Gran Morelos: nada cambió con la presencia de la PEU

**Hace un año, un contingente del Ejército Mexicano llegó a Gran Morelos, donde no cambió nada y para muestra ahí están los hechos: un año y nueve días después.


Gran Morelos: nada cambió con la presencia de la PEU

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2014, 20:17 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Hace un año, un contingente del Ejército Mexicano llegó a Carretas, la cabecera municipal del pequeño municipio de Gran Morelos. Comparado el tamaño del municipio con la cantidad de soldados y policías estatales que llegaron, aquello parecía la invasión de la poderosa armada estadounidense a la minúscula isla de Granada, allá por los años 80.

Sin embargo, a diferencia de la invasión a Granada, donde el ejército local fue vencido rápidamente, en Gran Morelos no cambió nada y para muestra ahí están los hechos: un año y nueve días después, sucedió exactamente lo mismo: un comando armado que acribilla a un grupo de efectivos de la policía municipal.

El 30 de abril del año pasado, el entonces Fiscal General del Estado, Carlos Manuel Salas, anunció el envío de un grupo de la División Preventiva e Investigación de la Policía Estatal Única, así como de efectivos del Ejército, para “reinstaurar el orden” en Gran Morelos, luego de la muerte de tres policías y un civil a manos de un grupo armado. (El Diario de Chihuahua; mayo 01 del 2013)

La presencia de policías y soldados sirvió para detener a los presuntos homicidas: José Ignacio Duarte Casarín, Victoriano Hernández Bautista, Antonio Palma Ramírez, Leonardo Carbajal Cebrero y Uriel Olaya Solís como autores de aquella masacre. Supuestamente, se trataba de ex militares que para ese entonces ya trabajaban para una organización delictiva.

Fuera de esa detención, las cosas no cambiaron, o al menos así lo dicen los mismos pobladores de Gran Morelos en entrevistas que dieron a los diarios impresos de la capital del estado. Los retenes, los “levantones” y las balaceras y los cobros de cuotas de piso seguían tan vigentes como antes de que llegara aquel contingente que iba a “restaurar el orden”.