Los priistas rancios no entienden las lecciones que da el pueblo

**Nos encontramos ante un gobierno represor, altanero, soberbio y miope, al que no le interesa trabajar por su pueblo, un gobierno que pone en primer lugar su soberbia y vanidad, es decir un gobierno dictatorial, que quiere hacer valer sus caprichos.


Los priistas rancios no entienden las lecciones que da el pueblo

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2018, 21:00 pm

Por Eleusis Córdova Morán/
Dirigente del Movimiento Antorchista
en la Mixteca Poblana

Ignoro, al momento de pergeñar estas líneas, si el gobierno de Hidalgo ya está dialogando, si ya intervino ante autoridades menores, o ya resolvió los problemas que los antorchistas de Hidalgo confrontan y cuya obligación ineludible de resolverlos corresponde al Gobierno del estado. De cualquier manera no creo que salga sobrando que conozcan algunas ideas, aunque sea simplonas, de cómo vemos el actuar de ese Gobierno, qué opinión nos merece su política represiva y qué puede esperar del pueblo que lo eligió. No creo que no lo sepan, pero no está por demás recordárselo. De algo puede servir.

Como todo mundo sabe, el Gobierno de Hidalgo es un gobierno emanado del PRI, partido que en las pasadas elecciones federales fue materialmente arrasado por MORENA, lo que demuestra una inconformidad ciudadana contra la manera de ejercer el poder por los “priistas”; en concreto, en contra del Gobierno de Omar Fayad. ¿No es motivo suficiente para enmendar de inmediato la forma de gobernar, para tener esperanza de recuperar el terreno perdido? Muy por el contrario, han acentuado su política represiva en contra del Movimiento Antorchista, que fue la única organización que permaneció fiel y firme cumpliendo su palabra empeñada. Para el gobierno de Hidalgo eso no importa.

En Huejutla fueron encarcelados tres compañeros por el grave delito de ejercer su derecho a protestar pacífica y ordenadamente en la búsqueda de solución a sus muy añejos problemas. Junto con ello, se ha desatado una campaña de linchamiento en contra de la dirigente histórica del Movimiento Antorchista en la región de la Huasteca Hidalguense, Evelia Bautista, acusándola de pasearse en vehículos de lujo. Todo orquestado por el gobierno.

Es necesario dejar claro que la utilización de vehículos que proporcionen seguridad a los dirigentes, y a la base la tranquilidad de saber que nuestros guías saldrán y regresarán con bien a sus lugares de trabajo, no es un lujo, es una herramienta de trabajo necesaria para el buen desempeño de sus labores. No encontrarán en el Movimiento Antorchista terreno fértil para estas calumnias. Nosotros sabemos qué carros tienen nuestros dirigentes y estamos de acuerdo –muy de acuerdo– y colaboramos con gusto para proporcionarles eso y más que necesiten, para que nos lleven por el camino de la lucha con eficacia en la defensa de nuestros derechos pisoteados por aprendices de dictadores.

La presidenta municipal de Pachuca se niega a atender a nuestros compañeros, quienes se encuentran en plantón desde hace casi cuatro meses.

¿Por qué estamos ahí? Porque la señora, igual que el gobernador, se sienten dueños de los recursos estatales y federales y, por lo tanto, consideran su “derecho” aplicarlos donde ellos quieran, a la hora que quieran y lo que menos quieren es atender las necesidades de los pobres de Hidalgo. Por tanto, nuestra protesta no sólo es justa, es necesaria para lograr doblegar la soberbia y vanidad de funcionarios hitlerianos.

Por último, el grupo parlamentario de Antorcha logró que se etiquetaran 61.3 millones de pesos para la realización de obras que el Movimiento Antorchista comprobó como urgentes y necesarias ante la Federación. Pues bien, el gobernador de Hidalgo se opone terminantemente a aplicar dichos recursos porque le tiene odio visceral al Movimiento Antorchista.

La tardanza de la liberación de dichos recursos, por un lado, le redituó grandes intereses bancarios al gobierno y, por el otro lado, dejan sentir al pueblo su “poder”, tratando de crear en la ciudadanía la idea de que no deben oponerse a “papá gobierno”.

Nos encontramos, pues, ante un gobierno represor, altanero, soberbio y miope, al que no le interesa trabajar por su pueblo, un gobierno que pone en primer lugar su soberbia y vanidad, es decir un gobierno dictatorial, que quiere hacer valer sus caprichos, aunque para ello deje en el abandono, en el atraso y en la miseria al pueblo que lo eligió. Un gobierno con una conducta así, es la explicación, aunque no única, del rechazo que en las urnas recibió Omar Fayad y corifeos. ¿Para qué quiere enemigos el PRI, si con los de adentro basta?

¿Qué hacer? Seguiremos luchando, nada ni nadie nos detendrá. Seguiremos organizando al pueblo para que, de una vez por todas, tome el poder y lo utilice en favor del pueblo mismo. En esta tarea ni un paso atrás.