Joyas de antaño.- Los tranvías de Chihuahua

**Los tranvías dejaron de funcionar durante la recesión de 1922, a escasos 14 años de que iniciaran operaciones, y hasta la fecha persiste el misterio de qué se hizo con los carros.


Joyas de antaño.- Los tranvías de Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2011, 17:27 pm

Chihuahua, Chih.- ¡Ándale, lector! Aquí va esta joya que van a disfrutar los mecánicos, los electricistas, todos los burócratas en activo y por supuesto los burócratas jubilados, los chamacos inquietos y su contraparte los chamacos más quietos, no se diga los ferrocarrileros en activo y los retirados, todos los coleccionistas de trenecitos de juguete, los aficionados al ferromodelismo y, en fin, toda la raza que hace favor de leer este periódico digital.

Va, pues.

Un gringo, Allen Morrison, se dio a la tarea de echarse un clavado en la historia de los tranvías que han rodado por las calles de la capital de Chihuahua, y esto fue lo que se encontró:

Chihuahua es el estado más grande de México, con más o menos el tamaño del estado de Nuevo México, con el que colinda. Su capital, del mismo nombre, está a 359 kilómetros al sur de Ciudad Juárez y a mil 614 kilómetros al norte de la ciudad de México, sobre la línea principal del Ferrocarril Central de México. La población de la ciudad andaba en los 40 mil habitantes en el año de 1900, y es de alrededor de 600 mil en la actualidad, todo según el gringo mencionado.

El Ferrocarril Urbano de Chihuahua compró equipo a la John Stephenson Company de Nueva York y puso en servicio una línea de tranvías tirados por caballos entre la estación del Ferrocarril Central Mexicano y la Plaza de Armas en 1887. Compró más carros a la empresa Brill en 1900.

La Compañía Eléctrica y de Ferrocarriles de Chihuahua (CEFC) fue organizada en 1908 para producir electricidad y para prestar servicio de transporte eléctrico en la región. Esta CEFC hizo el pedido de seis tranvías eléctricos convertibles a la American Car Company el 13 de julio de 1908, e inauguró un tranvía eléctrico el día 4 de octubre de 1908. Como símbolo de los tiempos, en 1909 fue erigido en esta capital un arco triunfal en honor al presidente de México Porfirio Díaz, quien estuvo acá en una gira para inaugurar varias obras, y a quien se reconocía como un promotor de la electrificación de los tranvías que rodaban por las calles de todo el país.

La Compañía EFC adquirió otros 8 tranvías convertibles más, 2 tranvías abiertos convencionales y 8 plataformas abiertas de pasajeros a la compañía Brill en los siguientes dos años. Asimismo, adquirió equipo del tranvía de la ciudad de Parral, que había dejado de funcionar en 1909. Cabe mencionar, como un detalle, que durante la temporada de calor, los páneles latarales del modelo convertible de Chihuahua, se deslizaban hacia arriba al techo.

El tranvía de Chihuahua tenía básicamente dos rutas: entre las dos estaciones del ferrocarril y entre los templos de Nombre de Dios y el Santuario de Guadalupe. La terminal de los tranvías estaba a unas pocas cuadras al Este de la estación del Ferrocarril Central Mexicano.

Los tranvías dejaron de funcionar durante la recesión de 1922, a escasos 14 años de que iniciaran operaciones, y hasta la fecha persiste el misterio de qué se hizo con los carros.

Cabe mencionar que, décadas después de que en la ciudad ya no transitaban aquellos artefactos, hubo otro sistema ferroviario de vía angosta entre el poblado de Santa Eulalia, San Guillermo, Ávalos y la estación de Robinson-Tabalaopa. El llamado Ferrocarril Mineral inició con dos máquinas de vapor, y luego el Ferrocarril El Potosí, con tracción eléctrica, funcionaron hasta la década de los setenta del siglo XX, transportando minerales entre los poblados productores hasta el beneficio metalero de San Guillermo, y con una extensión hasta la fundición de Ávalos e incluso a la estación del Ferrocarril Central más cercana, en las afueras de Chihuahua, en Tabalaopa.