Las cifras siguen a la baja, pero la percepción de inseguridad sigue alta

**Tal vez la percepción de inseguridad esté apoyada en lo que los estudiosos del tema le llaman la “cifra negra”, es decir, la cantidad de delitos que no se denuncian.


Las cifras siguen a la baja, pero la percepción de inseguridad sigue alta

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2014, 20:47 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Esto parece el mundo al revés: los indicadores de delincuencia, al menos la mayoría de ellos, han bajado en los últimos dos años, pero la percepción de inseguridad continúa alta.

Este martes, el organismo no gubernamental “Observatorio Ciudadano” presentó, por un lado, las cifras de incidencia delictiva correspondientes al primer bimestre del año, donde se observan tendencias a la baja, sobre todo, en el rubro de robo de autos.

En homicidios, la tendencia continuó a la baja: 30.2 homicidios por cada 100 mil habitantes, una cifra mejor a la del año pasado, cuando cerró en 40. Buena cifra, si la comparamos con el 2013 o, lo que es más, con el 2010, cuando la proporción era 101 muertes violentas por cada 100 mil habitantes.

El “pero” aparece cuando se comparan las cifras con el año 2007, todavía de la administración del gobernador José Reyes Baeza, cuando el indicador de homicidios era de 18.3 por cada 100 mil habitantes. Es decir, que hace siete años, la cifra de homicidios era inferior en más de u n 50 por ciento a la del año pasado, y eso que ya iba la tendencia a la baja.

Es muy probable que la mayoría de los ciudadanos abordados en la elaboración de la Encuesta Nacional de Victimización hayan sido adultos en aquel 2007 y se acuerden de que el homicidio a media calle era un asunto eventual y más bien alejado de los barrios residenciales.

A quienes vivieron en ese ambiente de inseguridad elevada, pero no tanto como la de la actualidad, la percepción de peligro dentro y fuera de su casa sigue siendo alta, pese a los esfuerzos que se han hecho por difundir los datos relativos a la supuesta recuperación de la tranquilidad.

Tal vez la percepción de inseguridad esté apoyada en lo que los estudiosos del tema le llaman la “cifra negra”, es decir, la cantidad de delitos que no se denuncian y, por lo tanto, no quedan en el registro de las autoridades. Así, a menor cantidad de denuncias, pareciera que hay una menor cantidad de delitos, pero no necesariamente es así.

El mismo Observatorio ciudadano hizo hincapié en que la cifra negra en secuestros todavía es un misterio, pero más lo es la relativa a robo a negocio y robo a casa-habitación. En esos casos, la víctima llama a la policía, llena su reporte pero ya no acude a poner la denuncia, tal vez por desidia, tal vez por temor o desconfianza hacia las autoridades.

El hecho es que no nos sentimos seguros. Las gráficas hacia abajo no nos aseguran que alguien pueda salirnos al paso a media calle, mostrarnos un arma, agredirnos verbalmente -en el mejor de los casos- y quitarnos las pertenencias que llevamos encima. Ahí está la cifra: el robo a transeúnte alcanzó su nivel máximo en lo que va del siglo. Así, ni cómo mejorar la percepción de seguridad.