Los narcotraficantes mexicanos echan raíces en el interior de Estados Unidos

**Han logrado penetrar en el corazón del país y suponen un desafío importante del crimen organizado a la seguridad pública


Los narcotraficantes mexicanos echan raíces en el interior de Estados Unidos

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2013, 12:06 pm

Ciudad de México.- La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado ha sido uno de los temas que se han tratado en la visita de 20 horas que hoy concluye en México el presidente Barack Obama.

La expansión de los carteles de la droga mexicanos a más de mil ciudades en 2011, según el Departamento de Justicia -lejos de su tradicional teatro de operaciones en la frontera sur- constituye un reto insoslayable para EU.

“Obviamente esos números preocupan… eso supone un problema de seguridad en lugares donde antes no han tenido que afrontarlo, pero estamos en una situación mucho mejor para compartir inteligencia” y combatir al crimen organizado, dijo Jack Riley, jefe de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA) en Chicago (Illinois).

“Hemos podido atacar a estas organizaciones delictivas mexicanas, frenando cómo operan, eso ha marcado la diferencia en la violencia de las pandillas callejeras” -en Chicago hay más de 120.000 pandilleros-, y ese logro se debe en parte “a los buenos datos de inteligencia que se originan tanto en la frontera como en México”, agregó Riley en entrevista telefónica.

Riley subrayó que el aumento en la cooperación bilateral ha permitido asestar golpes al narcotráfico en EU y “atacar las estructuras de comando y control (en México) que en realidad toman las decisiones, y creo que no teníamos esa capacidad hace cinco o seis años”.

El poderoso cartel de Sinaloa, liderado por el fugitivo Joaquín “Chapo” Guzmán, tiene una fuerte presencia en Chicago, tanto que en febrero pasado la Comisión sobre Crímenes en Chicago lo identificó como el “enemigo público número uno”, designación que originalmente se dio al mafioso italiano Al Capone.

Carl Meacham, director del programa de las Américas del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, consideró que la presencia de los “narcos” mexicanos no sorprende, “porque siempre se supo que para que estas redes del crimen trasnacional funcionen, necesitan tener agentes tanto en México como en EU”.

“Es un asunto global en el que cada vez más los narcotraficantes mexicanos dominan el negocio ilícito -ya han superado a los carteles colombianos-, y yo diría que el incremento del aspecto trasnacional es una mayor amenaza”, agregó Meacham, exasesor para asuntos de América Latina del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

Las autoridades dan cuenta de la presencia de narcos mexicanos en estados como Georgia, Kentucky, Illinois, Indiana, Michigan, Minesota, Ohio y Pensilvania, donde buscan controlar las lucrativas rutas del negocio.

Para Meacham, resulta clave entender a fondo la nueva estrategia de seguridad del Gobierno mexicano, “no sólo porque los mexicanos están cansados de este tipo de violencia sostenida, sino también porque es un problema que requerirá un esfuerzo a largo plazo”.

Según el Gobierno del presidente mexicano, el priista Enrique Peña Nieto, se creará una “ventanilla única” para los contactos con las autoridades estadounidenses.

Así, en vez de que las agencias mexicanas trabajen directamente con sus pares estadounidenses como hasta ahora, los esfuerzos binacionales contra el crimen organizado se filtrarán a través de la Secretaría de Gobernación.

Para George Grayson, experto en asuntos de México y profesor del College of William and Mary, ese enfoque marca “un regreso a la estrategia del Partido Revolucionario Institucional, y refleja su deseo de controlar todas las actividades, sumado a su recelo tradicional de la presencia del Tío Sam” en México.

“Aunque sigue abierto a su vecino del norte, está claro que Peña Nieto está reevaluando la cercanía de esa relación”, observó.

Durante una rueda de prensa conjunta con Obama el jueves, Peña Nieto explicó que el objetivo de esa estrategia es “combatir al crimen organizado bajo cualquier modalidad”.

Aunque el Gobierno de EU espera “ver cómo funcionará esto”, el nuevo enfoque no debe afectar la exitosa cooperación entre EU y México en estas lides, dijo Riley.

“Estoy muy optimista de que podremos continuar esta gran relación que hemos cultivado, y que podremos seguir haciendo las cosas buenas que hemos hecho con las autoridades mexicanas, como quieran canalizarlas. Creo que las relaciones fundamentales que se han desarrollado en los últimos años seguirán allí”, puntualizó Riley.
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