Flora y fauna mexica conviven en renovada sala 6 del Templo Mayor

**Tras dos años de remodelación y actualización museográfica, se reabre este espacio al público.


Flora y fauna mexica conviven en renovada sala 6 del Templo Mayor

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2013, 09:26 am

México, D.F.- Un xicolli, prenda tipo chaleco que probablemente perteneció a un sacerdote mexica, un peto de papel amate o elemento ornamental que se utilizaba en el pecho, así como una manta de algodón adornada con costuras de ixtle son algunas de las singulares piezas halladas en las excavaciones del recinto sagrado de Tenochtitlan que a partir de hoy el público podrá admirar de manera permanente en el Museo del Templo Mayor.

Estos elementos orgánicos, difíciles de conservar, fueron halladas en 2000 como parte de una ofrenda dedicada al dios Tláloc y ahora conviven con los restos de animales de diversas especies en la renovada sala 6 del museo, la cual abre sus puertas luego de dos años de trabajos de remodelación mobiliaria y actualización museográfica.

Los 338 objetos exhibidos en este espacio dedicado a la flora y fauna que en los últimos 25 años se han recuperado en el centro ceremonial mexica muestran la relación de este pueblo con los diferentes ambientes a los que tuvo acceso, tanto de manera directa, como los lagos y bosques de la Cuenca de México, como los territorios lejanos, como costas y selvas tropicales. “Sobre todo el empleo de estos recursos como parte de sus ofrendas, de su vida ritual”, comentó el arqueólogo Adrián Velázquez, curador de la sala.

Restos botánicos, como de algodón, agave, chía, pitahaya; huesos de animales exóticos como el águila real, pumas, cocodrilos, así como representaciones de animales y plantas en madera o piedra se pueden observar en las nuevas vitrinas de este espacio que originalmente exhibía poco más de 80 piezas.

A lo largo de la sala destacan las vitrinas que contienen los objetos de madera, papel y textiles, las cuales fueron acondicionadas con iluminación LED para evitar que estos materiales delicados se deterioren.

Los textiles y papel, destacó Adrián Velázquez, son hallazgos únicos porque se trata de materiales difíciles de conservar en contextos arqueológicos y hasta ahora en la zona arqueológica del Templo Mayor sólo se habían registrado restos carbonizados. “Por la naturaleza de las piezas se decidió colocar una iluminación especial”, añadió.

Entre animales disecados y conchas

Una gran parte del acervo de esta sala la conforman los elementos marinos que frecuentemente aparecen en las ofrendas, ya que para los mexicas estos materiales estaban ligados al inframundo.

“Los moluscos eran utilizados para las ofrendas. Son especies exóticas que vienen de las costas y que por su colorido o forma eran traídos hasta aquí para ser parte de las ofrendas”, comentó la bióloga Norma Valentín Maldonado, investigadora de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH, quien también participó en la curaduría de la muestra.

El nuevo guión museográfico, que comprende 10 núcleos temáticos, incluye algunos ejemplares de animales modernos disecados que ilustran la práctica de la taxidermia entre los mexicas.

Todos estos restos botánicos y de animales, explica Valentin Maldonado, pueden funcionar como un reporte de colecta de hace 500 años, que además de conocer las diversas especies de la época, permiten conocer las rutas de intercambio comercial que tuvieron los mexicas.

La sala estará abierta al público a partir de hoy y se ubica en el tercer piso del Museo de sitio de la zona arqueológica del Templo Mayor.