Falleció el escritor Eraclio Zepeda

**El escritor, poeta y novelista chiapanecomurió a los 78 años a causa de un paro respiratorio.


Falleció el escritor Eraclio Zepeda

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2015, 11:48 am

El escritor, poeta y novelista chiapaneco Eraclio Zepeda murió a los 78 años a causa de un paro respiratorio.

Zepeda formó parte de la Academia Mexicana de la Lengua y en 1982 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por Andando en el tiempo.

En 2014 fue condecorado con la Medalla Belisario Domínguez y también recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura otorgado por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Entre sus obras destacan Benzulul (1960), El tiempo y el agua (1960), La espiga amotinada (1960), Elegía a Rubén Jaramillo (1963), Ocupación de la palabra (1965), Asalto nocturno (1975), Andando el tiempo (1982), Un tango para hilvanando (1987), Ratón-que-vuela (1999), Horas de vuelo (2001), Las grandes lluvias (2005), y Tocar el fuego (2007).

Luego de darse a conocer la noticia, varios políticos e intelectuales manifestaron su pésame a la familia Zepeda a través de la red social Twitter.

Manlio F. Beltrones, presidente nacional del PRI, apuntó en su cuenta @MFBeltrones: "Descanse en paz el escritor chiapaneco Eraclio Zepeda, miembro del Sistema Nacional de Creadores, acreedor de la Medalla Belisario Domínguez".

@JuristasUNAM señaló: "Lamentamos el fallecimiento del escritor chiapaneco Eraclio Zepeda, ganador de la medalla Belisario Domínguez en 2014".

A su vez, Jesús Silva-Herzog recordó a través de su cuenta @jshm00 el discurso de Eraclio Zepeda al ingresar a la Academia Mexicana de la Lengua (@AcademiaMexico) www.academia.org.mx/SesionPublica&id=60

Consuelo Sáizar anotó en su cuenta @CSaizar: "Ha muerto Eraclio Zepeda, ese escritor magnífico que fue también un conversador prodigioso. Leerlo, escucharlo,era una experiencia fascinante".

Igualmente, Miguel Barbosa, Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado apuntó en su cuenta @MBarbosaMX:

"Con profundo pesar me entero de la pérdida del escritor, poeta y novelista chiapaneco Eraclio Zepeda Ramos. Un abrazo solidario a su familia.

"En diciembre pasado tuve el honor de entregar la Medalla Belisario Domínguez al gigante de las letras Eraclio Zepeda."

En 2004, platicó con Reforma con motivo del Premio Nacional de Ciencias y artes. Aquí parte de la entrevista:

’Cualquier vereda me provocaba viajar’

En un ángulo de su biblioteca están los retratos de los tres Eraclio Zepeda.

Cada uno tiene su historial de guerra: el abuelo luchó contra los invasores franceses, el padre en la Revolución Mexicana y el escritor fue miliciano en Cuba, donde combatió en Playa Girón.

"Sin darme cuenta, ahora que volteo, veo que todo lo que hizo mi papá lo repetí yo", señala Zepeda, primogénito de cuatro hermanos.

Como don Eraclio, ha sido escritor, narrador oral, actor, político. Militó en el Partido Comunista, fue diputado del PSUM y fundador del PRD, del que obtuvo permiso para ser Secretario de Gobierno en Chiapas (1994-1997), aunque un sector de la ultraizquierda, dice, siempre protestó.

"Nunca he roto con el PRD, pero me aburre. La vida interna del partido no me gusta como está ahorita".

Lo mismo que a su padre, que debió exiliarse en Guatemala para evitar ser fusilado por Obregón, confiesa que le ha gustado la aventura.

"Para mí, toda vereda era una provocación al viaje. Primero fueron Chiapas y México, luego el mundo. Ahora, con 78 años, no soy tan ágil, pero nunca desprecio una salida".

Zepeda, Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura, formó parte del grupo poético La Espiga Amotinada y publicó en 1959 Benzulul, su primer libro de cuentos. "Puedes tener toda la vida para imaginar un cuento, para corregirlo, pero se escribe en una sola sentada. Eso me permitía (de joven) hacer mi vida de aventura".

Debe ser el único escritor que ha interpretado dos veces a Pancho Villa en el cine: en Reed, México insurgente, de Paul Leduc, en 1970, donde el director le permitió improvisar el papel porque no es bueno para memorizar, y en Campanas rojas, de Sergei Bondarchuk, en 1981.

"Nunca he sentido la presencia de la cámara", afirma.

Desde 1967 planeaba escribir la historia de su familia, pero fue en 2000 cuando, siendo Embajador de la UNESCO, en París dio forma a su tetralogía novelística: Las grandes lluvias, Tocar el fuego, Sobre esta tierra y Viento del siglo.

"Siempre parto de algo real (en mis narraciones), y después lo transformo".

Los orígenes de sus cuentos son múltiples, lo mismo una imagen que una situación o un personaje. "Nunca retraté el mundo. Juntaba pedacitos de todos lados y formaba algo nuevo".

Aquí, en su biblioteca, sus amigos y las figuras que admira ocupan otro de los muros: Roque Dalton y Juan de la Cabada; el Che, Hemingway y Emiliano Zapata. Están también su esposa, Elva Macías; su hija, la pintora Masha Zepeda, y Chiapas, siempre Chiapas, en mapas y relieves.