Lo que falta: ’’detener’’ al entramado financiero del Chapo

**Crece la sensación de incredulidad de que la aprehensión del que fuera jefe de una de las organizaciones delictivas más poderosas del mundo vaya a terminar con la ola delictiva.

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2014, 22:03 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

¿Qué sigue del arresto de Joaquín “El Chapo Guzmán? Esa es la pregunta que miles, si no es que millones de mexicanos que hacen a estas horas, cuando ya han pasado casi tres días desde que “el hombre más buscado del mundo” cayera en manos de la Marina mexicana.

Es una buena pregunta, sin duda cabe, “carne” de redes sociales. Por lo pronto, el primer elemento de consumo en las redes sociales, en las mesas de café y en esa especie de “radio-pasillo” nacional donde fluye todo tipo de rumor cual si fuera información confirmada, es que el sujeto que han presentado apretujado por efectivos de la Marina no es “El Chapo”.

Como es costumbre en estos casos, ya circularon fotografías comparativas donde se demuestra -dicen- que ese señor y Joaquín Guzmán Loera no son el mismo. Otros rumoran casi con categoría de verdad que El Chapo en realidad se entregó porque era uno de los pactos con los gobiernos de ambos países. No falta quien diga que el mismísimo presidente Barak Obama le vino a decir a su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, dónde estaba El Chapo.

Divertidas algunas, inverosímiles, las más, el hecho es que todo este vasto menú de rumores se alimenta de un amplio pastizal de incredulidad que rodea al Estado Mexicano, el cual no ha salido a esclarecer dudas ni a presentar, como sí lo ha hecho otras veces, al capo recién aprehendido.

Por lo pronto, crece la sensación de incredulidad de que la aprehensión del que fuera jefe de una de las organizaciones delictivas más poderosas del mundo vaya a terminar con la ola delictiva que ha causado más de 50 mil homicidios en los últimos seis años.

Presenten o no al capo ante los medios de comunicación, lo que realmente daría el halo de credibilidad a ese golpe policial y mediático es ver que la bien entramada estructura financiera del jefe delincuencial ha sido desmantelada. Esa es, en primer término, la tarea que tienen frente a sí las autoridades tanto mexicanas como de los Estados Unidos: dar con la entramada tubería por la que se conducía el dinero captado por la organización, el cual venía en efectivo, literalmente de la calle, e iba a dar a alguno a algunos de los grandes grupos financieros del mundo.

El entramado está ahí, intacto, y debe tener miles de millones de dólares en su haber, si le hacemos caso a los jueces estadounidenses que quieren juzgar al Chapo. El dinero es fácil de detectar y hasta de contar, pues la prestigiada revista Forbes lo hizo al menos por cuatro años seguidos.

Si las autoridades de ambos países no proceden a desentramar esa red de financiamiento y a darle un destino claro y transparente a esa millonada que provino del vicio y el sufrimiento de millones de familias que tienen a uno o más miembros adictos a las drogas, la incredulidad y la falta de confianza en las instituciones seguirá ahí, corriendo libremente por las redes sociales…y por el ánimo colectivo, también.