“Más posgrados, menos diputados”, corean en la Marcha por la Ciencia

**Fue un contingente pequeño, pero significativo, que salió del Ángel hasta el Zócalo. Los investigadores mexicanos ya no quieren hacer ciencia de primer mundo, con presupuestos de tercer mundo.


“Más posgrados, menos diputados”, corean en la Marcha por la Ciencia

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2019, 14:44 pm

La Crónica de Hoy

Los investigadores mexicanos ya no quieren hacer ciencia de primer mundo, con presupuestos de tercer mundo. Tampoco quieren que en sus laboratorios se tengan que usar botellas de plástico porque no hay dinero para matraces de vidrio. Pero, sobre todo, ya no quieren que las decisiones del país se sigan tomando basadas en ideologías, en lugar de considerar los datos y evidencias que ellos generan con estudios y experimentos.

Éstas fueron algunas de las ideas que se expresaron ayer en la movilización de investigadores y estudiantes en la Marcha por la Ciencia, que se desplazó por la zona central de la Ciudad de México: desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo.

El contingente fue pequeño, pero muy significativo. La manifestación inició con trescientas personas y concluyó con 600 participantes, pero un ojo bien entrenado podría distinguir a algunas de las mentes más brillantes de este país como el biólogo evolucionista Antonio Lazcano o el físico líder del equipo mexicano que trabaja en el acelerador de partículas, en Ginebra, Suiza, Gerardo Herrera Corral; ambos ganadores del Premio Crónica.

También apoyó a esta expresión pública el famoso biólogo Rodrigo Medellín, experto en murciélagos y conocido como “el Batman mexicano”, y más adelante se podía mirar también a la joven doctora en química, Ana Sofía Varela, recientemente galardonada por la UNESCO, en París, como una de las 15 científicas jóvenes más esperanzadoras del mundo por sus trabajos para transformar y aprovechar el dióxido de carbono (CO2)

Cada persona presente contenía una historia: algunos combaten enfermedades como el cáncer cervicouterino; otros trabajan con altas energías; un poco más allá estaban los expertos en matemáticas y entre ellos los que excavan y rescatan pirámides y los que salvan ecosistemas.

Más de 15 instituciones de educación superior e investigación estuvieron representadas: la UNAM; el Politécnico Nacional; el Cinvestav, la UAM; los Institutos Nacionales de Salud; el INAH, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua; el de Investigaciones Nucleares; el de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Entre los estudiantes también había jóvenes de instituciones privadas como la Universidad del Valle de México y la Universidad Iberoamericana. También se vieron cosas inéditas, como el contingente de Científicos Gay.

¡Más posgrados, menos diputados!¡Más doctores, menos senadores!, iban gritando los científicos por la avenida Paseo de la Reforma bajo la sombra de las estatuas de los héroes del movimiento de Reforma, del siglo XIX, y la impresión que causaban en la gente era grande, pues cientos de teléfonos celulares se encendían para fotografiarlos y hacer transmisiones en vivo de Facebook para contar que los científicos —muchos de ellos vestidos con batas— estaban marchando por las calles de la Ciudad de México.

La movilización no fue corporativa, fue de individuos que acudieron sin que líderes o camaradas los presionaran. Sólo un grupo articulado se destacaba y organizaba la logística: los integrantes del Movimiento por la Ciencia, que es el grupo que nació hace tres años para invitar y reunir a las personas que trabajan por la ciencia en este país y buscar ser visibles a través de la Marcha por la Ciencia.

“¡México, escucha. La ciencia está en la lucha!”, fue el grito que sonó con más potencia en uno de los tramos más cargados de historia de este país, la calle 5 de mayo, entre el Palacio de Bellas Arts y la Catedral Metropolitana, donde muchos comerciantes, turistas nacionales y extranjeros detenían su desplazamiento para fotografiar y comentar la marcha.

“Buscamos que la sociedad se involucre más en la ciencia y buscamos que las decisiones que afectan a la ciencia pasen por un proceso democrático”, expresaron los integrantes del Movimiento por la Ciencia al arrancar la marcha.

Ya en el Zócalo, la Marcha por la Ciencia se encontró con otro contingente masivo, la marcha por la legalización de la mariguana, pero ambos grupos se respetaron y acompañaron. Al llegar al templete, el Movimiento por la Ciencia explicó su pliego petitorio de 20 puntos en el que se pide, entre otras cosas, seguridad laboral y apoyo financiero verdadero hacia la investigación, pero, sobre todo, se pidió que la ciencia sea usada para resolver los problemas de México.