Las consultas a mano alzada: falsa democracia

**Mediante la consulta a mano alzada, a un grupo ampliamente minoritario, López Obrador dejó sin metrobús a la Región Lagunera, evitó que los seguros usuarios de ese transporte, que son los pobres, tuvieran mejores condiciones para viajar a Torreón, Lerdo, Gómez y Matamoros.


Las consultas a mano alzada: falsa democracia

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2019, 19:44 pm

Por Eleusis Córdova Morán/
Diputado federal del Movimiento Antorchista

Con bastante frecuencia, el presidente de la República somete a consulta a mano alzada (aprovechando los mítines que organiza por conducto de sus activistas, los “siervos de López Obrador”, y con ciudadanos acarreados para ser beneficiarios de los programas de asignación directa de recursos), la solución a problemas de distinto tipo que están relacionados en general con la política política y con problemas económicos, de salud, educativos y materiales que piensa realizar su gobierno, o también para suspender obras que no responden a los intereses de su grupo o con la visión que de nación tiene la “Cuarta transformación”, o para vengar agravios contra quienes se han atrevido a disentir de su política, o a expresar abiertamente su inconformidad ante las mentiras, ofensas, engaños y calumnias lanzadas por el presidente de la República, haciendo claro abuso del poder que le otorgó la ciudadanía. También hemos observado cómo esos mítines han sido utilizados como arma para exponer al escarnio público y exhibir como ineptos a los gobernadores de las entidades federativas visitadasquienes, mostrándose indignos y sumisos hasta la ignominia, asisten con gusto a recibir la felpa pública que les organiza López Obrador para, al fin de la jornada, quedar él como el mesías anunciado por los “profetas morenistas” que ha llegado para cambiar el estado de cosas y redimir a la nación.

​Infinidad de reporteros y numerosos analistas políticos se han abocado unos a describir los sucesos intrascendentes de dichos actos y los otros a buscar las razones o a explicar los motivos que llevaron al presidente a realizar dicha consulta. Hace falta desenmascarar la falsedad que encierran dichos actos y lo que se esconde tras de ellos. Veamos la consulta a mano alzada; el ejemplo más reciente lo realizó el presidente en Gómez Palacio, Durango, donde sometió a aprobación de la multitud la construcción del metrobús en la Región Lagunera. Como era de esperarse, dado que el público asistente tenía la consigna de votar por el “no”; quien dirigía la votación era el presidente de la República,morenista, y la presidenta Municipal de Gómez, morenista, y que de lo que se trataba era echar para atrás una obra que no beneficiaba a la mafia morenista, triunfó el “no”. ¡Eureka! ¡Ésta es la autentica democracia, claman los morenistas!

​Mediante la consulta a mano alzada, a un grupo ampliamente minoritario en relación con la población total de la región, el Presidente López Obrador dejó sin metrobús a la Región Lagunera, evitó que los seguros usuarios de ese transporte, que son los pobres de La Laguna, tuvieran mejores condiciones para viajar a Torreón, Lerdo, Gómez y Matamoros, satisfizo a la mafia morenista de La Laguna, impuso su capricho y volvió a mostrarse como un individuo prepotente, soberbio y muy manipulador del pueblo. No hay democracia, hay imposición. No hay democracia, hay manipulación. No le preocupa el bienestar de los pobres, su única y real preocupación es pagar los favores recibidos de quienes cooperaron para su ascenso al poder. Las consultas a mano alzada son una muy pero muy falsa democracia, es engañar al pueblo haciéndole creer que se le toma en cuenta en la decisión de las grandes cuestiones nacionales, cuando en realidad es una forma bastante grosera de burlarse de él, es usar el ropaje del pueblo para cometer abusos y atropellos, es ponernos a decidir sobre cosas que ignoramos, por lo quenuestra decisión es usada para disfrazar los actos de un gobierno dictatorial. Por tales razones, el pueblo debe repudiar las consultas a mano alzada, no debe permitir que se sigan cometiendo en su nombre y representación atropellos a individuos, organizaciones y pueblos,convalidando con su voto actos arbitrarios, prestándse a ser comparsa dequienes siguen apuñalando al pueblo con el disfraz de revolucionarios.La democracia no es una dádiva, es un derecho que el pueblo debe conquistar mediante su lucha y su organización. Ésa es nuestra tarea. Vamos a cumplirla.