Fue Chihuahua, laboratorio de diseño automotriz y aeronáutico

ESTRENARON GRINGOS TECNOLOGÍA DURANTE EXPEDICIÓN PUNITIVA


Fue Chihuahua, laboratorio de diseño automotriz y aeronáutico

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2010, 17:41 pm

**Diseños pioneros de aviones y tanques, contra Pancho Villa.

Por Froilán Meza Rivera

La búsqueda de Pancho Villa para castigarlo por la incursión armada que realizó el general mexicano contra la población estadounidense de Columbus, convirtió a Chihuahua en, además de campo de guerra, en un laboratorio de pruebas de diseño automotriz y aeronáutico.

Aquí se utilizó por primera vez en la historia, un escuadrón aéreo con fines militares, y aquí se probaron y perfeccionaron algunos de los diseños de los tanques que intervendrían más tarde en la Primera Guerra Mundial. La llamada Expedición Punitiva, que fue de hecho una invasión de México (tolerada por el gobierno mexicano de entonces), no tuvo éxito en atrapar a Villa y las tropas, equipo y armamento, se regresaron a los Estados Unidos.

El 15 de marzo de 1916, de acuerdo a las órdenes dadas por el presidente estadounidense Woodrow Wilson, el general John J. Pershing condujo una fuerza de invasión de 10 mil hombres hacia México.

Trajeron el recientemente adquirido Curtiss JN-2, un avioncito biplano que se usó en el así llamado Primer Escuadrón Aéreo Provisional, para realizar reconocimientos aéreos. Pershing utilizó, asimismo, un tren formado por hileras de camiones de carga para transportar los bastimentos y el equipo, debido a que el gobierno de Carranza les limitó el uso del Ferrocarril nacional.

Aquí en Chihuahua se utilizó también un novedoso sistema de telégrafo inalámbrico a base de señales.

La aviación se benefició con la experiencia de la campaña militar en Chihuahua, porque una versión modificada del Curtiss JN-2, el JN-4, fue el avión más famoso de la Primera Guerra Mundial. La compañía manufacturera de este modelo, la Hammondsport de Nueva York, combinó las características de los modelos de entrenamiento llamados “J” y “N” y produjeron el JN por primera vez en 1915, como encargo para surtir al Ejército y a la Armada de los Estados Unidos.

Se trataba de un aeroplano deficiente en muchos sentidos, provisto de un control de alas y alerones en forma de yugo situado en la cabina. Los posteriores modelos incorporaron controles en forma de rueda, así como pares de alas disparejas y alerones en las alas superiores.

A despecho de todo el despliegue de camiones, motocarros, motocicletas y vehículos blindados a la manera de los tanques de guerra, Pershing lanzó globos dirigibles y el total de 16 avioncitos de la flotilla, pero nunca pudo localizar a Villa. Los aeroplanos fallaron porque no tenían la potencia necesaria para vencer los vientos erráticos ni para remontar las altas sierras chihuahuenses y, eventualmente, casi todos ellos fueron reemplazados por otros.

Muchos de estos aviones cayeron a tierra junto con sus pilotos, y de acuerdo a la tradición popular de los corridos, el mismo Francisco Villa se apoderó de uno de ellos con todo y navegante, y les pasó a los gringos para saludarlos desde las alturas, burlón.

Los descendientes del JN-2 tuvieron mejor suerte en los campos de la guerra europea, pero mucho de ello fue gracias a que, con la invasión norteamericana a Chihuahua, estas naves aéreas se pudieron perfeccionar aprendiendo de los errores.