Los Ayuntamientos deben resolver las demandas de sus gobernados

**La Ley orgánica para los municipios del estado de Campeche dice, entre otras cosas, que las funciones primordiales del Municipio son permitir el gobierno democrático de la comunidad para la promoción del desarrollo integral de la misma.


Los Ayuntamientos deben resolver las demandas de sus gobernados

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2018, 09:58 am

Por Javier Martínez Jaramillo

Independientemente de su origen partidista, los Presidentes Municipales Constitucionales tienen ahora el mandato del pueblo para administrar los recursos públicos, llevar el timón de las comunas campechanas con buen viaje a buen puerto, y uno de los principales principios que no deben olvidar nunca es el que está estipulado en el Artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. Soy de la opinión de que la clara y responsable consciencia de esto basta y sobra para asegurar el éxito de los nuevos ediles en sus mandatos.

El Movimiento Antorchista es una organización civil gestora (no “intermediaria”), como un auténtico movimiento popular en México y también en Campeche. Muchos habitantes de los diferentes municipios, ciudadanos con derechos, se han organizado con el Movimiento Antorchista. Con la ley en la mano, acuden a las diferentes instancias de gobierno, para presentar respetuosamente sus pliegos petitorios en los que exponen las carencias y problemas que les aquejan, y solicitan que los encargados de las administraciones atiendan y resuelvan esas carencias.

Así sucede también con los Ayuntamientos. ¿Qué es lo que los antorchistas solicitan a los Ayuntamientos?, nada que no corresponda a las tareas que deben realizar como tales, y que deben realizar, además, sin necesidad de que se les solicite y mucho menos que se les presione y exija: obras, servicios y programas que por ley debe atender la administración municipal.

La Ley orgánica para los municipios del estado de Campeche dice, entre otras cosas, que las funciones primordiales del Municipio son permitir el gobierno democrático de la comunidad para la promoción del desarrollo integral de la misma y deberá atender prioritariamente los servicios públicos: agua potable y alcantarillado; alumbrado público; limpia; etc., también dice que los habitantes de los municipios deberán participar con interés en la solución de los problemas del municipio.

Los Ayuntamientos son los que están facultados para administrar los recursos que todos los mexicanos le entregamos al gobierno en forma de impuestos, y que el gobierno central les entrega en el Presupuesto de Egresos, además de los impuestos que los estados y los municipios cobran directamente, y que también pagamos los mexicanos, tomándolo de los ya de por si miserables ingresos que percibimos en forma de salario o de pago por los frutos de nuestros campesinos y pequeños productores.

Para este año 2018, a los municipios de Campeche se les asignó un presupuesto total cuatro mil 746 millones de pesos que pusimos todos los mexicanos. Todas las obras, servicios y programas que implementan los 11 gobiernos municipales en Campeche las pagamos por adelantado todos los campechanos; además, de ahí también se gasta para pagarse sus salarios, de manera que es cierto que todos los empleados de gobierno, desde el Presidente de la República hasta el Secretario del municipio más marginado, son empleados nuestros y viven de nuestro trabajo. Es cierto que realizan ciertas funciones importantes para el funcionamiento de nuestro aparato estatal (aunque no siempre todos, ciertamente), pero es innegable que, por ello, el pueblo trabajador les paga un justo y en algunos casos hasta excesivo salario, mientras que sus funciones (cuando realmente las hacen) no generan ninguna riqueza; viven literalmente del trabajo de los demás mexicanos que sí trabajamos, que sí generamos riqueza.

Después de 44 años de existir como organización, en nuestras gestiones para lograr que los municipios resuelvan las demandas más urgentes de los más pobres, los antorchistas nos hemos topado en más de una ocasión con verdaderos muros infranqueables, levantados sobre la idea patrimonial que los funcionarios tienen acerca del poder , quienes creen que en el municipio sólo ellos ordenan y mandan y que el “ciudadano” común y corriente no tiene por qué venir a entrometerse en “sus asuntos”, ni mucho menos “venir a decir que se va a hacer en el municipio” ni en “su presidencia municipal”, por lo que hemos tenido que recurrir casi sin excepción a la lucha permitida por la ley, mediante manifestaciones, marchas y plantones, para lograr que las administraciones municipales (con poquísimas y muy honrosas excepciones) accedan a atender las demandas de la gente.

Cuando eso sucede, es casi automático que los funcionarios municipales, se nieguen a recibir a las comisiones o, cuando no les queda de otra, se niegan a resolver las demandas argumentando “falta de recursos”, o que “los antorchistas piden mucho”, siempre asegurando que si de ellos dependiera, resolverían todo inmediatamente, pero “no hay dinero que alcance”, y cuando los humildes colonos o campesinos no se dejan “dorar la píldora” e insisten en luchar, el funcionario pasa a atacar a los peticionarios acusándolos de “chantajistas”, “irracionales”, “desestabilizadores”, y otros adjetivos por el estilo. Y cuando, a pesar de esas negativas, los antorchistas seguimos luchando sin descanso, repentinamente el noble y humilde funcionario “de puertas abiertas”, todo cortesía y comprensión, “amigo de todos” y “servidor atento” a las necesidades de sus gobernados, se convierte en un energúmeno rabioso y visceral, que recurre a las amenazas veladas o directas, a la represión mediante la policía y otras instancias “legales” (inventar delitos para usar la ley como garrote) y hasta a la agresión directa o anónima para escarmiento de los “atrevidos” mugrosos que osan entrometerse en los asuntos de “su administración”.

Dejamos claro arriba que los asuntos de la administración municipal son de todos los habitantes del municipio y que la falta precisamente de efectividad de las administraciones para desarrollar la infraestructura y los servicios es la que orilla a los campechanos más golpeados por la falta de servicios y de atención, a presentarse humildemente con sus peticiones. No hay, pues, tal intromisión.

Hoy tenemos nuevos Presidentes municipales y esperamos con sinceridad que encontremos en ellos la comprensión de estas razones, respeto a la ley, disposición e inteligencia, así como tolerancia para atender las peticiones del pueblo campechano organizado en el Movimiento Antorchista; nosotros por nuestra parte ofrecemos lo mismo, así como la garantía de que nuestras peticiones son y serán siempre racionales, objetivas y justas.

Todos los antorchistas del estado estamos atentos al desempeño de los presidentes municipales, les deseamos éxito en sus administraciones, y estamos dispuestos a ser un apoyo importante en su desempeño, por el bien de los más humildes del estado y, en caso en que no encontremos puertas abiertas, decimos de una vez que estamos también dispuestos a luchar junto con nuestros hermanos para que sus presidentes municipales atiendan y resuelvan las demandas de la gente más humilde del estado organizada en el Movimiento Antorchista.