Fallece el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez

**El considerado “padre de la arquitectura moderna de México”, festejaba el día de ayer su cumpleaños número 94.


Fallece el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2013, 06:59 am

México, D.F.- “Trabajar con eficacia y con verdad”. Este era el lema del arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez (1919-2013), uno de los grandes urbanistas del siglo XX, quien murió ayer hacia las 16:30 horas, en el Hospital Ángeles del Pedregal, debido a su avanzada edad.

“Nunca he pretendido hacer arquitectura de autor. Esta disciplina tiene que cumplir con una función de servicio para quien ocupará esos espacios”, dijo a Excélsior en septiembre de 2011 el autor de edificios emblemáticos de la arquitectura mexicana como el Museo Nacional de Antropología, el Estadio Azteca y la nueva Basílica de Guadalupe.

Apasionado del futbol, puma de hueso colorado, escultor de pequeños universos en cristal de plomo, quien proyectó lo mismo escuelas y museos que pabellones internacionales y mercados, se despidió de la vida “tranquilo, satisfecho y en paz”, comentó ayer su hijo Javier Ramírez, pues cerró su ciclo vital el mismo día en que nació, un 16 de abril.

El hijo de quien comenzó su carrera en 1944, con la construcción de escuelas rurales a lo largo de todo el país, de las que edificó un total de 35 mil, explicó que fue ingresado al Ángeles del Pedregal la noche del sábado pasado, debido a que lo notaron un poco cansado y en el nosocomio le detectaron una pequeña infección en el pulmón.

“Iba evolucionando bien. Le echó muchas ganas. Incluso, me pidió que le leyera párrafos de un libro sobre urbanismo que acaba de escribir, que ya está listo para la imprenta. Pero de un momento a otro su cuerpo dijo ‘hasta aquí’. La lucha que dio lo agotó. Fue un hombre activo, inmensamente creativo, y así se mantuvo hasta el final”, agregó.

Dijo que los restos del egresado y ex catedrático de la UNAM serán velados la mañana de hoy por un corto tiempo en la Funeraria Gayosso de Félix Cuevas, y en la tarde serán incinerados. Mañana jueves, a las 19 horas, se le rendirá un homenaje en el Museo Nacional de Antropología, una de sus máximas creaciones declarado Monumento Artístico.

“Me encargó que siguiera su despacho y las obras que dejó proyectadas. Yo quiero que su archivo no se disperse y su legado no se pierda. Queremos integrar un Archivo Ramírez Vázquez, para que sea consultado por los numerosos estudiantes que siempre lo buscaban. Tengo las fotos de todas sus obras”, indicó Javier Ramírez.

“Sigo diseñando, construyendo. Estoy vivo y activo”, dijo a Excélsior Pedro Ramírez en la entrevista mencionada, en la que aclaró que nunca tuvo que vencer grandes retos o enfrentar dificultades serias en la construcción de sus obras.

Ni siquiera cuando diseñó la imagen de las Olimpiadas que se realizaron en la capital mexicana en 1968, en medio de la lucha estudiantil; o cuando trasladó del pueblo de Coatlinchán al Museo Nacional de Antropología el monolito del Dios Tláloc, de 125 toneladas.

El autor de las torres de Tlatelolco y Mexicana de Aviación, del Palacio Legislativo de San Lázaro y de los museos de Arte Moderno, del Templo Mayor y Amparo de Puebla no sentía preferencia por ninguna de sus obras y dejaba la nostalgia para “alguien que ya no ejerza su oficio”.

Tenía una visión optimista del país. “México ha tenido problemas siempre y los ha sabido solventar. Hemos salido de muchas crisis. Cada época tiene su propia terminología para expresarlas. Pero hemos sabido resolverlas y seguir adelante”.

Sobre la trasformación arquitectónica de la Ciudad de México decía con humor. “Hay muchas cosas que me gustan, y hay muchas que me disgustan. A lo mejor es porque no las hice yo”.

Javier Ramírez agradeció a don Olegario Vázquez Raña, presidente del consejo de administración del Grupo Empresarial Ángeles, todas las facilidades y “la atención conmovedora” que le prestaron al arquitecto, a quien sobreviven cuatro hijos, Pedro, Olga, Javier y Gabriela, 14 nietos y 12 bisnietos.