La pobreza los lleva a enfrentar al Covid-19 en la calle; “Si no vendo, no comen mis hijos”: ambulante

**Miles de vendedores ambulantes no cuentan con la pensión de adulto mayor, hoy su principal preocupación son las deudas que tienen.


La pobreza los lleva a enfrentar al Covid-19 en la calle; “Si no vendo, no comen mis hijos”: ambulante

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2020, 09:03 am

Abigail Cruz Guzmán-Foto: Víctor de la Cruz M./
Buzos de la Noticia, para La Crónica de Chihuahua

"Yo no voy a cerrar, no voy a descansar por el coronavirus porque tenemos que comer…Yo vivo al día y diario voy a estar aquí (en la banqueta de la calle) hasta que Dios diga”, comentó Florentino Cruz Jiménez, un vendedor de dulces apostado en una calle de la Ciudad de México en plena fase dos debido al Covid-19, implementado hace dos días por las autoridades federales y locales.

Sentado a las afueras de la Escuela Primaria “Tierra y Libertad”, donde desde hace más de 20 años vende dulces, galletas y chicharrones para los niños, dijo que el presidente Andrés Manuel López Obrador y todas las autoridades saben que los vendedores ambulantes "vivimos al día que no podemos dejar de trabajar porque entonces qué les damos de comer a nuestros hijos”.

Como don Florentino Cruz, miles de vendedores ambulantes tienen que salir a la calle a trabajar diariamente, otros más, lo hacen en las diversas actividades económicas, lo que les permite obtener un ingreso para sobrevivir. En la capital, negocios han cerrado y enviado a sus trabajadores a sus casas sin salario, por lo que la situación será difícil.

 ¿No tiene miedo por el contagio del coronavirus?, se le preguntó.

 Hay que morir para que otros vivan. La verdad sí el contagio existe y sí lo hay, que se muestre y yo como Santo Tomás hasta no ver no creer, porque la Ciudad, la República y el mundo entero no están preparados para esto (el coronavirus).

Sin embargo, el comerciante de origen oaxaqueño y quien llegó a la Ciudad de México, desde hace más de cuatro décadas reconoció que sus ventas han caído desde que los niños dejaron de ir a clases el pasado 19 de marzo, hasta en un 80 por ciento. “Está muy duro”, agregó.

También aseguró que no cuenta con la pensión de adulto mayor y que hoy su principal preocupación son las deudas que tiene.

“Cuando uno ya es viejo ya no puede uno trabajar y no nos aceptan en ningún lado, no hay trabajo para los ancianos. Estamos amagados en este país, no hay ninguna ayuda para mí, más que mi muleta quien me ayuda a caminar por lo dolores de mi pierna…en el pasado gobierno me daban una pensión pequeña, raquítica, pero ahora con el nuevo gobierno no nos dan nada”, denunció.

También afirmó que hasta el momento nadie le ha impedido instalarse a las afueras de la Escuela Primaria y tampoco nadie le ha ido a ofrecer alguna ayuda para sobrevivir los siguientes días, luego de que México pase a la tercera fase, el cual obligará a que todos estén en sus casas.

Ambulantes y oficios seguirán trabajando

Vendedores de atole, tamales, dulces, peluquerías, herrerías y fondas de varias alcaldías de la Ciudad de México, afirmaron que no van a cerrar sus negocios debido a que “vivimos al día y no contamos con ahorros para sobrevivir”.

“Si no salgo a trabajar que comemos mis hijos y yo”, dijo molesto el herrero de la colonia San Rafael en la delegación Cuauhtémoc, Ernesto Martínez Soriano.

Desde antes del coronavirus la situación para el comercio era ya “muy difícil”, ahora “con esto (el coronavirus) la gente menos sale a la calle y mucho menos pide los servicios de un herrero, nuestra situación es muy crítica y no sé qué va a pasar… Yo voy a seguir abriendo y sea lo que Dios diga”, destacó.

En tanto, quien pertenece a la tercera generación de la Peluquería “Abasolo”, negocio ubicado en el centro de la Ciudad de México, Iván Abasolo dijo “a nosotros no nos han informado de nada, tampoco de que podamos o no abrir nuestros negocios”, señaló.

Acompañado de dos clientes, el peluquero destacó que tampoco les ha ofrecido algún apoyo de parte del gobierno de la Ciudad de México y mucho menos del federal e informó “estamos conforme a lo que dice la televisión y el Facebook y es a lo que nos estamos acogiendo a lo que publican en ese tipo de páginas y así permaneceremos hasta donde podamos y si sale o vienen con un papel oficial pues con mucho gusto lo acataremos porque somos independientes y tenemos que sacar lo de nuestros gastos como son el pago de luz, agua y renta”.

Abasolo dijo que él pertenece a la tercera generación y quien fundó ese negocio fue su abuelo y con él ya tiene 14 años trabajando, ya que esa peluquería se fundó desde 1935 y que su abuelo se dedicó toda su vida a ese ofició.

Sin contar con ninguna medida de prevención, el peluquero dijo que no tiene miedo al contagio pues en los próximos días empezará a acatar las disposiciones de higiene y limpieza que se viene recomendando en la Ciudad de México y con ello, estar al margen de la pandemia.

Caen ventas

Mientras, el propietario de la Fonda “Los Comedores”, Gerardo Martínez dijo que por la mañana de este miércoles acudió un inspector de mercados de la alcaldía de Cuauhtémoc para explicarle cómo utilizar las redes sociales y que a través de una plataforma puedan ofrecer comida a sus clientes y vecinos, pero “nunca nos habló sobre algún apoyo o que debamos de cerrar las puertas de nuestros negocios”.

Sin embargo, Martínez quien vende antojitos, tacos y quesadillas, así como comida corrida reconoció que sus ventas han caído en un 50 por ciento y consideró que “todavía la situación podría empeorar más”.

Él no cuenta con ahorros y lo único que han estado pagando es un seguro contra incendios o percances y que ahora lo tendrán que renegociar.

“También hemos hablado con el propietario del local para ver si nos reduce o espera con la renta, debido a que aquí (en la San Rafael, alcaldía Cuauhtémoc) son muy caras las rentas. En este momento estamos pagando 15 mil pesos mensuales y de donde lo vamos a sacar”, se quejó.

Situación similar ocurre con vendedores ambulantes que muchos han cerrado por la falta de clientela y otros por no contar con recursos para subsistir. “Tenemos miedo no sólo porque no vendemos sino también a que nos atraquen, como ya está ocurriendo en el estado de México y en las tiendas grandes”, dijo Miriam González.

“Aquí vamos a permanecer (en las calles de Ribera de San Cosme) porque es nuestra fuente de empleo y nuestras ventas han bajado hasta en un 80 por ciento. Hay las condiciones para permanecer aquí no vemos al coronavirus y no ha pasado todo lo que dicen en la televisión”, dijo Miriam González vendedora de vestidos.

Víctor Manuel Muñoz, vendedor de calcetas y medias para dama señaló que muchos vendedores ambulantes no salen a trabajar porque ya no hay ventas “y nosotros estamos viniendo porque queremos sacar, aunque sea para nuestros gastos y medio comer”.