La persiguieron para secuestrarla en Vialidad Los Nogales

**Imaginó que la iban a asesinar, que la violarían o, mínimamente, que la iban a privar de la libertad por quién sabe cuánto tiempo, y que la maltratarían o torturarían, sólo Dios sabe.


La persiguieron para secuestrarla en Vialidad Los Nogales

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2010, 09:03 am

De puro milagro se les escapó a quienes intentaron raptarla con intenciones desconocidas, porque la adrenalina que generó su cuerpo la catapultó en una carrera desesperada que le valió seguir viviendo. Ahora, la muchacha vive con la zozobra de que en cualquier momento intentarán secuestrarla de nuevo, y por ello mejor se está quedando por un tiempo en casa de unos familiares.

¿Cómo sucedió todo esto?

Anita (que no es su nombre) se levantó a trabajar en la mañana un día de la semana, se alistó y salió caminando por las calles de su colonia, para alcanzar su camión en la Vialidad Los Nogales. Desde poco antes había notado ella (porque era mucho muy llamativa) la presencia de una camioneta negra muy grande, levantada de la suspensión, lo que la hacía verse más alta, y de llantas y rines muy gordos. En cuanto se puso a caminar en la calle, la camioneta empezó a seguirla al paso que traía la muchacha.

Anita lo notó, se puso muy nerviosa, y en esos momentos se le vino a la mente todo lo que había leído y escuchado en los diarios y en las noticias, de la gente que estaba siendo secuestrada y “levantada” por las bandas de maleantes que tienen a la ciudad en sus manos. Imaginó que la iban a asesinar, que la violarían o, mínimamente, que la iban a privar de la libertad por quién sabe cuánto tiempo, y que la maltratarían o torturarían, sólo Dios sabe.

Apuró el paso. De cuando en cuando volteaba ella hacia atrás con angustia, sólo para corroborar cada vez que ahí estaban ellos, siguiéndola en aquella camioneta negra de vidrios ahumados. Cuando llegó a la Vialidad los Nogales, un individuo bajó de la camioneta, un sombrerudo de botas vaqueras que corrió en pos de la muchacha para agarrarla. Alcanzó el tipo a Anita y la tomó por un brazo, pero ella hizo un movimiento evasivo dictado por la tremenda desesperación que tenía, y alcanzó a zafarse de aquella garra.

Con la adrenalina a todo lo que daba, a grandes zancadas hizo ella varios movimientos que le impidieron a su captor volver a tocarla. Corrió ella hacia uno de esos puentes nuevos, donde se refugió peligrosamente entre el tráfico de vehículos. El secuestrador ya no se atrevió a seguirla ante público tan numeroso. Al fin, un automovilista accedió a sacar a Anita de aquel lugar.

Ella no ha regresado a su casa, pero su madre recibió después una llamada de un número con lada de fuera del estado, para amenazar, ahora a toda la familia. Están todos ellos con la zozobra de que en cualquier momento regresarán los frustrados captores de Anita a culminar lo que no pudieron hacer el otro día.
(Dic. 28, 2010)