Lo que quedó a deber la Legislatura que está por terminar

Por: Alejandro Salmón Aguilera


Lo que quedó a deber la Legislatura que está por terminar

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2013, 20:58 pm

La Legislatura 63ª quedó puede ser recordada como la de la deuda, y no nada más por las enormes sumas de empréstitos y emisiones de bonos que autorizó, sino por los compromisos asumidos que, al final del camino, nunca cumplió.

Uno de esos compromisos era la de crear una Ley de Participación Ciudadana, la cual estaba contemplada en la Agenda Legislativa que dieron a conocer a finales del año 2010.

La legislatura terminó y esa ley nunca se aprobó, es más, ni dictaminada quedó, así que los diputados entrantes deberán iniciar casi de cero para terminar un proyecto legislativo iniciado desde la 62ª Legislatura.

Tampoco modificaron el marco fiscal del estado para que el reparto de recursos procedentes del Gobierno Federal se haba con base en las tablas y criterios vigentes para todo el país en la Ley de Coordinación Fiscal.

Recientemente, Chihuahua fue ubicado entre las 25 entidades federativas que aplican cocientes obsoletos para repartir los fondos públicos federales entre los municipios. Esa omisión podría estar generando un reparto injusto del dinero federal y que éste se concentre en las dos ciudades más grandes del estado. De ser así, se estaría trasgrediendo la reforma a la Ley de Coordinación Fiscal aprobada en el 2007.

Tampoco se veló por la publicación de los decretos aprobados, pues quedaron pendientes algunos que databa, incluso, de hace dos legislaturas, o bien, otros que fueron anunciados con toda pompa y circunstancia pero que no han entrado en vigor.

Quizás la deuda más grande que deje la actual legislatura tiene relación con uno de sus principales objetivos en tanto que son representación popular: la de la rendición de cuentas.

Pese a que la Auditoría Superior del Estado anunció de manera reiterada que a partir de agosto publicaría las cuentas públicas de al menos 300 entes obligados, es hora que no aparecen por ninguna parte esos informes.

Por tanto, los actuales diputados se irán campantes sin aprobar o votar en contra de ningún ejercicio fiscal; tampoco llamaron a cuentas al Auditor por la omisión flagrante en la cual incurrió, ni se acordaron de revisar el curso de las más de 80 observaciones que ha hecho el Legislativo desde el año 2007, ninguna de las cuales ha generado sanción alguna.

Mañana inicia formalmente una nueva legislatura, en la cual participarán al menos tres ex diputados locales y dos ex locales. Será, acaso, una de mayor experiencia legislativa, pero eso a final de cuentas importará poco. Lo que importa es que lleguen con voluntad política de, al menos, cumplir con las obligaciones establecidas en la Constitución.