Los narcos instalan retenes carreteros en la Sierra de Chihuahua

**En Bachíniva y Namiquipa los grupos criminales arman barricadas, ponen retenes, realizan emboscadas y por la noche circulan sembrando el terror.


Los narcos instalan retenes carreteros en la Sierra de Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2017, 09:00 am

Chihuahua, Chih.- La zona de Bachíniva y Namiquipa se han convertido en una zona de guerra, donde los grupos criminales arman barricadas, ponen retenes, realizan emboscadas y por la noche circulan sembrando el terror.

Los habitantes aseguran que por la noche la situación es terrible, al grado de que quienes tienen la oportunidad de emigrar a otro municipio lo hacen, muchos se resguardan en Cuauhtémoc.

La zona se ha convertido en un campo de batalla de dos grupos criminales pertenecientes a La Línea.

Es como si fuera un secreto a voces, la gente sabe quiénes son, dónde colocan retenes y mejor les sacan la vuelta o pasan creyéndolos invisibles… no los miran, es mejor para no ponerse en riesgo.

Tras la emboscada que recibieron los elementos de seguridad pública de Bachíniva y Namiquipa, la gente prefiere no hablar, es algo que se sabe, pero denunciar sería ponerse en la cruz.

En la zona del atentado, justo en el monte, hay al menos 5 barricadas, que son hoyos en el suelo que sirven para que el tirador se coloque sin ser visto, ya que además cuentan con neumáticos, sacos de arena y ramas que los hacen invisibles a simple vista.

Los “halcones” están por doquier, incluso llegan a recostarse bajo la sombra de los árboles, en medio de la nada; eso sí, bien cubiertos para evitar ser vistos, pero donde ellos puedan informar quién transita por la carretera que conduce a la zona.

La caseta donde emboscaron a los policías se usaba para que los lugareños pudieran esperar el autobús, sin embargo eso ha quedado en el olvido, muchos prefieren irse de “aventón”, ya que temen ser atacados. Incluso se puede observar cómo los letreros han sido usados como tiro al blanco.

A escasos metros de la caseta donde emboscaron, el único testigo es un San Judas Tadeo, patrono de las causas imposibles, al santo le edificaron una capilla donde hay veladoras y una alcancía para que depositen su ofrenda.

Alrededor de él, solo hay muchos empaques de números celulares y tarjetas de recargas, botes de bebidas energéticas, refrescos y aguas.

Se rumora que la delincuencia organizada ha llegado a instalarse en el lugar, donde los montes han sido testigo de muchas batallas por el territorio para los criminales.

Mucha gente prefiere huir temprano, buscar refugio en otro sitio, a fin de no ser víctima de la delincuencia.

Tras la masacre, se espera que otros hombres armados lleguen como refuerzos para dar con el paradero del mafioso conocido como “El Cabo”, ya que se presume fue él, quien ordenó la emboscada.