Incendios forestales: devastación causada por la acción humana

**Las entidades federativas con mayor número de incendios fueron México, Chihuahua, Distrito Federal, Michoacán, Jalisco, Puebla, Oaxaca, Durango, Tlaxcala y Veracruz.

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2015, 22:51 pm

Chihuahua, Chih.- En el 2014 se registraron 5,325 incendios forestales en las 32 entidades federativas, afectando una superficie de 155,533.52 hectáreas, de esta superficie, 94.32% correspondió a vegetación en los estados herbáceo y arbustivo y 5.68%, a arbóreo.

Las entidades federativas con mayor número de incendios fueron México, Chihuahua, Distrito Federal, Michoacán, Jalisco, Puebla, Oaxaca, Durango, Tlaxcala y Veracruz, que representa 81.69% del total nacional.

Y las entidades federativas con mayor superficie afectada fueron: Sonora, Chihuahua, Baja California, Oaxaca, Durango, Jalisco, Guerrero, Baja California Sur, Michoacán y Tabasco, que representan 85.74% del total nacional.

Por su parte, Juan José Guerra Abud, titular de la Semarnat, aseguró que 97% de los incendios forestales son causados por los humanos.

También informó que durante el periodo 2004-2014 se han registrado un total de 91,091 incendios forestales, de los cuales 35,330 han sido ocasionados por actividades agropecuarias (38.79%) y 11.82% fueron generados por fogatas, en cambio, durante este periodo, las causas naturales (descargas eléctricas) han generado 1,518 incendios forestales, que representan apenas 1.67% del total.

La prevención es trascendental

En México, 70% de su territorio corresponde a superficie forestal, lo que equivale a 138 millones de hectáreas, que albergan una gran cantidad de diversidad biológica.

México se ubica en el cuarto lugar entre los 17 países megadiversos: aloja a cerca de 70% de las especies conocidas de la Tierra, muchas de estas especies son endémicas y frecuentemente se restringen a un ámbito geográfico reducido.

En términos generales, el deterioro de los ecosistemas forestales como consecuencia de los incendios se traduce en alteración de los regímenes de fuego en los ecosistemas, lo que incrementa la frecuencia y la severidad de los incendios forestales dañinos que inciden en la erosión, pérdida de infraestructura, daños materiales y afectación a la salud de las personas, además del incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.