La salida de Plascencia de la CNDH: “cuando un amigo se va…”

**Abundan los comentarios en su contra, pues fue vehemente en su recomendación en torno al caso Aeroshow, pero no ha dicho una sola palabra sobre la masacre de Guachochi.


La salida de Plascencia de la CNDH: “cuando un amigo se va…”

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2014, 15:20 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Las corrientes opinión en contra de que Raúl Plascencia permanezca al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) va en crecimiento, como lo muestran sendos oficios enviados por 27 organizaciones no gubernamentales en los cuales se pide la no continuidad del hasta ahora encargado de velar por las garantías y los derechos de los individuos.

La inconformidad hacia Plascencia Villanueva se extiende hasta Chihuahua, donde abundan los comentarios en torno a las contradicciones en su actuar, pues fue vehemente en su recomendación en torno al caso Aeroshow, pero no ha dicho una sola palabra sobre la masacre de Guachochi ocurrida el 27 de septiembre pasado.

En el ámbito nacional, causó sorpresa la virulencia del documento donde recomendó, de manera casi “fast track” investigar a fondo la actuación de al menos ocho funcionarios de la administración que encabezó Marco Adán Quezada Martínez y muy en particular contra de “quien en ese momento ocupaba la Presidencia Municipal”, dice, pero aún no dice nada por los lamentables hechos ocurridos en Iguala, Guerrero.

El Congreso del Estado y la Presidencia Municipal, a diferencia de cientos de casos de recomendaciones en contra de autoridades, particularmente policiales, actuó de inmediato y ya hasta existe una auditoría practicada por el Congreso del Estado de donde los promotores del linchamiento contra Quezada esperan recabar al menos ocho acciones penales, según ha trascendido en los corrillos del Congreso del Estado.

Vaya celeridad para atender un hecho por demás hiriente, pero que fue producto de un accidente perpetrado por un conductor poco diestro y una organización desastrosa. En cambio, lo de Guachochi fue una masacre deliberada, con un saldo de 11 muertos, de los cuales ocho fueron encontrados calcinados, según las versiones periodísticas de aquella fecha. Hasta la fecha, se desconoce que al menos un enviado de la CNDH haya acudido a Guachochi al menos a entrevistar a las familias de las víctimas de ese hecho que el Gobierno calificó de aislado.

Las organizaciones que piden su destitución destacaron que, de los 384 mil casos que atendió la CNDH durante la gestión de Plascencia, se emitieron apenas 86 recomendaciones (1)

Entre las cartas enviadas en contra de la reelección de Plascencia, está la de la Universidad Iberoamericana, a través del investigador José Luis Caballero, expresó: “…considerar la reelección de Raúl Plascencia para que siga al frente de la CNDH es reiniciar un proceso que ha dejado a diversas víctimas lejos de la justicia que merecen después de sufrir violaciones a sus derechos”. Más duro ni la mano del molcajete.

La partida del actual ombudsman representaría para el Gobierno del Estado la pérdida de un importante aliado que no sólo entregó de manera expedita una recomendación virulenta contra un ex alcalde incómodo, sino que vino el 14 de septiembre del 2011 a entregar un reconocimiento al Gobierno del Estado que emitía una organización distinta a la CNDH por el manejo del Centro de Reinserción de San Guillermo, al cual calificó de “ejemplo de cómo se pueden transformar las cosas y revertir las situaciones de autogobierno y violencia que privan en la mayoría de los penales en el país”.

Qué curioso: mientras que el presidente de la CNDH “palomeaba” al gobierno de Chihuahua, en su portal digital aún se podían encontrar las bajas calificaciones que le ponía a todos los penales de la entidad. Así de valiosa es la aportación política de Plascensia. Así de añorada será su ausencia.