La batalla por el dinero de los usuarios del Vivebús

Opinión


La batalla por el dinero de los usuarios del Vivebús

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2016, 11:42 am

Antonio López R.

[Chihuahua, Chih.-] Hay una negra nube que anuncia más tormentas a los usuarios del Vivebús, y es que según los informados, los concesionarios van a luchar con uñas y dientes por un aumento al transporte (ahora piden sea de 9 pesos), mientras que la mano del gobierno, según dejan ver las opiniones de “los mensajeros predilectos”, no cederá.

El transporte público parece ser un tema que el gobierno quisiera contener, pero la olla de presión esta a punto de reventar, ¿cómo hacer para que la ciudadanía recupere la confianza hasta ahora perdida hacia al gobierno y la administración del transporte? Se debería empezar con ofrecer cuentas claras, decirles cuanto, como y cuando se gasta, o gastó, el dinero recaudado, y qué se hace realmente para asegurar su movilidad en esta urbe, que comienza su salto a un escalón más alto de metrópolis con múltiples problemas, entre ellos el claro atraso en transportación.

Ganarse la confianza convenciendo al pueblo de lograr la realización de un plan a largo paso que alivie sus necesidades de movilidad, que sea seguro, confortable, y que esté al alcance del presupuesto familiar, parece no estar en mente de los contrincantes, lo que deja a la ciudadanía inerme, como siempre a un lado, desplazada de las cuestiones políticas que realmente influyen en su cotidianidad.

Continuar haciendo a un lado a los ciudadanos, es seguir haciéndolos los únicos afectados; en una contienda entre concesionarios y gobierno -que bien se pudiera interpretar como la lucha por el reparto de utilidades- los usuarios pagan por mal servicio, y sin embargo tienen cero injerencia en cuanto a las decisiones.

Solamente hay dos contrincantes en el ring, por lo cual se debe decir que el que tiene más que perder, es quien lleva en sus manos el peso de las instituciones, en ese sentido, se debería utilizar la cordura, y llegarle a las masas. Si las cosas siguen igual, esto será una lección para la gran mayoría que hace uso del transporte público: tiene un enemigo común, aunque navegue con una diferente bandera, por lo tanto, es en su propia fuerza en la que se debe confiar.