La doble fachada de la Cruz Roja Mexicana

REPORTAJE especial/ La Crónica de Chihuahua


La doble fachada de la Cruz Roja Mexicana

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2015, 23:19 pm

/facebook @twitterMartín Morales

El enrejado que rodea la explanada del edificio principal de la Cruz Roja Mexicana (CRM) tiene un perímetro integrado por la avenida Ejército Nacional y las calles Luis Vives y Benito Pérez Galdós, en la colonia Los Morales; y en torno a su sala de recepción hay unos pequeños prados jardinados.

–Fue por un accidente automovilístico, está aquí desde hace ocho días; tiene el brazo fracturado y una lesión en la cara. Pero ya está mejor; me lo han atendido bien, espero que se recupere; hoy primeramente Dios me lo dan de alta –dice doña Inés, quien está en espera de informes sobre su esposo.
–¿Tuvo que pagar algo?
–Ya hablé con la trabajadora social.
–¿Cuánto va a pagar?
–Pues ahorita voy a ver, me van a manifestar eso.

Doble fachada

A la CRM la ven de dos maneras y esto causa confusión entre la gente; por un lado se le conoce como una institución filantrópica y por el otro funciona como las fundaciones de las corporaciones capitalistas: brinda ayuda gratuita mediante acciones médicas de emergencia, pero por la atención clínica y hospitalaria exige “cuotas de recuperación”.

Esta doble faceta quizás pueda explicarse mejor mediante el conocimiento de su organigrama: El patronato de la CRM está encabezado por 25 prominentes empresarios, quienes en apariencia donan gratuitamente su trabajo a una organización civil clasificada como Institución de Asistencia Privada (IAP), es decir que puede recibir donaciones en dinero y especie de empresarios a quienes se les expiden recibos fiscales que son 100 por ciento deducibles de impuestos.

Además de la naturaleza patronal de su mando administrativo, el patronato de la CRM trabaja de la mano con los apéndices de fachada humanitaria de los corporativos empresariales más importantes del país, como las fundaciones Televisa, Carlos Slim y Grupo Modelo, a cuyos voluntarios brinda capacitación técnica en urgencias médicas a fin de expandir la filantropía basada en la deducibilidad de impuestos.

Un esquema de deducibilidad filantrópica con tufo a evasión fiscal, porque opera como uno de los múltiples instrumentos con los que los millonarios mexicanos y extranjeros en el país cuentan para reducir el pago de impuestos, al igual que el esquema de consolidación fiscal, que es el saldo entre ganancias y pérdidas de una o varias empresas de un mismo grupo financiero.

Pese a los incomprensibles tecnicismos de la Ley del impuesto sobre la renta (LISR), está claro que los recibos otorgados por donaciones son al 100 por ciento deducibles hasta por un monto máximo equivalente al siete por ciento de los ingresos fiscales del año anterior del donante. Esta cantidad puede ser en miles o millones de pesos, como fue el caso de los 14 millones que Grupo Carso, de Carlos Slim, entregó a la CRM en febrero pasado.

Uno de los ejemplos más relevantes del filantropismo convenenciero que existe en México lo ofrece el Teletón, de Fundación Televisa, que cada año recibe multimillonarias donaciones de empresarios de todos los niveles para brindar servicios de apoyo médico a personas discapacitadas, sustituyendo al Estado en sus obligaciones a cambio de la deducibilidad de impuestos.

En su condición de IAP, la CRM expide recibos deducibles de impuestos con base en los artículos 31 fracción I y 176 fracción III de la LISR; del Reglamento de la Ley Sobre el Impuesto sobre la Renta, artículos 31 y 11, así como del Reglamento del Código Fiscal de la Federación (CFF), artículo 40, conforme a la autorización publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el 30 de mayo de 2008.

Los donativos en especie se describen en el artículo 40 fracción IV del Reglamento del CFF. Formalmente, sus actividades son supervisadas tanto por la Secretaría de Salud (SS), como por la de Hacienda (SHCP) y por estar bajo el marco de la Ley de Asistencia Privada del Distrito Federal (LAP), también por la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal (JAPDF), dado que la central de la CRM está en la capital del país, en cuyas oficinas se compilan los recibos deducibles expedidos en las 528 representaciones de la República.

Filantropía deducible de impuestos

En México, como en otros países capitalistas, se mezclan las actividades filantrópicas gratuitas con las mercantiles y las funciones privadas con las públicas. Llámese como se le llame, el Estado subroga a la iniciativa privada (IP) diversos servicios con el argumento de que no tiene capacidad para cubrirlos. Así, ocurre una confusión de responsabilidades y, en el fondo, una paulatina privatización de los servicios sanitarios.

Fernando Rivera Muñoz, Coordinador Nacional del Voluntariado de la CRM dijo a buzos: “Nosotros fuimos creados como una institución de utilidad pública, pero con carácter privado; somos una IAP desde 1910; fuimos creados a raíz de la Convención de Ginebra de 1907, que se refiere a la protección de los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña.

Por razones de neutralidad y de independencia, nosotros necesitamos tener autofinanciamiento, esta sustentabilidad, porque imaginemos que hay una emergencia muy grave y que el Estado no pueda solventar con su propio dinero, entonces nosotros somos un movimiento internacional; llegan del extranjero ayudas, obvio, a través de la aduana, regulación sanitaria y demás, y así es como fortalecemos programas de acción ante una emergencia”.

El 19 de marzo pasado, durante el lanzamiento de la Colecta Nacional 2015 y en el marco del 105 aniversario de la CRM, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, se informó que la meta de la actual campaña de recolección (marzo y abril) es recaudar al menos 345 millones de pesos. Ese día se entregaron cinco ambulancias de las 82 que se transferirán a la CRM, un donativo, según se dijo, del Nacional Monte de Piedad, otra IAP.

En un acto no muy diferente al Teletón, el jefe de gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera, anunció que su administración daría 10 por ciento más en donaciones “en nombre de los habitantes de la Ciudad de México”, en tanto, Peña Nieto dio su “aportación personal” y llamó a otros gobernantes del país a seguir el ejemplo de Mancera.

De acuerdo con datos proporcionados por funcionarios de la CRM, aproximadamente el 60 por ciento de sus recursos provienen de donaciones de empresas y gobiernos y el 40 por ciento restante de las colectas por “boteo” entre la población; en cada bote o alcancía llegan a caber hasta cinco mil pesos. Entre los tipos de colecta, sin embargo, hay una diferencia sustancial: los grandes donantes reciben comprobantes fiscales deducibles de impuestos y los que aportan a los botecitos sólo un emblema engomado de la CRM en rojo y blanco.

“Cuotas de recuperación”

La CRM funciona con los mismos lineamientos legales que el resto de instituciones del Sistema Nacional de Salud (SNS), encabezado por la Secretaría de Salud (SS) federal, pero cuenta con personalidad jurídica y gestión financiera propias. Asimismo, no obtiene ninguna partida del presupuesto oficial, pero es verificada por la SHCP porque indirectamente recibe dinero público a través de las donaciones deducibles, lo que no beneficia a quienes aportan a las conocidas ánforas durante la colecta anual.

En todo este singular esquema hay al menos dos aspectos centrales: uno es el expreso motivo de filantropía emergente para ayudar a las personas accidentadas con atención prehospitalaria, que supone la estabilización de signos vitales para la salvaguarda de la vida; y el otro es el hospitalario, que de otorgarlo directamente la CRM genera la eventual cobranza de una “cuota de recuperación”, de acuerdo con un formato de cálculo en deciles, tal como un seguro médico privado, propio de los servicios de salud capitalistas de segundo piso.

Es decir, basado en un financierismo sanitario, del que deriva el Sistema de Protección Social en Salud (SPSS), conocido como Seguro Popular (SP), en el que solamente el primer decil, el más pobre, no paga nada. Pero pagar o no pagar depende de un estudio socio-económico practicado por trabajadores sociales, donde puede resultar que el paciente no pueda pagar, pero sí la familia, el cónyuge, los hermanos o los padres.

Los cálculos en deciles se hacen sobre la base de identificar a las personas por sus ingresos dentro de un marco de diez categorías diferentes –el decil-1 corresponde a los de menor ingreso y el decil-10 a los de mayor ingreso– a fin de determinar su capacidad de gasto. El SP, al igual que los seguros médicos privados, define también sus tarifas con base en los deciles.

Este modelo se aplica en todos los sistemas locales de salud, incluido el del Distrito Federal, donde las oficinas de trabajo social señalan a los familiares si deben pagar, y cuánto, por los servicios recibidos: terapias, intervenciones quirúrgicas, materiales de curación, medicamentos, líquidos, estudios, equipo especializado, usados en la recuperación hospitalaria.

La doble vida de la CRM no se entiende popularmente; casi todas las personas relacionan la ayuda humanitaria con la gratuidad absoluta, por lo que hay usuarios que reaccionan con molestia ante la solicitud de una cuota, aunque otros aceptan resignados al reconocer que la atención hospitalaria genera gastos adicionales a la institución.

Algunos usuarios aceptan hablar abiertamente sobre los trámites realizados y reconocen que sus familiares o amigos fueron bien atendidos; otros rechazan hablar al respecto, algunos más critican que la CRM haga colectas entre la población y al final de cuentas les cobre por darles servicio. Esto pudo observarse en consultas directas y vía redes sociales, lo que coincide con los resultados de la encuesta CRM-2015 efectuada por la empresa Gii-360, que refleja la existencia de confusión social sobre la naturaleza de la institución.

¿Institución oficial o privada?

Según el estudio divulgado por Gii-360, la población en general no tiene en claro si la CRM es privada o pertenece al Gobierno, como lo demuestran los resultados de la encuesta sobre CRM-2015 divulgada por la empresa Gii360, Grupo Impacto. Una de las preguntas fue: ¿A quién cree que pertenece la Cruz Roja? Las respuestas fueron: el 39.61 por ciento cree que la CRM “es independiente”; el 27.56 que pertenece “al Gobierno”; el 2.45 “a la iniciativa privada”; el 5.49 a “otra” y el 4.89 por ciento no supo o no contestó.

Otra de las preguntas fue: ¿De dónde cree que provienen los recursos con los que se financia la Cruz Roja? Las respuestas fueron: el 59.42 por ciento que de “donaciones voluntarias”; el 15.29 de “aportaciones del Gobierno”; el 10.23 de “aportaciones de empresas”; el 4.26 por ciento de “todas”; el 2.24 por ciento “otra” y el 8.56 por ciento no supo o no contestó.

Un 29.59 por ciento de los encuestados respondió haber sido auxiliado alguna vez por la CRM. De ese porcentaje, el 32.59 por ciento calificó el servicio de “bueno”; el 25.12 “muy bueno”; el 19.62 “regular”; el 6.12 “malo”; el 9.68 “muy malo”; y el 6.87 por ciento no supo o no contestó. El estudio incluyó la pregunta de si estaban de acuerdo con pagar una cuota de recuperación.

—¿Podría decirme cuánto va a tener que pagar por el servicio médico? –se le preguntó a una mujer de edad avanzada que salía de las instalaciones de la central de la CRM.
—No, mire, yo no sé, mi hijo es el que está aquí; pero yo no sé, ahí está mi nuera, pregúntele a ella por favor.
—Una pareja de jóvenes pregunta a un alumno de la escuela de paramédicos que camina por la acera.

—¿Disculpa, dónde dan los certificados médicos?
—Por ahí –responde y señala unas puertas de vidrio que dan acceso al hospital de traumatología, que ofrece servicios paralelos por los que existen cuotas de recuperación establecidas. Una consulta externa, por ejemplo, tiene un costo de 100 pesos.

En la sala de espera principal, las sillas están ocupadas. Funcionarios de la institución señalan que es mejor no hacer entrevistas por respeto a las personas, quienes generalmente se encuentran en tensión, por la situación que pasan. En la parte trasera del hospital hay otra sala de espera donde se ubica a los familiares que llegan por información sobre el estado de sus pacientes; un vigilante privado se acerca y dice que las trabajadoras sociales son quienes pueden autorizar conversaciones con las personas que esperan.

La trabajadora social en jefe explica que la razón de no permitir las entrevistas es porque las personas están alteradas por la situación de su paciente. “Las personas están sujetas a mucha tensión esperando información, algunas reaccionan incluso hasta agresivamente pidiendo saber cómo está su familiar, pero nosotros sabemos por lo que están pasando”, precisa.

Fernando Rivera Muñoz expuso el malestar de personas atendidas que no están de acuerdo con la cobranza de cuotas de recuperación.

“Habría que dimensionar este punto, porque una consulta médica como tal no se cobra aquí, lo que tenemos es recuperación de material; por ejemplo, si alguien llega accidentado y requiere un clavo, el cual cuesta mínimo 30 mil pesos, porque son de titanio; eso es muy caro para nosotros, no podemos cubrir eso; la persona tiene que cubrirlo, lo que devenga de la recuperación del material es lo que nosotros pedimos; es algo que se llama cuota de recuperación para poder seguir ayudando.

”Los trabajadores sociales hacen todo un estudio y dependiendo de eso se fija la cuota de recuperación; se tiene que pedir el total de la cuota, pero a veces no se puede, tenemos incluso un programa que se llama regreso a casa, en el que incluso les damos una despensa, porque la persona no tiene un trabajo; es asistencia humanitaria que no ven muchas personas; se les corta el pelo, a veces se les da ropa, porque no tienen qué ponerse; viernes sábado y domingo, que es cuando hay más incidencias, les damos pan y café a los familiares; hay todo un tema de sensibilidad ante lo que estas personas sufren”.

El Patronato

Para observar el andamiaje de la filantropía del capital, están los siguientes datos sobre los 25 miembros más destacados del Patronato de la CRM:

Entre los presidentes, que no aparecen como patronos, hay personajes íntimamente integrados a la élite nacional, como Olegario Vázquez Raña, multimillonario, recientemente beneficiado con una cadena de televisión abierta, quien fuera presidente nacional de la CRM de 2001 a 2006, durante el sexenio de Vicente Fox.

El actual titular del patronato es Fernando Suinaga, puntal del despacho Suinaga y Suinaga Abogados, que da asesoría de litigio nacional e internacional a empresas de alto nivel; Michel Byrne John de Rodríguez, delegada de la CRM en Yucatán, esposa del prominente empresario yucateco Oswaldo Rodríguez Palomeque y madre de Oswaldo Rodríguez Byrne, dueño de DMT, productora y exportadora de tornillos, tuercas, birlos, entre otros productos del ramo; Miguel Ángel Domínguez Morales, delegado en Jalisco, amigo cercano de Nemesio Díez Riega, puntal de Grupo Modelo, en donde Domínguez ha sido directivo; además, es presidente del Consejo Regulador del Tequila (CRT) y dueño de Axerta, empresa de inversiones y servicios inmobiliarios.

Gilberto Pérezalonso Cifuentes, hasta 2014 presidente del Consejo de Administración de Volaris, ex vicepresidente ejecutivo de administración y finanzas de Grupo Televisa, ex director general de Aeroméxico y de la constructora Grupo GEO, miembro de los consejos consultivos de Banamex y de la telefónica Movistar, entre otros.

Guillermo Jenkins de Landa, uno de los herederos del emporio de su abuelo de origen estadounidense, William Oscar Jenkins y su esposa, Mary Street Jenkins, quienes se asentaron primero en Monterrey, luego en Puebla, y cuya imagen filantrópica se genera a partir de la Fundación Mary Street Jenkins, creada en 1954 en Monterrey.

El empresario estadounidense se asoció con el poblano Manuel Espinosa Yglesias para crear en 1940 la Universidad de las Américas (UDLAP), para replicar el modelo educativo estadounidense en Latinoamérica. Espinosa fue dueño de Bancomer y creador también de las fundaciones Amparo y Espinosa Rugarcia, de las que deriva el actual Centro de Estudios Espinosa Iglesias, un think tank (tanque de pensamiento) que fomenta el modelo de libre mercado globalizado con “sentido social”.

Jenkins y Espinosa fueron dueños de Compañía Operadora de Teatros (COTSA) que llegó a controlar la exhibición en todos los cines del país. La familia Jenkins, hoy en disputa por la posesión de una herencia que asciende a muchos millones de dólares, fundó en 1942 el Colegio Americano de Puebla para la educación de los hijos de las familias de estadounidenses asentadas en la entidad, así como el Club Aplha, un grupo de amplios y bien equipados complejos deportivos. Otro patrono es Ignacio Cobián Villegas, egresado de la UDLAP, miembro del consejo de administración de TV Azteca y de Banco Azteca.

Uno más es Mario Bustillos Borges, ex delegado de la CRM en Tabasco, posición desde la que fomentó actividades de la mano con la Fundación Zurich, fachada filantrópica del corporativo global del ramo de los seguros, entre ellos los médicos. Christian Harry Troop Díaz, cabeza de Troop y Compañía, fabricante de baterías, cargadores y sistemas de alumbrado público, quien es contratista de Pemex.

El mexiquense José Miguel Bejos, director de Grupo Prodi, socio de la compañía portuguesa Mota-Engil, que ha sido contratista por años del Gobierno del Estado de México, como hoy lo es de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) federal. José Miguel Bejos, delegado de la CRM en el Estado de México, es miembro de una familia mexiquense de abolengo priista, ligada políticamente a la familia del Mazo, primos del presidente Enrique Peña Nieto; José Miguel Bejos es primo a su vez de Alejandro García Bejos, titular de Mantenimiento Express Marítimo (Mexmar) contratista de Pemex, y hermano de Javier García Bejos, ex director del Aeropuerto de Toluca y actualmente secretario del Trabajo del Gobierno del Estado de México, encabezado por Eruviel Ávila.

Jesús Ernesto de la Maza Jiménez, ex delegado en San Luis Potosí, es desde diciembre pasado el dirigente estatal del Partido Nueva Alianza (Panal); Pedro Simón Idirin Bideguren, empresario restaurantero de origen español y delegado de la CRM en Guanajuato.

Sanidad capitalista

Como puede observarse, el patronato de la filantrópica CRM está conformado por empresarios que en la mayoría de los casos son delegados estatales y que, de acuerdo con la normatividad de la SNS y la SS, se rotan los cargos para reproducir los esquemas sanitarios financieristas diseñados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que a su vez está respaldado con recursos de trasnacionales aportados por las farmacéuticas y productoras de equipo médico especializado.

La OMS opera de manera coordinada con el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), para imponer modelos sanitarios financieros en los países en desarrollo, lo que les permite promover el lucro en favor de los corporativos del ramo, la apertura de nuevos mercados de consumo médico y, por supuesto, la ampliación de las facilidades fiscales en los países.

El esquema financiero sanitario puede observarse en la agrupación privada Fundación Nacional para la Salud (Funsalud), generadora de investigación sanitaria al modo de un think thank neoliberal, que es financiado por el corporativo internacional Nestlé; o bien el modelo de Protección Social en Salud, publicitado como Seguro Popular SP que, como han dicho decenas de especialistas en el tema, tarde o temprano sustituirá al esquema solidario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para abrir paso a las aseguradoras médicas privadas, una vez que la seguridad social fue transferida a las Afores.

Dada la doble naturaleza de la CRM, entre la filantropía y el esquema financierista sanitario, le da un matiz de instrumento financiero, lo mismo con esquemas de donación que con acuerdos de cooperación. Por ejemplo, el pasado primero de noviembre de 2014, Grupo Modelo (GM), a través de su Fundación Grupo Modelo, pactó una colaboración con la CRM para reclutar y capacitar a 60 mil voluntarios, quienes no cobrarán por ejercer su labor filantrópica; el acuerdo fue firmado por el presidente de la CRM, Fernando Suinaga y Ricardo Tadeu, director general de GM.

Las acciones “son parte de un movimiento que tendrá un alcance nacional, esperando alcanzar un máximo de 60 mil voluntarios, incluyendo los de la Cruz Roja y los de Grupo Modelo; además esperamos seguir en el futuro con el voluntariado y queremos que más empresas se unan a este esfuerzo que es una oportunidad para hacer la diferencia y trabajar en algo positivo”, dijo Ricardo Tadeu. Lo mencionado por el representante de Grupo Modelo establece que la CRM capacitará en emergencias sanitarias a personal técnico de la cervecería filatrópica que laborará gratis.

El pasado 20 de marzo, el empresario Carlos Slim Helú entregó un donativo de 14 millones 454 mil 438 pesos al patronato de la CRM por vía de la fundación que lleva su nombre. Su hijo Héctor Slim Seade, director de Telmex, señaló al respecto que esto incluye donaciones en especie como una ambulancia, equipos de cómputo y dinero en efectivo. En este marco, el presidente de la CRM, Fernando Suinaga, dijo que desde hace tiempo la CRM trabaja conjuntamente con la Fundación Carlos Slim en diversos programas de apoyo social. Por todo ello, el jefe patrono Suinaga entregó a Carlos Slim el título de “Benefactor de la CRM”.

El 12 de febrero de 2015 se dio a conocer que la empresa de mercadotecnia Alazraki Networks, propiedad de Carlos Alazraki, diseñó “gratis” la campaña para la colecta nacional 2015, denominada “Juntos Salvemos Vidas”, que se llevará a cabo en marzo y abril mediante la difusión de spots de televisión, radio, espectaculares, parabuses y paredes del Sistema de Transporte Colectivo (Metro).

Se dijo que por primera ocasión se usarán nuevas tecnologías móviles de comunicación y redes sociales para llegar al mayor número de posibles donantes que podrán usar sus tarjetas de crédito o bien por medio de mensajes SMS de diversas denominaciones que se cobrarán por medio de Telcel (Carso), de la misma forma que un equipo de voluntarios portarán tabletas para que pueda donarse vía PayPal, en prácticamente cualquier sitio, así como con depósitos en una cuenta en Banamex, el mismo banco del Teletón de Fundación Televisa. El objetivo es superar una meta (como en el Teletón) en este caso un mínimo de 345 millones de pesos para este año, por encima de los 333 millones de pesos obtenidos en 2014.

Cabe destacar la actitud de los paramédicos de la CRM quienes, al igual que millones de trabajadores, aportan su fuerza de trabajo para cumplir con una meta filantrópica mediante el apoyo humanitario gratuito a terceros, pero que finalmente se restringe a atención prehospitalaria. En el mejor de los casos, su trabajo de 24 por 24 horas se recompensa –no se paga por el régimen de las IAP– con mil 500 o dos mil pesos quincenales, cantidad que la CRM contabiliza como “insumos”; es decir, como gasolina u otros gastos de operación en las ambulancias.

La CRM prepara técnicos en urgencias médicas; sus alumnos pagan su formación: dos mil 500 pesos de inscripción y mil pesos mensuales para cada uno de los tres periodos de un año: básico, intermedio y avanzado, quienes también se incorporan a una diversidad de industrias y empresas particulares.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) entrega una certificación por tales estudios. En redes sociales, un paramédico en funciones, quien rechazó identificarse, indicó que un paramédico en el Sector Salud del Estado de México puede ganar 10 mil pesos mensuales; en Naucalpan ocho mil. En la Cruz Roja lo más que pueden ganar son cuatro mil pesos mensuales (dos mil quincenales) pero no como sueldo, sino como gratificación.

El 30 de marzo, el diario El Heraldo de Coatzacoalcos publicó que técnicos en urgencias médicas egresados de la CRM en esa localidad veracruzana son contratados continuamente por empresas de la zona industrial. La carrera técnica es cursada en la CRM en un año. Se entrevistó a Marisol Gil Cortés, administradora de la CRM en Coatzacoalcos, quien señaló que hasta ahora van 21 generaciones de técnicos formados; en la generación más reciente hay 30 estudiantes. Reconoció que son pocos los técnicos egresados que se integran a la CRM ya que la “gratificación” que reciben en la CRM (mil 500 pesos quincenales) es casi tres veces menor que el salario que pueden tener en la zona industrial (ocho mil mensuales).

La CRM tiene aproximadamente 43 mil voluntarios que cubren, sin obtener un sueldo, labores de diversa índole, mientras alrededor de 17 mil paramédicos atienden las emergencias reportadas en los 528 centros de la CRM en la República. En esta institución sólo el siete o el ocho por ciento del personal recibe un sueldo, informó Fernando Rivera. Los trabajadores remunerados, dijo, hacen “trabajos especializados que requieren la permanencia de alguien; por ejemplo, se le paga a los operadores de vehículos, que mueven a 20 voluntarios; es decir, se intenta cubrir la mayoría de las actividades con el voluntariado, porque ésa es la aportación que dan (su fuerza de trabajo)”.