Buscar
redaccion@cronicadechihuahua.com
Buscar
**Uno de los sistemas que daña es el circulatorio, debido a la formación de placas de colesterol.
La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2011, 19:31 pm
Una de las zonas más afectadas por la obesidad son los vasos sanguíneos de las piernas - arterias, venas y linfáticos- que al sufrir alteraciones en su función, producen un intenso dolor en una o ambas piernas, a grado tal que no se puede caminar, e incluso en casos graves, se hace necesario amputarlas.
El Instituto Mexicano del Seguro Social a través de la Coordinación Delegacional de Salud Pública en Chihuahua, explica que aunque la obesidad afecta a varios órganos y tejidos uno de los sistemas que daña es el circulatorio, debido a la formación de placas de colesterol (ateroesclerosis), problema que no permite que la sangre llegue a todo el organismo y que en las piernas provoca insuficiencia arterial aguda; várices, flebitis e infecciones.
Destacó que el principal síntoma entre las personas obesas con alteraciones en la circulación de las piernas es un dolor difuso y desproporcionado en una o ambas extremidades, que provoca dificultad para caminar y en algunos casos, es incapacitante; se acompaña de hinchazón, cambios en la coloración de la piel y fallas en la sensibilidad.
La insuficiencia arterial aguda, se debe a la formación de un trombo o coágulo que requiere de inmediato una intervención quirúrgica para extraerlo y evitar que la obstrucción se prolongue más y se ponga en riesgo la extremidad inferior.
La principal zona afectada de la extremidad es por encima de la rodilla o por debajo de la misma, ahí se puede formar trombos e incrementarse el depósito de colesterol, que es lo que produce dolor, debido a que con la mancha se tiene mayor demanda de aporte de sangre y oxígeno. “Es un dolor muscular, el cual se puede presentar de igual manera en la pantorrilla o en todos los músculos de la pierna”.
El Seguro Social explica que con la obesidad se produce un incremento en el volumen sanguíneo circulante, lo que ocasiona una degeneración y deformación de las venas, con tramos dilatados, tortuosos y retorcidos, que se conoce como várices, o bien, pueden inflamarse y provocar una flebitis en un segmento bien localizado.
Los síntomas de las varices, son: ardor, comezón, sensación de pesantez al caminar e hinchazón de las piernas, habitualmente se presenta en la tarde. Además se observa que las cenas “se botan sobre la piel”, cuando hay flebitis solos e manifiesta dolor.
Los linfáticos son vasos sanguíneos del sistema circulatorio, que diferencia de las arterias y las venas, no manejan o transportan sangre, sino un líquido que es propio del metabolismo, se inflaman por la misma obesidad y provocan una alteración que se llama celulitis -no la conocida en el sentido cosmético- la cual en términos médicos se refiere a un cuadro infeccioso de la piel y del tejido que está debajo de la misma.
El IMSS da a conocer que el exceso de grasa que hay, por ejemplo en las piernas, ocasiona un mayor roce entre ella, o traumas al rascarse, hasta por el piquete de un mosquito, situaciones que favorecen el ingreso de bacterias a la piel y que al transitar por los vasos linfáticos generan una infección.
Las várices y la flebitis presentan cuadros muy aparatosos, sin embargo no llevan a la perdida de la extremidad, como puede suceder con la insuficiencia arterial aguda, la cual también puede requerir de hospitalización para la administración de medicamentos por vía intravenosa.
La Crónica de Chihuahua es un diario independiente, enfocado a describir las singularidades y la cotidianidad de la comunidad chihuahuense.