrario estaba en su momento más delicado, 38 secuestrados, dos asesinados y un desaparecido daban cuenta de esta situación, además de un plantón indefinido en la entrada del Palacio de Gobierno de Oaxaca exigiendo pronta solución al caso Yosoñama- Mixtepec, y un gobierno que salía de su mandato totalmente cerrado y con oídos sordos al clamor de los demandantes. En Noviembre del 2010, aún se tiene presente, una de las marchas más numerosas de los antorchistas Oaxaqueños. 20 mil almas llenaron las calles y se concentraron en el zócalo, lugar donde también, dijo su último discurso Miguel Cruz, - El antorchismo nacional se une para pedir solución al conflicto y que pare la ola de violencia entre hermanos mixtecos- 30 días después, la tierra de Sabinillo recibía al hombre que estaba transformando, para bien, al pueblo mixteco.

La cuota de sangre

Hoy 24 de diciembre, Gabriel Hernández García, representante estatal del Movimiento Antorchista en Oaxaca, recordó que a finales del 2010 y principios del 2011, fue fatal para varios líderes de diferentes organizaciones sociales, y por ende para las mismas. -Mafias, desconocidas hasta ahora, cuyos fines no podían, ni pueden hasta el día de hoy ser catalogados como morales y lícitos, decidieron terminar con la vida de aquellos a quienes consideraban sus enemigos, La lista de quienes cayeron ejecutados es larga, y está escrita en los medios de comunicación de éste tiempo, dijo.

Los antorchistas también pagamos nuestra cuota de sangre, el 24 de diciembre en la ciudad de Tlaxiaco, un asesino solitario abatió cobardemente a Miguel Cruz José, líder de Antorcha Campesina en la región de la Mixteca, indicó.

A decir del líder estatal desde el momento en que las diferentes instancias y niveles de dirección del Movimiento Antorchista se enteraron del acto, su exigencia ha sido y es, justicia para Miguel Cruz José.

La justicia no ha llegado

Con respecto a las lentas y tardías investigaciones declaró que las hipótesis y líneas de investigación, también han sido y son varias, los antorchistas, que pretendemos ser objetivos, aun incluso en circunstancias desfavorables para nosotros, hemos dicho y exigido que son las instancias correspondientes de impartición de la justicia, las que tienen que dilucidar el crimen, sostuvo Hernández García.

Son las autoridades que imparten justicia quienes tienen que dar cuentas, Sin embargo, y sin intentar demeritar los resultados que las instancias señaladas dictaminen, la verdad es que el asesinato de Miguel Cruz José, tenía, o tuvo (aun sin proponérselo) un ¡Clarísimo tinte político¡ Miguel Cruz José, independientemente de sus defectos personales y errores que pudo haber tenido, era un líder nato, comprometido con el progreso y el desarrollo de miles de campesinos mixtecos, que veían en él, la esperanza de resolver carencias ancestrales. Aseveró.

Destacó que Miguel Cruz José, había nacido en la entraña del pueblo pobre de la Mixteca y les servía a los campesinos de los que provenía. Con esta actitud noble y desinteresada, se había ganado la simpatía de muchísimos mixtecos y se perfilaba como un “peligro” para los intereses de grupos y partidos convenencieros, a quienes había y estaba desplazando.

 No convenía a muchos, ni en la Mixteca ni en el Estado, por lo tanto, repito, aunque no hubiese sido así, les convenía que Miguel Cruz José desapareciera y así lo ejecutaron-.

No mueren sus ideales

Los miles de antorchistas oaxaqueños han señalado que las demandas que Miguel Cruz emprendió, seguirán, -sus asesinos materiales e intelectuales se equivocaron, el antorchismo no ha desaparecido y sigue tan pujante, o más incluso que cuando Miguel Cruz José lo dirigía. Los asesinos de Miguel Cruz José, no entendieron ni entienden, que la lucha y el éxito de Antorcha, Campesina, no dependen de un solo individuo, sino que es una necesidad histórica en las circunstancias actuales de México y que por lo tanto no podrán acabar con ella, aun cuando ocurrieran casos más graves, dijo Gabriel Hernández en el acto de aniversario de éste líder mixteco.

Los antorchistas no tenemos oficios de mártires, eso no va con nuestra filosofía, y precisamente por eso, porque queremos evitar más crímenes, le hemos exigido a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y al gobierno del Lic. Gabino Cué, que se evite la impunidad, pues ésta genera más, y más crímenes, y a que la sociedad se convulsione entrando en una espiral de violencia cada vez más aguda y peligrosa. Sentenció.

Exigimos justicia

Luis Santiago Ramírez, representante de Antorcha Campesina en Huajuapan de León, aseguró que el crimen de Miguel Cruz José sigue en la impunidad por la falta de respuestas y compromiso de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Indicó que las investigaciones se estancaron en 2011 y archivado en 2012, a pesar de las movilizaciones y manifestaciones para exigir al procurador del estado, Manuel de Jesús López López, respuestas para castigar a los autores materiales e intelectuales del asesinato.

Por su parte, Gabriel Hernández García, enfatizó en que, el actual gobierno debe esforzarse por hacer justicia y tratar de cumplir, en éste sentido, las promesas y expectativas que levantó en la sociedad oaxaqueña. De otra manera sólo habrá sido más de lo mismo, y nunca el “gobierno del cambio” que se prometió. Los antorchistas no estamos pidiendo nada extraordinario, sino la más estricta y elemental justicia a la que todos tenemos derecho.

Noventa por ciento de avances

La procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca que dirige Manuel De Jesús López López, indicó que los avances son del 90 por ciento, y que tan solo están en espera de algunos resultados para presentar a los culpables, dijo que es un caso concreto y que lleva avances significativos.

Mientras los antorchistas se preparan para una serie de movilizaciones en el mes de enero, done la principal demanda será el esclarecimiento de éste crimen y la solución del conflicto agrario entre Santo Domingo Yosoñama y Mixtepec.

El Dato

Miguel Cruz, nació en Sabinillo Ñumí, el 10 de agosto de 1965, realizó sus primeros estudios en su comunidad y fue acribillado el 24 de diciembre del año 2010 en Tlaxiaco.