Le cuelgan "milagros" al General Villa

**En el altar anexo a la tumba del cementerio de Dolores, la gente llega y pega fotografías del enfermo que "sanó" "gracias" a la "divina intercesión" del alma inmortal del Centauro del Norte.


Le cuelgan

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2012, 11:15 am

Por Froilán Meza Rivera

Parral, Chihuahua.- Al general Francisco Villa, militar como era él, y de los buenos, multitud de grupos y personas le rinden culto, e incluso le atribuyen méritos de intercesión divina, como si se tratara de un santo, ni más ni menos.

Don Patricio Corral, quien es el guardián oficial de la tumba de Villa y sobrino nieto del revolucionario, revela que hay gente que viene y le reza, que le hace ceremonias religiosas, "igualito que al Jesús Malverde".

"A mí no me molesta, porque bien que mal, estas gentes recuerdan a Villa, pero sí me llama mucho la atención que vengan a dejar cartas de agradecimiento por favores recibidos".

En efecto, en el altar anexo a la tumba del cementerio de Dolores, la gente llega y pega fotografías del enfermo que "sanó" "gracias" a la "divina intercesión" del alma inmortal de Francisco Villa. Igualmente, como se dice, "le cuelgan milagritos", exvotos y le traen aquí y le dejan todo tipo de objetos, desde caballitos de madera y de plástico, hasta fotografías, todas con leyendas de agradecimiento.

Hay incluso asociaciones solidarias de carácter entre civil y religioso, como los grupos "Alegría en el Atardecer", de Monclova, Coahuila, y "Grupo Misión de una Madre", de Ciudad Victoria, Tamaulipas, que le colocaron una manta a la reja de la tumba de Parral.

En la manta le escribieron: "Te llamamos nuestro protector, y como tal, recordamos tu éxodo de este mundo, en este cortejo fúnebre; eres nuestro amigo, proteges, reúnes, identificas, apacientas y das impulso a nuestra vida espiritual".

Pero viera usted que el otro día, aniversario de su muerte, estuvieron aquí gentes de toda la República, que hacen campamento aquí, fiesta, que le traen mariachis, que le rezan, le cantan y le hacen todo tipo de ceremonias, dice don Patricio. "Una dama, vestida así como con vestidos de gitana, le dio una vuelta completa al sepulcro y derramaba tequila".

 ¿Y no se llevan tierra de la sepultura, don Patricio?

 ¡Ah, no! Eso sí que no, yo no dejo que nadie se lleve tierra de aquí, oiga no, al rato van a querer hacer negocio, y eso sí que no, para eso soy el guardián de la tumba de mi general.

Así como hay quienes lo consideran un bandido inhumano, están estos otros, que le dan tratamiento de santo, o mejor dicho, de beato. El beato Francisco Villa.