Estambul: Prosiguen cargas policiales contra manifestantes

Al menos cinco personas, incluido un policía, han muerto y alrededor de 5.000 han resultado heridas durante las protesta


Estambul: Prosiguen cargas policiales contra manifestantes

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2013, 10:31 am

La tensión ha regresado al centro y otras partes de Estambul tras una larga noche de enfrentamientos entre la policía y miles de manifestantes, que siguieron al desalojo del parque Gezi, junto a la plaza de Taksim, donde cientos de personas llevaban acampadas desde el 1 de junio. Desde las cuatro de la tarde, los opositores a los planes del Gobierno, que prevé desmantelar Gezi, se han dado cita a los alrededores de Taksim. A primera hora de la tarde, y según algunas informaciones, continuaban las cargas policiales en la comercial Avenida Istiklal y en otras zonas adyacentes a Gezi y Taksim.

Miles de partidarios del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, están llegando en autobuses a un gran parque en la zona de Zeytinburnu, en el sur de Estambul, a unos ocho kilómetros del centro, donde responderán a la revuelta con un concentración masiva a partir de las seis de la tarde. Ciudadanos de Estambul se han quejado en las redes sociales de que el Ayuntamiento estaba facilitando el transporte a quienes querían atender este mitin mientras que impedía el acceso a quienes pretendían marchar a Taksim.

Esta mañana y hasta mediodía ha habido algunos choques y la policía usó de nuevo cañones de agua y gas lacrimógeno en las zonas cercanas al parque Gezi y a la plaza Taksim, corazón de más de dos semanas de protestas contra la violencia policial y el Gobierno. Los agentes también han echado a la gente que se había refugiado en la zona del Hotel Divan, situado junto a una de las entradas del parque, que se mantuvo abierto a los manifestantes durante los enfrentamientos y donde grupos de médicos voluntarios habían establecido una clínica de campaña.

Tanto el parque como la plaza se encuentran a esta hora acordonadas por agentes de la policía, que han cortado el tráfico y tampoco permiten el acceso a los peatones. Durante la noche, máquinas excavadoras y personal del servicio de limpieza retiraron todas las tiendas de campaña y otros materiales del parque Gezi, donde miles de personas se juntaban cada día para protestar de forma pacífica contra Erdogan.

“A partir de este momento, lamentablemente el Estado tendrá que considerar a cualquiera que se quede (en la plaza o el parque) como miembro de una organización terrorista”, dijo anoche a una televisión turca tras el desalojo del parque el ministro para Asuntos de la Unión Europea, Egemen Bagis. “No vamos a permitir ninguna reunión de gente en Taksim, bajo ninguna circunstancia. Estamos tomando todo tipo de medidas de seguridad en este sentido. Pido a la gente: no vayáis a Taksim”, respondió hoy en rueda de prensa el gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu.

Miles de personas acudieron a otro mitin similar celebrado ayer por el AKP en Ankara, y en el que Erdogan había advertido que la policía intervendría si los manifestantes no habían desalojado el parque Gezi hoy domingo. Estas declaraciones tranquilizaron a la gente que ocupaba el parque anoche, que pensó que no habría intervención hasta el día de hoy, según varios testimonios. Cuando repentinamente la policía entró en Gezi alrededor de las 20.30, usando cañones de agua y gas lacrimógeno, el parque se encontraba repleto de personas, incluidos gente mayor y niños, que habían acudido a un concierto y participar en las protestas. Según varias informaciones, la policía informó de sus intenciones a quienes se encontraban en la plaza Taksim, pero la gente en el interior del parque no se percató hasta que los agentes entraron y nubes de gas cubrieron Gezi.

Al desalojo siguieron escenas de caos y pánico en los alrededores del parque. Decenas de personas afectadas por el gas se refugiaron en el Hotel Divan, donde eran atendidos por voluntarios y en el que la policía entró en al menos dos ocasiones y que también acabó lleno de gas, según diversos testimonios.

“El gas lacrimógeno nunca debería ser usado en espacios cerrados, donde representa un grave riesgo para la salud. (Esto) viola los estándares internacionales de derechos humanos y las propias regulaciones turcas del uso de la fuerza”, denunció esta mañana Andrew Gardner, investigador de Amnistía Internacional (AI) en Turquía en un mensaje enviado a la prensa.

Los choques continuaron durante gran parte de la noche en varios puntos de Estambul. Algunos manifestantes lanzaban piedras, botellas de cristal e incluso fuegos artificiales a la policía, que respondía con los cañones de agua, gas lacrimógeno y balas de goma. En dirección norte, los agentes persiguieron a los manifestantes hasta la plaza de Mecidiyekoy, a unos cuatro kilómetros de Taksim y donde en esos momentos las terrazas de los restaurantes y cafés se encontraban llenas de clientes, que huían del gas y el agua lanzados por la policía. En el lado asiático de Estambul, la policía evitó cargando también con gas lacrimógeno que miles de personas cruzaran el Puente del Bósforo para unirse a las protestas en el centro de la ciudad.

Decenas de personas fueron detenidas a lo largo de la noche, incluidos varios médicos voluntarios, y varios cientos resultaron heridas, la mayoría leves y afectados por el gas, con unos pocos casos más graves, según diferentes fuentes médicas. La policía también disparó latas de gas lacrimógeno a las clínicas de campaña donde los afectados recibían tratamiento, según varios testimonios.

“Tras una noche de escandalosa violencia policial, las autoridades están negando el debido proceso judicial a quienes han sido detenidos. La policía debe liberarlos inmediatamente o revelar su paradero y permitir el acceso a familiares y abogados”, señaló también hoy en un comunicado Andrew Gardner de AI.

Las protestas y los enfrentamientos continuaron también anoche y aún a esta hora en Ankara, la capital, donde a mediodía, la policía no permitió que familiares, amigos y manifestantes realizaran una ceremonia en memoria de Ethem Sarisuluk en el lugar donde presuntamente un policía le disparó en la cabeza con su pistola. Sarisuluk fue declarado muerto esta semana tras pasar varios días en estado de muerte cerebral, según confirmó la prensa local.

La Confederación de Sindicatos de Trabajadores Públicos (KESK, en turco) ha anunciado que va a convocar una huelga general para mañana lunes. “Ya habíamos tomado la decisión de declararnos en huelga si había una intervención en el parque. Así que mañana vamos a declarar una huelga para el lunes”, dijo Mustafa Turgut, portavoz de KESK, que representa a unos 240.000 trabajadores, y a quien citó la agencia Reuters.

Al menos cinco personas, incluido un policía, han muerto y alrededor de 5.000 han resultado heridas durante las protestas, que tras el 1 de junio se extendieron también a otras ciudades del país.

(Con información de El País)