Juan Gabriel e Iñárritu: dos grandes méritos artísticos; dos posturas frente al poder

**No se puede evitar la comparación con otras figuras del espectáculo y su postura ante los gobiernos que no pasan por su mejor momento.


Juan Gabriel e Iñárritu: dos grandes méritos artísticos; dos posturas frente al poder

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2015, 11:30 am

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

Este lunes 23 de febrero, los mexicanos y mexicanas, particularmente los que forman parte de la afición al cine, amanecieron con la agradable noticia de que cuatro de los premios Oscar entregados la noche del domingo anterior quedaron en manos mexicanas. Muchos, seguramente, celebraron los premios para el fotógrafo Emmanuel Lubezky, quien repetía como ganador, y para Alejandro González Iñárritu en tres de las más importantes categorías: Guion original, Dirección y Mejor Película.

Lo que muchos operadores políticos quisieran olvidar fue que el galardonado director mexicano, vitoreado de pie en diversas entregas de premios celebradas este año, dedicara parte de su discurso a los malos gobiernos que tenemos qué padecer sus compatriotas.

“Dedico este premio a mis compatriotas mexicanos. Rezo para que podamos hallar y construir el Gobierno que nos merecemos”, dijo al final de la ceremonia, al recibir la estatuilla de Mejor Película de manos del polémico actor Sean Penn, quien en su momento también tuvo pronunciamientos en contra del gobierno de su país.

“A aquellos (mexicanos) que viven en este país, quienes son parte de la última generación de migrantes en este país, rezo para que ellos puedan ser tratados con la misma dignidad y respeto que aquellos que llegaron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes”, agregó.

Después de escuchar el discurso del director de “Birdman”; “Amores Perros”, “Babel”, tres filmes nominados al Oscar, no se puede evitar la comparación con otras figuras del espectáculo y su postura ante los gobiernos que no pasan por su mejor momento ni se han librado de acusaciones de corrupción.

Dos días antes de la entrega del premio más preciado en la industria del cine, el canta-autor Alberto Aguilera, conocido como “Juan Gabriel”, paseó y degustó una opípara comida en un lujoso restaurante de Ciudad Juárez con el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, sobre quien pesa una acusación penal por la comisión de un supuesto delito de enriquecimiento ilícito.

El cantante está en entera libertad de cultivar la amistad del gobernador Duarte y de su esposa, la señora Bertha Gómez Fong de Duarte. También puede elegir a quién regalarle una presentación artística, por aquello de viajar hasta Chihuahua a cantar gratuitamente en el cumpleaños 50 del mandatario. Lo que no puede es dejar de ver las condiciones en las que se encuentra su ciudad, y luego voltear a ver el tamaño del muro donde el gobierno de su amigo hará pintar un mural en su honor.

Juan Gabriel se preguntaba cómo se vería su rostro en un muro tan grande, según la entrevista concedida al vespertino juarense “El Mexicano”, pero en ningún momento cuestionó cuánto costaría hacer una obra pictórica de esas dimensiones. Tampoco se planteó por qué gastar tanto en un mural cuando el gobierno encabezado por su amigo César Duarte está sujeto a un decreto publicado el 28 de enero del 2014 que le obliga a aplicar severas medidas de austeridad.

Son dos formas de ver la vida y de llevar una carrera artística: el cineasta dedica los escasos minutos que tuvo ante la audiencia del premio Oscar para criticar a su gobierno, mientras que Juan Gabriel le regaló horas y horas al gobernador de su estado adoptivo, como antes le dedicó canciones a candidatos priistas.

Dos botones de muestra que dejan en claro las posturas que asumen los mexicanos dedicados a la industria del entretenimiento que se vuelven figuras públicas debido a sus méritos artísticos.

Ahí está Iñárritu, clamando por un mejor gobierno; su amigo y colega, Alfonso Cuarón, ganador de tres Oscares, con su pliego de 12 preguntas nunca contestadas por el presidente Enrique Peña Nieto, y por otro lado Juan Gabriel, quien compara al gobernador de Chihuahua con uno de los “Césares” romanos. Dos posturas, dos posiciones frente al poder. Que cada quién elija a cual aplaudir.