Explosión de vida: llegan aves migratorias al Vado de Meoqui

**Decenas de especies vienen del norte a pasar un invierno menos severo acá.


Explosión de vida: llegan aves migratorias al Vado de Meoqui

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2011, 17:37 pm

Meoqui, Chih.- Las aves más espectaculares de todas las que están albergadas en este momento en las aguas del Vado de Meoqui, son quizás los pelícanos. Pueden estar compitiendo en alzada con las garzas blancas, juzgue usted.

El hecho de la proliferación de estos gigantes acá, no nada más llama la atención de los lugareños y de los turistas, sino que hace que la gente se amontone en la orilla para admirar este paisaje inusual.

Lo cierto es que es ya el tercer año que se ven los pelícanos en este lugar, y es ya el quinto en que se ven en la región Centro y Centro Sur del estado. Los primeros avistamientos de pelícanos en el estado de Chihuahua, fue hace seis años en la presa La Boquilla, en un invierno especialmente severo.

El vado de Meoqui, como toda la cuenca del río San Pedro, es un lugar de paso para las aves acuáticas migratorias y alberga numerosas especies, algunas de las cuales ya se habituaron al clima de la región y son de presencia permanente.

Habida cuenta de la presión ejercida sobre este sitio, tanto por las descargas de drenaje sanitario como por la constante contaminación del agua del río con restos de los insecticidas y de los abonos que se drenan de las vecinas tierras agrícolas, el refugio de fauna goza una sorprendente salud.

Otro tipo de presión en contra de las aves es la gente que llega al río con sus camionetas a lavarlas, que trae música estridente y polvo, humos y desperdicios, así como personas que acosan a los animales e incluso que los cazan.

Persiste aquí un precario equilibrio, y las autoridades municipales no se dan por enteradas de la riqueza que tienen aquí, a unos metros de la ciudad.

En el estado de Chihuahua existen poco más de 300 diferentes especies de aves, de las cuales algunas están en peligro de extinción, como el águila real, el halcón peregrino, el tecolotito llanero, la cotorra serrana, entre otros.

De acuerdo con el naturalista Manuel Bujanda Rico, el pájaro carpintero imperial, habitante del bosque de coníferas en Chihuahua, que se consideraba el más grande del mundo, ya se extinguió de estas latitudes.

Hay gruposs de observadores, amantes de las aves y de la naturaleza, y participan en salidas a diferentes puntos de la región. El equipo que utilizan empieza con lo esencial, que son zapatos cómodos para caminar, ropa holgada y resistente, gorra o sombrero para el sol, y catalejos, miralejos o su equivalente

Algunos portan cámara fotográfica o de video para el registro gráfico de los encuentros, y una libreta para anotar los descubrimientos.

A los observadores se les recomienda ampliamente que se consigan manuales de aves, para que aprendan a identificar las especies y las subespecies, y para que se guíen en cuestión de nombres comunes, nombres locales y nombres científicos.

Mucha gente tiene la opinión de que las autoridades municipales de Meoqui debió de haber dispuesto desde hace ya varios años, de instalaciones en las riberas del Río San Pedro, para que la gente pueda mirar las aves sin molestarlas. Sería un excelente pretexto y tema para atraer turismo.

Pero en este caso, como en todo, Dios dispone y los munícipes se hacen patos.