"La Zona del Silencio tiene el nombre equivocado": científico

**"Son mitos, sólo mitos, y el nombre de 'Zona del Silencio' perdura debido a intereses de carácter turístico", subrayó el ingeniero Cristino Villarreal, director de la Reserva de la Biósfera de Mapimí.


La Crónica de Chihuahua
Abril de 2012, 08:43 am

Por Froilán Meza Rivera

Jiménez, Chih.- La famosísima "Zona del Silencio" tiene el nombre equivocado, como equivocadas son las supuestas características que le han dado proyección internacional a esta zona del desierto. Así lo declaró el ingeniero Cristino Villarreal, director de la Reserva de la Biósfera de Mapimí.

Éste es un triángulo que se forma con territorio de los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila, pero la "Zona del Silencio" no existe como tal. Lo que existe es el Bolsón de Mapimí, que es una región del Desierto Chihuahuense en donde no ocurre nada extraordinario que no ocurra en cualquier otro desierto del mundo.

Mucha gente asocia a esta región con OVNIS, con la caída incesante y continua de meteoritos, con visitas de extraterrestres, con extrañísimos vórtices magnéticos que convierten a esta parte de México en una zona fantástica, llena de atractivos ajenos a este mundo.

"Pero son mitos, sólo mitos, y el nombre de ’Zona del Silencio’ perdura debido a intereses de carácter turístico", subrayó el científico.

Por su parte, otro científico local, el doctor en Geología, Carlos García Gutiérrez, señaló al respecto que el nombre de "Zona del Silencio" fue acuñado por el ingeniero Augusto Harry de la Peña, quien le dio vuelo a la imaginación y más adelante vendió el concepto que, como un monumento a la superchería, quedó en la mente de muchas personas e incluso en algunos mapas oficiales.

Pero ¿cómo es que no existen todas las maravillas que se cuentan de esa región que abarca territorios de los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila?

"El nombre es sugestivo de misterio y fascinación hacia lo desconocido", dice el geólogo García Gutiérrez.

Augusto Harry de la Peña, "trabajando para PEMEX -relata García Gutiérrez-, en los oleoductos de Gómez Palacio a Camargo, notó ciertas anomalías en la recepción radiofónica frente a Ceballos, Durango, y le nombró ’Zona del Silencio’ en 1966".

Pero la zona se hizo famosa, señala el geólogo, cuando los norteamericanos lanzaron el 11 de julio de 1970 a las 2:00 horas desde Salt Lake City, Utah, un cohete del tipo Athena, y en lugar de caer en White Sands, Nuevo México, casi llegó a San Ignacio, Durango, a 1,770 kilómetros de distancia.

"La recuperación de los restos del cohete, que aparentemente traía una cápsula radioactiva de cobalto 60, y hasta del suelo contaminado por científicos y militares norteamericanos, originó una serie de reportazgos sensacionalistas en los periódicos de Chihuahua, Torreón y de Gómez Palacio", continúa el estudioso. A partir de ahí fue cuando se desató una serie de consejas y salieron diversas hipótesis sobre la zona