Manuelito regresa a clases, pero sin la beca prometida

**El niño maltratado por un inspector del ayuntamiento de Villahermosa, había recibido la promesa de parte del propio alcalde, de que le iba a dar una beca escolar.

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2013, 09:09 am

Feliciano Díaz, el niño maltratado por un inspector del ayuntamiento de Villahermosa, regresó a la escuela, pero sin la beca que prometió el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, mientras que en su casa, en el poblado Yut Osil, su madre Andrea Díaz Pérez, aún espera la papelería y fotocopiadora que el DIF nacional le daría.

“Manuelito”, como se le conoció a Feliciano, regresó a la escuela Josefa Ortiz de Domínguez, en la comunidad El Romerillo, para cursar el quinto año de primaria. A su retorno de Villahermosa dejó de ser el niño callado y solitario, ahora es alegre y famoso, la mayoría de sus compañeros saben lo que le ocurrió en la Zona Luz, cuando un inspector le quitó sus dulces que vendía.

Ahora Feliciano y su madre sobreviven con algo más de 20 mil pesos que recibieron de funcionarios de Tabasco y Chiapas, además, de los recursos que aportó una televisora de la capital de país, después que fueron presentados en un reality show, el 30 de julio, dos días después que el niño fue entregado a su madre, en Villahermosa, Tabasco.

Ese mismo día, funcionarios del DIF prometieron a Andrea que por instrucciones de la presidenta del organismo, Angélica Rivera, le sería entregada una fotocopiadora y se le suministraría material de papelería para que instalara un negocio en el paraje chiapaneco de Yut Osil.

Desde entonces, Andrea, de 28 años, no ha sabido nada del proyecto.

“El DIF cumplirá”

El DIF nacional dio a conocer que está en preparativos para la entrega de la papelería que Angélica Rivera de Peña instruyó se le diera a la familia del niño tzotzil.

Jesús Antón de la Concha, oficial mayor del DIF nacional, informó que se han destinado 40 mil pesos para la parte de la papelería, pero aún no se tiene el monto que hace falta.

Aclaró que fueron los padres de Feliciano quienes externaron su deseo de tener una papelería, debido a que, en el lugar donde viven, tienen cerca la preparatoria de San Juan Chamula, Chiapas.