La antigua vía a Ortiz, a 73 años de su cancelación

**El desmantelamiento de la ferrovía acá, constituyó una verdadera catástrofe social y económica. **Grupo de investigadores de Delicias encontró el viejo terraplén y entrevistó a sobrevivientes.


La antigua vía a Ortiz, a 73 años de su cancelación

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2011, 13:25 pm

Congregación Ortiz, Municipio de Rosales.— ¿Quién se acuerda todavía? Acá, los jóvenes no saben que la calle principal de Ortiz fue vía del ferrocarril, y sólo los muy viejos se acuerdan de la catástrofe que significó el hecho de haberse quedado sin tren y sin estación.

Este año se cumplen ya 73 años de que el Gobierno federal cambió la vía que atravesaba el poblado, unos kilómetros en paralelo hacia el Este, a la actual ubicación del trazo ferroviario.

El rescate de esta memoria de la antigua vía a Ortiz se debe al trabajo de investigación que realizó el “Grupo Sociocultural Los Gigantes de la Quince”, de Ciudad Delicias, cuyos integrantes se echaron a cuestas la tarea de preservar el recuerdo de esta olvidada vía férrea.

“El cambio de las vías nos afectó mucho, porque había gente que vivía del tren: los que vendían comida, los que alojaban a los trabajadores... los automóviles de alquiler que venían de Rosales a recoger pasajeros, y las carretas de carga que traían y llevaban mercancías de la estación”. El testimonio es de don Andrés Alarcón, nativo de Villa Coronado y quien llegó aquí a los siete años de edad.

Según el historiador Francisco R. Almada, Congregación Ortiz fue una estación del Ferrocarril Central que data del año de 1883. Fue llamada así por haberse establecido en los terrenos de la hacienda Casa Blanca, propiedad de Cruz Ortiz, para facilitar el movimiento de personas y mercancías a los pueblos de Rosales y Meoqui. El 13 de octubre de 1883 pasó la primera máquina del ferrocarril por este lugar. En 1922 se le dotó de ejidos y desde esa época éste ha sido el principal medio de sustento. Ortiz fue erigida en sección municipal de Rosales por decreto del 25 de septiembre de 1941.

Fue en 1938 cuando se canceló la antigua vía férrea, después de 55 años de haber estado funcionando. Y aunque eso sucedió hace ya 70 años, todavía existen vestigios visibles de la vía: Eugenio Torres y Jesús Valles, de “Los Gigantes de la Quince”, encontraron que el camino que llega a Ortiz desde Delicias y que se extiende por varios kilómetros al Norte después de este pueblo, no es otra cosa que el viejo terraplén sobre el que corrían los trenes.

Asimismo, en la exploración fue posible encontrar también, en el mismo camino, muchos remanentes de la piedra negra sobre la que se asientan los durmientes, llamada balastro por los ferrocarrileros. A todo lo largo del terraplén también se localizaron muchos clavos, pernos, tuercas y tornillos oxidados, que se usaron en la estructura férrea.

“Éste es, sin duda, el terraplén de la antigua vía”, señaló Jesús Valles.

Viejo habitante de Estación Ortiz, don Anastasio Morales Mares tiene frescos los hechos de su pueblo. “Estación Ortiz, o Congregación Ortiz, dicen, nació con el tren, hace ya 125 años”. Recuerda que la vía del tren salvaba el río mediante un puente que estaba chueco, “ya que de este lado tenía un ángulo que subía de repente, y se veía muy raro, como con una joroba... nadie se explica por qué lo hicieron así”.

El puente estaba asentado, de acuerdo con este orticeño, sobre pilotes muy grandes, donde pegaban y a veces se quedaban atorados vacas muertas, muebles, tablas y árboles que eran arrastrados por la corriente del río cuando había crecientes.

Había aquí un velador en el puente, que le apodaban “El Buchán” y que se metía por las noches en dos casetas que había, una de cada lado de la estructura. “Yo me acuerdo de que un día domingo, íbamos a pie mi tía Paula y yo sobre el puente, caminábamos de Norte a Sur, y en eso escuchamos que nos pitó el tren... corrimos, y lo único que nos salvó fue que nos metimos en un tambo que había en un lado, ¡y bendito sea Dios, que me salvé esa vez de morir!”.

Anécdotas así, hay todavía muchas, de los viejos que todavía llevan en la memoria los tiempos en que la antigua vía a Ortiz traía todavía al ferrocarril.