La justicia de EE UU condena a un soldado por matar y trocear a tres afganos

El sargento Calvin Gibbs, sentenciado por su asesinato premeditado


La justicia de EE UU condena a un soldado por matar y trocear a tres afganos

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2011, 09:36 am

Un tribunal militar de Lewis-McChord, en el Estado de Washington, ha declarado al sargento estadounidense Calvin Gibbs, de 26 años, culpable de los 15 cargos de los que estaba imputado como líder de un grupo de soldados, perteneciente a la Quinta Brigada Stryker, que mató con premeditación a tres civiles afganos y guardó parte de sus restos como trofeos. La justicia, tras cinco horas de deliberación, ha sentenciado a Gibbs a la pena de cadena perpetua. El acusado, no obstante, podrá solicitar la libertad condicional una vez que cumpla ocho años y medio entre rejas.

El sargento reconoció durante el juicio que había guardado trozos de los cuerpos de los cadáveres como trofeo
La corte marcial ha determinado que Gibbs es culpable de asesinato y conspiración por la muerte de esos tres civiles afganos desarmados en la provincia de Kandahar a principios del año pasado. El sargento reconoció durante el juicio que había guardado trozos de los cuerpos de los cadáveres como trofeo, pero rechazó declararse culpable de las muertes. El fiscal señaló el miércoles durante su acusación que parte del plan de Gibbs era "hacer creer que su intervención era legítima". Sus historias, añadió, eran, no obstante, "altamente improbables".

Uno de los testimonios más determinantes fue el del soldado Jeremy Morlock, que se encontraba en el grupo de militares que asesinaron a los civiles y que ya se había declarado culpable de los cargos que se le habían impuesto.

Primeras pesquisas por consumo de droga
Morlock fue condenado a 24 años de prisión y aceptó testificar contra el sargento como parte de su negociación para evitar la cadena perpetua. El soldado aseguró que Gibbs cortó varios dedos de las víctimas, además de jugar con los cadáveres como si fueran "trofeos de caza". La investigación comenzó hace 18 meses por indicios de consumo de marihuana en la unidad de Gibbs. Fotografías aportadas durante el proceso judicial muestran a los soldados posando junto a cuerpos de afganos cubiertos de sangre. Estas imágenes han hecho recordar el escándalo de abusos cometidos en la cárcel de Abu Ghraib (Irak) que sacudió la opinión pública norteamericana en 2004.

Estas pesquisas condujeron al descubrimiento, según el pliego de cargos, de una serie de restos humanos, entre ellos huesos de pies y manos y un diente extraídos de cadáveres de civiles asesinados. Otros dos soldados de la unidad ya han resultado condenados tras declararse culpables a cambio de una condena más leve.