Los "jales" de San Guillermo: paisajes lunares

**En medio de las tierras de desperdicio de las minas centenarias de la región, suceden interesantísmos procesos geológicos y reacciones químicas.


Los

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2011, 13:09 pm

Aquiles Serdán, Chih.- La ausencia de todo tipo de vida y el color rojizo del suelo, aunado a la desolación que se siente todo alrededor, le confieren a este paisaje un innegable carácter marciano. Más aún, los guijarros de la superficie guardan una enorme semejanza con la superficie de Marte, el planeta rojo.

Son los cerros de escoria y escombro, los “jales” del beneficio metalero de San Guillermo, municipio de Aquiles Serdán, inmenso cementerio del desperdicio de materiales de desecho de la extinta Industrial Minera México. Más específicamente, las instalaciones, hoy abandonadas, eran de la planta de beneficio denominada “planta de flotación”, a donde llegaba el ferrocarril eléctrico a descargar su metal, y de donde el mismo ferrocarril recogía el concentrado, que se llevaba a la fundición de Ávalos.

Lo que da al paseo una especial emoción es que se debe caminar por este sitio y aventurarse en las colinas rojo-pardas, con pasos cautelosos ante la incertidumbre y el temor de ser tragado sin remedio por alguna profundidad.
Ante los ojos del visitante se producen nuevas y misteriosas reacciones químicas que dan por resultado que en algunos puntos del suelo broten "floraciones" de azufre que tienen todo el aspecto vegetal de limo amarillento, pero que en realidad no tienen nada que ver con plantas de ningún tipo.

En algunas nuevas piedras expuestas se pueden ver los trazos verdiazules del óxido de cobre superficial que colorea la roca madre, de base de óxidos de hierro.

De hecho, desde la carretera Panamericana, los gigantescos cúmulos de escoria son el rasgo más sobresaliente del paisaje, además de las antiguas instalaciones del beneficio de metales. Ambos se ven desde lejos como adosados a la serranía, pero en una vista más de cerca, las dimensiones del desperdicio son impresionantes.

Imposible calcular cuántos miles de toneladas de material de desecho se encuentran aquí.

En la superficie de los cúmulos de escoria se producen constantemente reacciones químicas, principalmente oxidaciones de los metales contenidos en la piedra de desperdicio. Y a raíz de estas transformaciones se desintegran los minerales que, al contacto con el agua y el oxígeno del aire, así como gracias a otros fenómenos de carácter físico, como el calor y el frío, se convierten en polvo y tierra.

Otro tipo de reacciones químicas es el afloramiento de compuestos de azufre y de porciones de este elemento en forma casi pura en forma precisamente de "flores" o de cortezas que toman la forma de burbujas y que cubren grandes extensiones de terreno.

De hecho, los cerros de escombro son, en estricto sentido, formaciones de nuevas rocas metamórficas. Porque aunque los procesos físico-químicos que se están produciendo aquí no se pueden comparar con los que se producen durante los millones de años de las eras geológicas, sí es perfectamente entendible que la química y la física actúen igual sobre materiales de origen natural que sobre los que se originan por la acción del hombre.

Así, es posible ver aquí, perfectamente formados, grupos de nuevos cristales negros de calcita sobre piedras de mineral de hierro.

¿Y qué decir de los nódulos de azufre?

Este paisaje lunar, este lugar de pesadilla, podría muy bien servir como laboratorio -como un inmenso e interesante laboratorio a cielo abierto- a los estudiantes de Química, en el caso de que quisieran aprender algunos procesos químicos y la formación de las rocas y de los minerales.