Imparable e incalculable, el saqueo de fósiles

**Productores cementeros deberían colaborar para preservar la riqueza paleontológica. (FOTO: LA CRÓNICA DE CHIHUAHUA)


Imparable e incalculable, el saqueo de fósiles

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2012, 12:06 pm

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Además del saqueo incalculable de fósiles del estado de Chihuahua que diariamente realizan comerciantes clandestinos y traficantes estadounidenses, está la industria, cuya actividad no está regulada en función de esta riqueza natural.

De acuerdo al Doctor en Geología Carlos García Gutiérrez, las industrias cementera y yesera descansan sobre la explotación de cientos y miles de toneladas de piedra caliza, que tiene su origen en fósiles marinos.

Aunque se trata de un recurso inagotable en virtud de que desde la Sierra de Nombre de Dios hasta Ojinaga el terreno está conformado por piedra caliza, cuya fuente natural la constituyen los fósiles marinos, su explotación debe ser sujeta a reglamentación.

Esa materia prima está constituida por las conchas, los caparazones y el exoesqueleto de animales marinos de la era mesozoica. Y de acuerdo a una propuesta que García Gutiérrez expuso desde hace 5 años, quienes explotan estos fósiles deberían entregar los mejores ejemplares para la constitución de un buen museo paleontológico.

En tanto que la Ley del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señala en su reglamento que los fósiles forman parte del patrimonio de la nación, y que en consecuencia se debe sancionar a quienes los sustraigan de su medio natural, incluso con cárcel, esto no se lleva a la práctica.

Si ni siquiera existe presupuesto para estudiar a fondo todos los yacimientos arqueológicos, es decir, donde existen restos y vestigios de actividad de seres humanos en el pasado, menos tendría el INAH el presupuesto -ya ni se diga el personal y equipo- para proteger la riqueza paleontológica, o sea los fósiles.

Por el oriente de Chihuahua estaba ubicado, en la era mesozoica, el famoso Mar de Tetis, el mar mexicano, que estaba poblado por moluscos de todo tipo.

Este es un recurso inagotable, sugirió García Gutiérrez, porque una gran parte de nuestro suelo está formado por sedimentos calizos, producto de la descomposición de los fósiles de moluscos.

Hasta ahora no hay un reglamento, pero ni mucho menos contamos con una autoridad medianamente dotada de los recursos para controlar la seguridad de los yacimientos paleontológicos, ni para suprimir el tráfico de fósiles, mucho menos para castigar el saqueo y el contrabando.

Quienes han encontrado los fósiles más importantes, agregó, son quienes se dedican a la comercialización, y también ellos deben cooperar para la integración de ejemplares que nos digan cómo era la vida en eras atrás.

Dijo el geólogo y ecologista desde 1997 que "no estoy a favor de que se restrinja (la industria), simplemente se debe regular... el INAH estableció sanciones, pero esta dependencia sólo se dedica a conservar y cuidar lo que fue creado por el hombre, pero esto (los fósiles) es natural, es un recurso inagotable, se puede explotar con la condición de que sean entregados los mejores ejemplares; de esta forma, los productores de cemento generan riqueza y ayudan con la entrega de fósiles, con los cuales está hecha la piedra caliza".