Interpusieron segundo amparo contra subestación eléctrica

**Insisten en que la CFE ya siente que ganó el amparo, puesto que nunca interrumpió la construcción de la subestación.

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2011, 14:10 pm

Chihuahua, Chih.- Inconformes porque se sienten víctimas de la traición de las autoridades, vecinos de la colonia México 91 tramitaron un segundo amparo en contra de la construcción de una subestación eléctrica en esta zona densamente poblada.

Los promoventes reprochan a la Presidencia Municipal que, en la práctica, se haya convertido en cómplice de la Comisión Federal de Electricidad, al haberle otorgado el permiso de uso de suelo, en violación del propio Plan de Desarrollo Urbano Municipal, que contempla esta zona como de tipo habitacional y no industrial.

“Nunca se nos tomó en consideración”, dijo María Guadalupe Daniel, una de los ciudadanos que inició este nuevo juicio de amparo. “Cuando obtuvimos el primer amparo, pretendieron refutarlo argumentando falsamente que la subestación iba a sustituir al 100 por ciento a la de Ávalos”. Pero los vecinos se están moviendo, se están asesorando y han aprendido a ser cuidadosos en sus argumentaciones: “Pero pudimos comprobar, mediante pruebas irrefutables, que esto no era cierto, y que la subestación de Ávalos está vigente y que tiene larga vida por delante”.

El Municipio hizo mal al haber permitido la instalación, dicen, porque esta zona tiene un uso de suelo netamente habitacional, no industrial, y ese cambio, en caso de que se hubiera hecho, debió haberlo aprobado el Cabildo en pleno, para luego ser publicado el decreto en el Periódico Oficial del Estado. Pero no se hizo así, porque Chihuahua se rige todavía por el Plan de Desarrollo Urbano para la Ciudad de Chihuahua Visión 2040, autorizado por el Cabildo el 22 de octubre de 2009, argumentan.

Insisten, por otra parte, en que hay pruebas logradas mediante estudios científicos, de que la radiación electromagnética sí hace daño a la salud, en especial a los niños: cáncer, leucemia, tumores cerebrales hasta 50 metros de distancia, y aquí, en este caso particular, la planta eléctrica está no sólo rodeada de casas, sino que a escasos metros se encuentra el Jardín de Niños México 91.

“Pero lo peor de todo, es que en el peritaje que presentó en el juicio la CFE, ellos coinciden en todos estos datos de las distancias y las colindancias”, dice María Guadalupe.

Recuerdan, en la argumentación que presentaron al Juzgado Décimo de Distrito, que el Diario Oficial de la Federación publicó, el 14 de agosto de 1990, las regulaciones que siguen siendo válidas y obligatorias en la actualidad en todo el territorio nacional. El Programa Nacional de Desarrollo Urbano 1990-1994, en su anexo 2, emite los “Criterios para el Desarrollo Urbano”, mismos que tienen como objetivo el evitar situaciones críticas y reducir riesgos, así como salvaguardar la vida de los pobladores urbanos y rurales. El inciso U.3 dice: “Cualquier uso habitacional deberá estar alejado como mínimo, a 30 metros de una línea de transmisión eléctrica de alta tensión, y 50 metros de zonas industriales o de almacenamiento de alto riesgo”.

En estas fechas, la subestación ya está construida, y los tendidos de cable igual, sin que haya concluido siquiera el primer juicio de amparo, y es aquí que los vecinos se ven tentados a ser maliciosos: “Es que la CFE está apostando a que la resolución del juez va a ser a favor de ellos, pero nosotros esperamos que la justicia prevalezca, por el bien de cientos de niños que va a pasar parte de su vida en el jardín de niños y en las casas y en la calle, expuestos a la radiación, por culpa de compañías que sólo lucran con la salud y el bienestar de la población”.