Los obispos alemanes aceptan la píldora del día después en caso de violaciones

Los prelados dicen que la víctimas deben recibir “atención humana, médica, psicológica y espiritual”


Los obispos alemanes aceptan la píldora del día después en caso de violaciones

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2013, 07:09 am

Los obispos católicos alemanes aprueban la administración de la llamada píldora del día siguiente a mujeres que hayan sufrido una violación. Consideran que los nuevos preparados farmacéuticos permiten un uso preventivo durante las primeras horas anteriores a la fecundación. La Iglesia solo admite las que “tengan un efecto preservativo, no abortivo”. Las víctimas de una violación deben recibir, según los obispos, “atención humana, médica, psicológica y espiritual”, durante la cual podrán decidir si quieren tomar la píldora. La decisión, anunciada tras una conferencia de tres días en la ciudad alemana de Tréveris, sigue la disposición del arzobispo de Colonia Joachim Meisner, que ya había permitido la administración de la píldora en los hospitales católicos de su diócesis.

A su vez, la decisión del cardenal Meisner vino precedida de una considerable controversia en la región renana, donde dos clínicas pertenecientes a sendas fundaciones católicas rechazaron, el pasado diciembre, administrar la píldora a una joven de 25 años que había sido drogada y probablemente violada. Una médico de urgencias le había recetado el medicamento y la había enviado a estos hospitales. Sus gerentes se lo negaron y además, rechazaron la petición de asegurar las posibles pruebas de que había sido violada. Adujeron que no podían tratar a una mujer tras un ataque sexual porque, en caso de embarazo, el informe médico de dicho tratamiento podría servir para justificar el aborto legal de la mujer violada. La doctrina de la Iglesia prohíbe cualquier interrupción voluntaria del embarazo. La joven tuvo que buscarse un tercer hospital para recibir tratamiento.

Según el presidente de la Conferencia Episcopal alemana Robert Zollitsch, este cambio de parecer se aprobó “por unanimidad”. Zollitsch, arzobispo de Friburgo, advirtió de que la píldora no debe ser utilizada como método anticonceptivo, sino como remedio en una situación extrema. Según dijo el jueves tras reunirse con sus colegas de toda Alemania, los avances médicos permiten usar píldoras que no provocan el aborto, sino que únicamente impiden la fecundación. El Arzobispo pidió a los obispos alemanes que informen de los cambios a los médicos de sus diócesis.

La decisión se tomó por unanimidad tras una conferencia de tres días

Ya el precedente del arzobispo Meisner en Colonia, anunciado el 31 de enero, había provocado sorpresa entre los católicos. Hubo cierta confusión sobre si Meisner había obtenido o no el permiso del Papa saliente. Georg Gänswein, el secretario pontificio famoso por salir en las revistas de moda, desmintió que Benedicto XVI hubiera dado su visto bueno a la medida. Según recogía el miércoles el diario de Colonia Kölner Stadt-Anzeiger, Gänswein escribió en un e-mail que el arzobispo Meisner había dicho cosas que “no son verdad”. Acusado así de mentir, aclaró que había tratado el asunto con “la Congregación para la Doctrina de la Fe y con la Academia Pontificia para la Vida”.

La decisión de los obispos tiene base ginecológica. Las píldoras del día siguiente llevan un componente activo que impide la fecundación del gameto femenino al evitar la ovulación durante un plazo máximo de 120 horas. Así se evita el embarazo. La Iglesia católica considera que la vida empieza en el mismo momento de la fecundación. El Estado alemán estima que el embarazo empieza cuando el cigoto anida en el útero de la madre.

La Iglesia alemana ha protagonizado un buen número de controversias sobre el aborto, que en Alemania está sujeto a una ley de plazos. En 2001, prohibió que sus organizaciones asesoren a las futuras madres. Las mujeres que deseen interrumpir legalmente su embarazo en las primeras 12 semanas deben presentar un certificado de asesoría. La Iglesia quiere evitar que estas mujeres usen certificados extendidos por organizaciones propias.