Increíble: don Luis tiene ahora 140 kilos menos

**Tiene una receta de bebida herbal que le regaló un amigo suyo, indio pápago de Sonora.


Increíble: don Luis tiene ahora 140 kilos menos

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2011, 13:04 pm

Chihuahua, Chih.- ¿Cómo se siente perder 140 kilos en cuatro meses? La siguiente historia parece de ciencia ficción, pero es real y la vivió un hombre que, a decir de él mismo, estaba muerto en vida con un sobrepeso que lo mantenía anclado a un sillón de su sala.

Nada hacía ya, no se podía levantar más de un minuto porque sus piernas atrofiadas no aguantaban su peso.

Relata Luis Jáquez Caballero: “Llegué a pesar 249 kilos y fracción, y con una soda que me tomé, sobrepasé los 250... ¡me dio tanta tristeza! Ya estaba derrumbado en vida por el problema”.

Hizo cientos de dietas a lo largo de treinta años, todas diferentes, todas inútiles. Y con el último tratamiento convencional, un nutriólogo, lejos de hacerlo bajar, le provocó que subiera 40 kilos hasta llegar a los 250. Ese tipo solamente le rebajó... la chequera.

Pero a Luis Jáquez le ocurrió entonces un milagro en la forma de un amigo suyo que vino caído del cielo y que lo convenció de que había que dejar de comer todo lo que aparentemente es sano pero que en el fondo le hacía daño.

Este amigo, Rodolfo Tau, quien es un indio pápago de Sonora, le hizo un preparado de 21 yerbas, con lo que se le inhibió —y se le inhibe— el hambre. ¡Santo remedio! A partir de entonces, comenzó a moderar lo que comía, siendo ese preparado su alimento principal, y llegó la cifra de 110 kilogramos, es decir, 140 menos que cuatro meses atrás.

En casa antes había tres refrigeradores llenos de comida, porque nada era suficiente para apagar el hambre que lo consumía. Hoy está sólo uno, y casi vacío.

UNA Y DOS OFENSAS

“Sabe, yo tengo mis sospechas acerca de que ha de haber sido mi señora la que platicó con mi amigo Rodolfo, porque él me avisó que venía, y cuando lo fuimos a recibir, ya traía un laboratorio de análisis en su camioneta. Él es doctor, pero además tiene muy arraigada una tradición de herbolaria de su tribu”.

Los pápagos, que son una etnia binacional que se reparten entre Sonora y Arizona. Rodolfo Tau vive en una reservación en las inmediaciones de Sonoyta, de este lado de la frontera

“Llegando, me hizo una primera ofensa, al preguntarme que cómo estaba, y él mismo respondió diciendo que era yo un cadáver. La segunda ofensa me la hizo al llegar a la casa, donde se atrevió a tirar la comida que teníamos en los refrigeradores. Me dio el preparado que hizo con su receta secreta, y después de que me la bebí me preguntó: ‘¿qué sientes?’. ‘Nada’, le dije. ‘¿Tienes hambre?’, preguntó, y entonces me di cuenta de que ése era el efecto de la bebida: no me lo va a creer, pero yo ahora duro hasta ocho días sin probar alimento sólido”.

Ahora, como el secreto se fue filtrando hacia fuera, varios conocidos de don Luis formaron un reducido grupo que está sometido al tratamiento de este preparado líquido de color verde que sabe a pasto molido y que está obrando en la pérdida de muchos kilos y en la recuperación de la salud en todos ellos.

Por lo pronto, este producto, que no tiene costo para las siete personas que lo están consumiendo, no se distribuye ni se comercializa, aunque por sus efectos benéficos, dice don Luis que va a buscar la manera de que se produzca masivamente con la ayuda de alguna institución de salud, sin ánimos de lucro.