Feos con ganas, ajolotes causan miedo en Nuevo Majalca

**Su aspecto entre pez y lagarto, destantea a pobladores rurales. **Existe un criadero natural en un estanque.


Feos con ganas, ajolotes causan miedo en Nuevo Majalca

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2010, 01:08 am

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- ¿Un pescado con patas y cuernos? ¿Una lagartija acuática con cara de pescado? ¿Y cuernos? Durante varios días, los habitantes del poblado de Nuevo Majalca vivieron con el asombro, y la noticia se esparció por todas las casas.

Un monstruo fue capturado en un presón. Un “monstruo” acuático que sobrevivió a otros tres que fueron traídos por unos chamacos que se fueron a pescar y que los sacaron con una red, junto con algunos peces. A este “monstruo” lo llevaron a la casa de Esteban Guzmán, en este pueblo del municipio de Chihuahua.

Un “monstruo” de tales características no podía ser más que un ajolote.

El ajolote (nombre científico: Ambystoma mexicanum) es un anfibio de la familia de las salamandras tigre, y es una especie que sólo existe de forma natural en la zona de los canales de Xochimilco en el Distrito Federal. Su nombre (en náhuatl “axolotl”) significa “perro de agua”. Es una especie en peligro de extinción y en su hábitat natural está siendo objeto de varios programas gubernamentales para conservarlo.

Pero ¿qué hace un ajolote en la sierra de Majalca?

Este ejemplar y los tres que murieron, vivían en el Presón de la Tuna, a unos 10 kilómetros al Oeste de Nuevo Majalca rumbo a la sierra. En ese estanque fueron sembradas, hace seis años, cientos de crías de varias especies de peces con la intención de que se desarrollaran y sirvieran como alimento a la comunidad. Mediante una solicitud que hicieron don Esteban y el veterinario Octavio Torres en la Subdelegación de Pesca de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), les fueron entregadas las crías de pescado que trajeron de Camargo. De entonces para acá, en el Presón de la Tuna ha habido azules y chatos, que la gente va a pescar. En un tiempo hubo también mojarras, pero éstas sólo sobrevivieron dos años hasta que ya no hubo ninguno.

Santiago Guzmán, hijo de Esteban, cree que los ajolotes pudieron haber venido del criadero de Camargo, y que alguien los ha de haber traído del Distrito Federal como una curiosidad.

“Desde hace tiempo, la gente veía que saltaban peces, y decían: ’Ha de haber muchos, para que salten así’. Vimos que eran diferentes que los demás, pero no alcanzábamos a distinguirlos cuando salían del agua”, dijo Santiago.

Ahora, los pobladores de Nuevo Majalca dicen que están seguros de que estos “monstruos” no existen en otros estanques más en en éste de la Tuna.

Los antiguos aztecas utilizaban al ajolote como alimento, como medicina y como objeto de ceremonias rituales, ya que era considerado como la encarnación del dios Xólotl, hermano mellizo de Quetzalcóatl. Dicen que Xólotl huyó cambiando de forma hasta que llegó a las profundidades del agua para salvarse del sacrificio, pero sin conseguirlo, pues teme a la muerte y no la acepta como lo hizo Quetzalcóatl, quien se sacrificó para salvar a los hombres de la extinción

Por lo pronto, aclimatados desde hace seis años a las aguas de la sierra de Majalca, al ajolote se le abren las posibilidades de conservación con este nuevo hábitat que adoptó, tan lejano de los canales de Xochimilco.