La visita de Ratzinger y la revancha de los cristeros

Oportuna visita para la derecha mexicana


La visita de Ratzinger y la revancha de los cristeros

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2012, 18:17 pm

Por Erika López

La visita del papa Benedicto XVI contó con bellos escenarios montados en un Guanajuato que evoca la lucha cristera y que pareció estar muy alejado del tráfico de drogas, de la trata de personas, de la prostitución infantil, de los indígenas en situación de extrema pobreza, de los narcobloqueos, de jóvenes desempleados, de mujeres convencidas de la necesidad de abortar y aun de gays y lesbianas. Es decir, el jerarca mundial de la Iglesia Católica sólo vio un México más fantasioso que real.

Detrás de su mensaje de paz y esperanza se ocultó el apoyo y la bendición que brindó a la clase económica y política representada por los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), enfrascados hoy en la disputa por la Presidencia de la República.

El viaje del obispo de Roma, Joseph Aloisius Ratzinger, fue una especie de trueque: la Iglesia da su bendición y apoyo al candidato de una de las dos fuerzas políticas, y a cambio el partido que gane ayuda a aquélla a aumentar sus intereses terrenales y a incrementar el número de sus fieles.

Campaña bien articulada

En junio de 2007 el Presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, viajó al Vaticano para invitar personalmente a Benedicto XVI a visitar nuestro país. Dos años después, durante una conversación con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, quien asistió al Encuentro Mundial de las Familias realizado en el Distrito Federal, el mandatario mexicano refrendó la invitación, y fue finalmente el 2 de mayo de 2011 –durante la beatificación del papa Juan Pablo II– cuando Ratzinger aceptó la propuesta de Calderón Hinojosa.

El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, adelantó la noticia pero precisó que el viaje no sería a la ciudad de México, pues su altitud podía afectar negativamente la salud del sumo pontífice. Fue el 12 de diciembre cuando el papa anunció su viaje a nuestro país. La estrategia, entonces, comenzaba a desplegarse.

Después de la beatificación, del 25 de agosto al 15 de diciembre recorrieron la república una figura de cera de Juan Pablo II, vestimentas del expontífice y una cápsula con supuesta sangre del beato. Miles de fieles se congregaron en las diócesis católicas para recibir y venerar las reliquias.

“Éstas visitaron 91 circunscripciones eclesiásticas. Estamos hablando de 18 arzobispados y tres prelaturas territoriales. Las demás son diócesis en distintos lugares”, precisó el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), obispo Víctor René Rodríguez Gómez.

En diciembre del año pasado, Alberto Gasbarri, encargado de las giras papales, acompañado del nuncio apostólico Christopher Pierre y del arzobispo de León, Guanajuato, José Guadalupe Martín Rábago, sobrevoló en helicóptero los sitios donde Benedicto XVI estuvo.

La lectura entre líneas

Se dijo que la altitud de la ciudad de México afectaría la salud del Pontífice, y por ello escogieron León, Guanajuato. Sin embargo, de acuerdo con especialistas consultados por buzos, la selección del lugar de visita se hizo a partir de criterios político-electorales más que por razones médicas.

Para el director del Departamento de Derecho del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Arturo Argente, en los últimos años algunas de las políticas públicas han ´golpeadoa la Iglesia Católica en asuntos como el derecho a la vida, la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo, la eutanasia y la adopción de niños y niñas por parte de parejas homosexuales. “Guanajuato representa la lucha cristera y es el principal bastión tanto del PAN como de la jerarquía eclesiástica. La ultraderecha católica controla la entidad. No viene a la ciudad de México por los temas que han causado controversia, como el aborto y la unión de personas del mismo sexo.Tampoco va a ciudades fronterizas como Ciudad Juárez (Chihuahua), Torreón (Coahuila), Ciudad Victoria y Reynosa (Tamaulipas), donde realmente está la gente más afectada por la guerra contra el narcotráfico. Pienso que hubiera sido un buen detalle del papa visitar esas zonas”, dijo Argente. El docente apuntó que México es refugio de fieles católicos y ejemplo para todo el continente americano: “Imaginemos que el bastión más importante de la Iglesia Católica fuera gobernado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD): la Iglesia enfrentaría momentos muy difíciles. ”La Iglesia Católica es una empresa muy poderosa que en los próximos comicios federales, en cierta forma, ve en riesgo sus intereses y no quiere dar el mínimo margen de oportunidad para que gane la Presidencia de la República un partido de ´izquierda. Por eso viene a dar su apoyo a quien más le cumpla sus demandas”, apuntó.

Se impone la ultraderecha

El 15 de diciembre pasado la Cámara de Diputados federal aprobó las reformas al Artículo 24 constitucional, las cuales establecen “el derecho de practicar individual o colectivamente, tanto en público como en privado, las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley”.

Para diversos grupos religiosos, como las iglesias Luz del Mundo y Apostólica, así como para organizaciones no gubernamentales dedicadas a la defensa de la laicidad, estas reformas son un símbolo de retroceso en un Estado democrático, pues en adelante un padre de familia podría pedir que se incluyan clases de religión en cualquier plantel educativo; eso significaría volver a vivir en un Estado confesional.

La contrarreforma, además, permitirá a los grupos religiosos tener concesiones de canales de televisión y estaciones radiofónicas en un país donde el 84 por ciento de la población profesa el catolicismo.

Ésta fue la razón por la que el pasado 1º de febrero, un grupo de intelectuales de diversas filiaciones políticas, entre ellos el jurista y exsecretario de Gobernación Jorge Carpizo McGregor y el exdiputado y economista Rolando Cordera –ambos docentes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, así como Roberto Blancarte, de El Colegio de México, entre otros, firmaron un desplegado en el que señalaron que dichos cambios permitirían a la Iglesia Católica recuperar privilegios en la educación pública y en los medios de comunicación masiva. Además, manifestaron su preocupación por la falta de transparencia en el proceso de elaboración y aprobación de la iniciativa.

El Artículo 24 señalaba: “Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituya un delito o falta penados por la ley”.

Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado discutieron y aprobaron el pasado 14 de marzo los proyectos de dictamen que reformaban los artículos 24, sobre libertad religiosa, y 40 para establecer el concepto de república laica en la carta magna.

La reforma establece que “toda persona tiene el derecho a la libertad de convicciones éticas y de conciencia, y a tener y adoptar en su caso la religión de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de participar individualmente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituyan falta o estén penados por la ley”.

El Artículo 40, en tanto, quedó de la siguiente manera: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior”.

El presidente del Centro de Estudios de las Religiones en México (CERM), Bernardo Barranco, afirmó que el proceso legislativo para estas reformas fue muy apresurado y con un cuórum mínimo: “Es sospechoso, porque es una demanda que la Iglesia había venido haciendo desde hace mucho tiempo.

El propio presidente Calderón había dicho que para él era una enorme prioridad avanzar en este tema. Pareciera que detrás de esto había un compromiso, y por eso se dice que las reformas constitucionales son un regalo o un gesto de cortesía a la visita del papa”.

Para el experto en temas religiosos, es una reforma un tanto caprichosa, ya que se cambia una expresión que los mexicanos habían adoptado desde hace mucho tiempo por un concepto más moderno, pero que al final viene siendo lo mismo.

“Sin embargo, dicha modificación abre la posibilidad para que la Iglesia demande –en aras de este concepto moderno de libertad religiosa– revisar el Artículo tercero o el 130 y poder intervenir, a largo plazo, en materia electoral y de educación como lo hacen en otras regiones del mundo”.
Barranco indicó que la Iglesia Católica quedó en un principio muy decepcionada del gobierno de Vicente Fox porque no le cumplió con todas sus demandas: “Todo se quedó en el plano simbólico: iba a escuchar misa, fue al Vaticano, besó el anillo papal y recibió un crucifijo en un acto público. Hubo una serie de arrebatos mediáticos y provocaciones al Estado laico, pero nunca lo transgredió. En cambio, Calderón sí se ha atrevido, porque ha impuesto sus convicciones religiosas a políticas públicas, principalmente en el tema del aborto. Un ejemplo es la incidencia en 19 estados de la república en donde encarcelan a las mujeres que deciden hacerlo; y ahora con el Artículo 24”.

Agregó que el avance de la ultraderecha católica bajo gobiernos panistas podría recrudecerse con la llegada de Josefina y hasta con la de Enrique Peña Nieto: “El PRI fue el que tuvo una actitud dadivosa tanto en el proceso del Artículo 24 como en los cambios constitucionales a los 19 estados de la república que criminalizan el aborto”. El problema de la visita del papa radicó en que llegó a nuestro país en un momento en que los mexicanos están por decidir quién gobernará durante los próximos seis años: “Dicen que no es una visita política, pero arribó en un momento delicado en la vida del país, porque los mexicanos estamos decidiendo nuestro futuro. El país está en un proceso de discernimiento frente a las ofertas políticas, y queramos o no, la visita tiene una connotación política de primera magnitud, en donde sus posturas posiblemente se vean reflejadas en las campañas”, finalizó.

Apoyo al mejor postor

Por su parte, Elio Masferrer Kan, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones (ALER), aseguró que la Iglesia Católica adquirió un papel más activo después de los cambios constitucionales de 1992, pues trató de influir en los procesos políticos y sociales del país.

Cuando se aprobó la legislación del aborto y la unión entre personas del mismo sexo, la Iglesia Católica introdujo en las constituciones locales de los estados –por vía del PAN y del PRI– una legislación contra el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, y trató de implementar una campaña contra los matrimonios gay.

“En 19 estados de la república consiguieron modificar las constituciones, y ahora existen decenas de mujeres en la cárcel por abortar. El nuncio apostólico se dedicó a recorrer el país y se entrevistó con obispos y políticos a fin de negociar el apoyo en las elecciones a cambio de que hubiera una legislación antiaborto y reformas constitucionales a nivel federal.

”La hipótesis es que el nuncio y los obispos negociaron con ciertos gobernadores para que sus diputados en el Congreso de la Unión apoyaran la modificación del Artículo 24, donde se estipula el concepto de libertad religiosa, que ha sido manejado por juristas católicos, cuyo líder intelectual es José Luis Soberanes”, explicó Mansferrer Kan.

Juristas anticonstitucionales

El investigador señaló que esto generará que los padres de familia puedan exigir para sus hijos una educación que no contradiga a su religión: “Esto es regresar a un periodo colonial, donde cada sector social tenía derechos distintos, y una de las características de la construcción del Estado mexicano es imponer un sistema jurídico que se aplica a todos los habitantes que vivan en el territorio nacional”.

El segundo aspecto de este análisis –apuntó el profesor de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH)– tiene que ver con la educación religiosa en escuelas públicas, defendida por este grupo de juristas, quienes dicen que los padres que tienen dinero envían a sus hijos a una escuela privada, y que ésta puede ser confesional; pero si asisten a una escuela pública, no les dan educación religiosa; “por lo tanto –dicen ellos– están siendo discriminados. Es decir, le dan vuelta al argumento y desde este contexto quieren imponer esta educación, como sucede en España”, agregó.

Lo anterior, explicó Masferrer Kan, es porque la Iglesia está preocupada, pues el número de fieles ha disminuido mucho: un 73 por ciento de los que nacen no son bautizados, y 42 por ciento no hacen la primera comunión ni reciben la confirmación. Entonces, la mejor manera de recuperar feligreses es introduciendo educación religiosa en las escuelas públicas, de ahí la importancia de la visita del papa, porque la Iglesia exige a la clase política “una prueba de amor”: “Cambias la Constitución, me das todas esas concesiones, y nosotros apoyamos a tu candidato”, concluyó Kan.