Jardines de Oriente: el infierno sobre la tierra

**Violencia intrafamiliar, uno de los principales "hallazgos" de los encuestadores del Plan de Intervención Social.


Jardines de Oriente: el infierno sobre la tierra

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2015, 12:42 pm

"...la realidad es que la gente está criando niños delincuentes y no porque sea como un ejemplo a seguir, sino porque los violentan demasiado y esa misma violencia que sufren en su hogar los convierte en niños violentos”: vecina.

Chihuahua, Chih.- En ocho de cada 10 viviendas consultadas por los encuestadores del Plan de Intervención Social en la colonia Jardines de Oriente, al sur de la ciudad, los vecinos aludieron a la violencia intrafamiliar como uno de los principales problemas de la zona tanto entre adultos como con niños como víctimas, lo cual aseguraron que los convierte desde pequeños en violentos. El problema alcanza tal magnitud que algunas vecinas señalaron que no dejan salir a sus niños a la calle.

Leticia Aguilar, vecina de la calle Parque El Escorial, denunció que “aquí existe mucha violencia intrafamiliar, mucha violencia hacia los niños; la realidad es que la gente está criando niños delincuentes y no porque sea como un ejemplo a seguir, sino porque los violentan demasiado y los niños esa misma violencia que sufren en su hogar los convierte en niños violentos”.

GOLPES, PROBLEMA GENERALIZADO

Aguilar señaló que los golpes, insultos, malos tratos y agresiones físicas entre los padres y hacia los niños es un secreto a voces en muchas de las casas de Jardines de Oriente, y es inútil ocultar que se trata de un problema generalizado, porque el que más y el que menos lo tiene en su hogar o en la casa contigua.

Además, denunció la inseguridad que se vive en la colonia y que atribuyó al gran número de familias que están de paso; “viene gente, renta, invade una casa cinco o seis meses y se va”, apuntando que ella y su familia fueron víctimas de esta práctica habitual.

AGREDEN Y DESAPARECEN

“Me hicieron un destrozo, me destrozaron las puertas de mi casa, me quebraron los vidrios, me golpearon a mi esposo y a mí, sin ton ni son, fue una cosa espantosa. Fue un sábado y el lunes ellos ya no estaban aquí, a quién demandas, a quién buscas”, aseguró con tono de impotencia.

Otro vecino, Carlos Soto, corroboró el sentimiento generalizado: “He visto problemas con mis vecinos, intrafamiliares, de pleitos entre ellos mismos, hay violencia intrafamiliar, es algo común. Al menos en mi calle (Parque La Abadía) ha habido muchos problemas de ese tipo, de hecho ya está como un foco de atención para la Policía, pero no vienen, les vale, no sé a qué le teman”.

LA POLICÍA NO VIENE

Por su parte, Luz Santos aseguró que “es un problema que todo el mundo sabe, la Policía no viene, si a una ambulancia le hablan nunca viene”, mientras que Abilene López Martínez refirió que “hay mucha violencia intrafamiliar, uno prefiere no salir para que los niños no vean la violencia que hay en las casas, afecta incluso a los niños”.

En materia de seguridad, Carlos Soto afirmó que existe una comandancia de policía en la colonia, pero “nomás se llegan las once de la noche y todo el mundo se desaparece, ya no hay Policía, ya no hay seguridad pública”, asegurando que cuando “andan por aquí los borrachos, andan patinando carros; les habla uno al 080 al 060 y no vienen”. En ese mis sentido, Esther aseguró que hay problemas, pues la Policía llega a las 500, llegan ya cuando pasó todo, entonces ya para qué”, mientras que otra vecina señaló que el pasado miércoles murió un vecino de un infarto y la Semefo tardó dos horas en llegar al domicilio, “llegó antes la funeraria”.

¿QUÉ FALTA? FALTA TODO

Mientras, Luz Santos alertó que a Jardines de Oriente le hace falta un centro comunitario, un doctor, y que se impulsen juegos de futbol y de basquet entre los pequeños, ya que ante la falta de este entretenimiento los niños y jóvenes se dedican a “pura drogadicción, nada hay aquí, nunca hay nada, ni escuelas, aquí nadie se encarga de este fraccionamiento, está muy abandonado”.

En el caso de Martha Cecilia Cereceres García los problemas son de otra índole, pasando por la necesidad de un trabajo con el que llegar al final de la quincena, ya que a su edad y con su padre de 90 años a su cargo, apenas viven con la pensión de éste de 2 mil 200 pesos mensuales y lo que ella logra obtener a través de la venta de manualidades.
Franciso Milla/ Omnia