Levanta Calderón polémico memorial a víctimas

**El monumento que se edifica a un costado del Campo Marte, será inaugurado el 26 de noviembre; nombres de fallecidos podrán escribirse con plumón especial.


Levanta Calderón polémico memorial a víctimas

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2012, 09:22 am

México, D.F.- En medio de críticas y polémica por parte de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, el gobierno federal alista los detalles para la inauguración del Memorial a las Víctimas, con el que el presidente Felipe Calderón busca ofrecer un homenaje a las personas que perdieron la vida en el combate al crimen organizado.

El monumento que se edifica a un costado del Campo Marte se encuentra sobre una superficie de 13 mil 846 metros cuadrados, entre avenida Paseo de la Reforma y avenida Anatole France, en la delegación Miguel Hidalgo, en el Distrito Federal.

La construcción del Memorial, cuyo costo es de 22 millones 890 mil 846 pesos, inició desde el pasado mes de septiembre a cargo del arquitecto Ricardo López Martín, quien coloca una serie de muros de acero oxidable e inoxidable.

De acuerdo con Isabel Miranda de Wallace, el monumento será inaugurado el 26 de noviembre y contará con “placas en blanco, unas de acero inoxidable y otras de metal, donde la gente podrá escribir con un plumón especial que existirá, el nombre de su familiar y hasta un pensamiento”.

Adelantó que habrá mucho espacio para que cientos de personas puedan escribir. La tinta del plumón será deleble por lo que quien desee borrar su pensamiento o el nombre de sus víctimas lo podrá hacer con un líquido especial.

Para Eduardo Gallo, ex presidente de México Unido contra la Delincuencia, (MUCD), con esta construcción el gobierno federal busca justificar la guerra al crimen. “Veo una incongruencia entre lo que dice y lo que hace. Él dice que no es responsable de ninguna muerte, pero él fue quien implementó la estrategia que desató la violencia, lo que originó muchas muertes”, dijo.

En contaste, Miranda de Wallace dijo que la construcción puede originar distintas posturas, sin embargo es un proyecto al que el Presidente se comprometió.

“Es un esfuerzo que no necesariamente todos vamos a acompañar, el presidente Felipe Calderón está cumpliendo con el memorial. Ese espacio servirá a la sociedad para recordar que no se debe repetir, ni permitir la debilidad de las instituciones y la familia que nos ha llevado hoy a la violencia que vivimos”, afirmó.

Gallo consideró que con el memorial se busca ocultar lo que pasó, porque con unas placas se quiere olvidar que el gobierno federal nunca creó una base de datos para saber de quiénes eran los cuerpos localizados en las escenas del crimen.

Incluso, dijo que es una burla, ya que si en verdad se busca rendir un homenaje a las víctimas y sus propios familiares, para algunos será verdaderamente difícil trasladarse a la ciudad de México si no cuentan con los recursos necesarios.

El memorial fue sugerido por Miranda de Wallace al presidente Felipe Calderón en el año 2010, sin embargo fue aceptado hasta 2011, luego de que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad planteó a Calderón la edificación de un monumento a quienes murieron por la guerra contra el narco.

En un principio su construcción se realizaría en un terreno de 17 mil metros cuadrados, ubicado al sur de la segunda sección del Bosque de Chapultepec, en la fuente abandonada de Leonora Carrington y de frente a la avenida Constituyentes.

Sin embargo, se decidió que fuera construido a un costado del Campo Marte de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo cual originó que el poeta y activista Javier Sicilia abandonara el proyecto y lo calificara como “un monumento a la barbarie”.

Para Sicilia, su edificación representaba una ofensa y una burla para los más de 60 mil muertos y 10 mil desaparecidos de la guerra contra el crimen organizado.

Durante un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en la zona, se puede observar a distintos trabajadores, quienes levantan escombros, colocan adoquín o aún montan placas metálicas.

Las placas metálicas, cuya altura va de los dos hasta los ocho metros de altura, no lucen todavía ningún acabado o detalle en específico.