Hohenlohe se cayó embutido en su traje de semi-mariachi

**Su presencia en los Juegos de Sochi 2014 se evaporó en 55 segundos. Menos de un minuto pasó desde que salió y se cayó en la prueba de slalom.


Hohenlohe se cayó embutido en su traje de semi-mariachi

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2014, 10:00 am

Hubertus de Hohenlohe habría querrido acabar de otra forma su andadura de treinta años olímpicos y su participación en seis Juegos. Pero su presencia en los Juegos de Sochi 2014 se evaporó en 55 segundos. Menos de un minuto pasó desde que salió y se cayó en la prueba de slalom.

Ese número, 55, como la edad con la que compitió en Sochi el polifacético deportista fue al final fatídico, sin poder terminar la primera de las dos mangas de la prueba.

Hohenlohe, el príncipe alemán que nació en México, tropezó y se cayó embutido en su combinación de mariachi, que había elegido para participar en homenaje al país que le había permitido estar en seis Juegos Olímpicos. «La pista estaba muy mal para nosotros. No fue un placer bajar. Fue como sobrevivir, pensando simplemente en no salirse. Era como una lucha continua sobre la pista, pero al final me ganó la cabrona», señaló tras la prueba.

Y es que parecía que Hohenlohe no se podía caer. Cuidadoso en cada puerta, a una velocidad mínima, parecía claro que su primer objetivo era terminar. Pero no pudo ser. «Nunca me caí en slalom. Me he dado cuenta que es la primera vez que me caigo. El trazado lo pusieron mal. Cuando se ponen agujeros es más difícil de mantenerse. Vas rápido, y luego lento, rápido y lento. Así no tomas ritmo. Así que fue difícil», añadió.

«Cuando vi la pista como estaba y con el número 113, es decir uno de los últimos en salir, era un acto heroico poder llegar, porque la nieve estaba demasiado empinada y demasiado blanda. Pero en fin, fue una pena no poder llegar, aunque es parte del juego. Es la primera que me salgo en unos Juegos y en seis ocasiones puede pasar», explicó.

Hubertus de Hohenlohe, único representante mexicano en los Juegos de Sochi 2014, puso fin de esta manera a su carrera olímpica, ya que en los próximos, en Corea del Sur en 2018, tendrá casi sesenta años.

Con su participación en Sochi, Hohenlohe se convirtió en el segundo participante más veterano en la historia de los Juegos de Invierno, solo superado en edad por el sueco Carl August Kronlund, que en Chamonix 1924 participó con 58 años en curling.

Pero aunque no estará en los próximos Juegos Olímpicos, su intención es seguir compitiendo un año más y estar en el Mundial de esquí alpino de 2015, en Vail (Estados Unidos). «Voy a correr una vez más en Vail, en el Mundial, porque hay muchos mexicanos allí y vale la pena. Cuatro años son muchos como para estar en otros Juegos, no sé cómo estaré en cuatro años. Voy a estar Colorado y esperemos luego encontrar gente joven, nueva, en México, que quiera esquiar», señaló.

En 30 años como atleta olímpico, Hohenlohe ha participado en seis Juegos de Invierno: Sarajevo 1984, Calgary 1988, Albertville 1992, Lillehammer 1994, Vancouver 2010 y Sochi 2014.

La participación de polifacético personaje (es cantante, fotógrafo, presentador de televisión, diseñador, empresario y dirigente deportivo) pudo haberse elevado a nueve, ya que no estuvo en los de Nagano 1998, Salt Lake City 2002 y Turín 2006.

«Todo el mundo quiere mi traje»

Hubertus de Hohenlohe vio como muchos participantes le pedían la combinación de mariachi con la que compitió en Sochi 2014, incluido la estrella estadounidense Bode Miller. «Este traje lo voy a poner en un maniquí en mi casa en Viena y tenerlo en una exposición», señaló el mexicano. «Todo el mundo quiere el traje, sobre todo los esquiadores canadienses, todos me lo quieren comprar mi traje. También Bode Miller», explicó Hohenlohe. El mexicano afirmó que en el Mundial de Vail cambiará de traje. «Voy a llevar otro como éste pero con otro color, a ver si me trae más suerte. Uno blanco, plateado», indicó.

Hubertus de Hohenlohe no ganó, pero este sábado había esperándole tantos periodistas como si se hubiera llevado el oro en la prueba. La gloria olímpica le duró 30 años, aunque en Sochi 2014 se resumió en 55 segundos.