Guelaguetza de danza internacional

**La Guelaguetza, convertida actualmente en un espectáculo por el Gobierno del Estado, restringe cada vez más el acceso gratuito que tuvo anteriormente, cuando había una asistencia totalmente espontánea y libre, de carácter más popular.


Guelaguetza de danza internacional

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2018, 12:21 pm

Por Gabriel Hernández García/
Dirigente antorchista en el estado de Oaxaca

Literalmente el cerro grita, ruge y se oye a dos o tres kilómetros de distancia. Sus interjecciones no son en español, inglés, ruso o alemán, más bien son expresiones humanas que denotan admiración, fascinación, gusto y alegría, es un lenguaje universal en el que, sin proponérselo, todos los hombres se entienden.

Hablando francamente el cerro no ruge ni habla, son hombres, mujeres y niños los que concentrados en lo que, en Oaxaca, se conoce como “El Cerro del Fortín”, celebran, en el penúltimo y ultimo lunes del mes de julio, la fiesta de La Guelaguetza, celebración que los oaxaqueños han venido conservando y bailando desde 1932 en este lugar, pero que también bailan, en el transcurso del año en sus en sus fiestas patronales, velas, mayordomías o presentaciones culturales que se realizan en todo el Estado de Oaxaca.

Las fiestas son únicas, en el estado, en México y, probablemente, en toda Latinoamérica. Las danzas y bailes se repiten cada año, pero eso no importa, quienes asisten las reciben siempre con la misma alegría y el mismo entusiasmo. Es una extraña y agradable combinación de tradición, color, belleza, solidaridad y fraternidad humana, y quizás por eso los bailarines que se prodigan al máximo para agradar a quienes se encuentran presentes convirtiéndose así una única, bella e imborrable experiencia que se quiere repetir nuevamente.

Oaxaca es un gran reservorio cultural de México.

Pervive, en este estado, una extraordinaria y variadísima gastronomía, exquisita en sabores, olores y colores; conviven aquí 18 grupos étnicos con una grandísima pluralidad de variantes dialectales; conserva y practica una diversísima cantidad de danzas y bailes de las que seguramente no existe un registro completo de todo lo que se baila en el estado, los bailes de La Guelaguetza son sólo unos cuantos; su compleja orografía crea diferentes climas, subclimas, que a su vez permiten casi todo tipo de flora y fauna con su consecuente uso en la gastronomía.

La Guelaguetza, convertida actualmente en un espectáculo por el Gobierno del Estado, restringe cada vez más el acceso gratuito que anteriormente tuvo. Era parte un rito de los grupos mexica, asentados en el valle de Oaxaca y una reminiscencia ancestral de su creencia en la diosa Centeotl (diosa o dios del maíz) y que, como ya se dijo, fue retomada a partir de 1932 y a partir de esta fecha hasta 1975, año en que se inaugura el actual auditorio, la asistencia a dicho evento era totalmente espontánea, libre y gratuita.

Los bailes que se presentan también son creación del pueblo, quien no ve en “Los rubios de Juxtlahuaca” la energía y la fuerza de humildes peones o vaqueros luchando contra toros semisalvajes o arriando o marcando el ganado que deben de cuidar; quién no ve en los elegantes poderosos saltos de los bailarines de la “Danza de la pluma” el encuentro, el choque, de dos mundos el de la civilización indígena y el de los conquistadores españoles. Quién, que conozca la Costa Chica y especialmente Pinotepa, no se da cuenta de que las chilenas es el baile normal de todos los bailes en dicha zona de Oaxaca. Es decir, en los bailes de La Guelaguetza se encuentra la reminiscencia, ritos ancestrales, de cultura viva, que se sigue creando, de manera espontánea y natural por el pueblo de Oaxaca.

Se comprueba aquí, nuevamente, el planteamiento de que es el que pueblo quien crea la cultura, pero, para desgracia de este gran demiurgo, la pierde y ésta es secuestrada por unos cuantos. Necesitamos pugnar por buscar mecanismos que le permitan al pueblo de Oaxaca seguir disfrutando gratuitamente de un espectáculo creado por él mismo.

Los antorchistas pugnamos, desde hace 44 años, por devolver al pueblo de México, la cultura que tanto necesita y por esa razón organizamos eventos culturales gratuitos en todo el país y durante todo el año. Con el mismo espíritu, realizaremos el próximo 27 de octubre el III Festival de Folclor Internacional en el auditorio Guelaguetza, al que asistirán cientos de artistas de todo el país y que usted, no se debería perder. Están, pues, invitados.