Espartacus en Tecomatlán

Por Ramón Ojeda Mestre /Organización Editorial Mexicana

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2013, 11:18 am

No todo está perdido. Nada más en la ciudad de Puebla, se convocaron, se encontraron y concursaron durante tres días, en cuatro escenarios, 4,000 artistas para lograr alguna representación en las diversas artes de danza, canto, oratoria, poesía, baile folklórico, entre otras, Baja California, Estado de México, Veracruz, Colima, Rarámuris de Chihuahua, Zacatecas, Nayarit, Durango, Baja California Sur y el resto de las entidades federativas del país. En total tal vez hayan llegado a 300,000 jóvenes, mujeres y hombres los que en todo el territorio nacional han puesto a prueba sus habilidades y vocaciones para llegar a la gran Espartaqueada Cultural 2013 en Tecomatlán, estado de Puebla y medirse con los mejores de la República.

Somos una nación de excepcionales raíces estéticas. Nada más hay que pensar en lo que sucedía en las pirámides de Teotihuacán, Chichén Itza, o Tajín mismo donde también hoy revisitan su grandeza espectacular con el apoyo del Gobierno de Veracruz y del Presidente Municipal de Tuxpan. En Xochicalco, Morelos, había festividades prehispánicas que duraban semanas con danzantes, poetas, jugadores de pelota, cantantes y gastrónomos de muchas partes del dominio Náhuatl o Tolteca y no se diga en Monte Albán y Mitla en Oaxaca, donde aún hoy por hoy nos apabullan con su estética ubérrima. Este país es grande y maravilloso si no fuera por lo que todos sabemos, conocemos y no nos atrevemos a denunciar.

En Tecomatlán, Puebla, se llevará a cabo en unos días, esta justa amistosa de la cultura y la educación que honra con su nombre al esclavo tracio que dirigió la gran rebelión romana de los esclavos. Cosa curiosa, Espártacus era un hombre culto allá en su región que hoy corresponde al territorio de Bulgaria, así que está bien seleccionado el nombre de ese encuentro de jóvenes positivos y ejemplares de toda la patria bella. Qué bueno que en la Secretaría de Educación Pública haya caído por fin un hombre culto como Chuayfett que es sensible a estos menesteres. Recuérdese quién hizo la publicación única de las obras completas de Sor Juana Inés de la Cruz que han dado la vuelta al mundo. Espartaco, que vivió antes de Cristo, es quizá, toda proporción guardada, el equivalente de nuestro admirado negrazo Yanga que trajo en jaque a los españoles en la incomparable Sierra de Zongolica y que merecidamente hoy un municipio veracruzano lleva su nombre. Si quiere saber más de los negros en México, lea la revista de Arqueología que está en los puestos respectivos.

El hecho concreto es que hay que llegar a Tecomatlán, que significa lugar de los vasos de árbol, el día sábado 2 de febrero, día de la Candelaria, y estarse unos días allí gozando del magnífico espectáculo que el hermano estado de Puebla nos brindará. No me salga usted seductora leyente o usted crudo lector con que no sabe llegar a Tecomatlán, le doy las coordenadas geográficas que son los paralelos 17º 53` 18" y 18º 07´ 24 " de latitud norte y los meridianos 98º 12´ 42" y 98º 21´ 54" de latitud occidental, y sus colindancias son: Al norte limita con Piaxtla, al sur limita con el estado de Guerrero, al oeste limita con Guadalupe Santa Ana y al poniente limita con Tulcingo y Chila de la Sal. Lleve su costal, pues el cacahuate allí es buenísimo y barato y si es usted de mi equipo de tragones internacionales sin fronteras, váyase preparado a comer como reina o como marqués. No he dicho algo importante, esta Espartaqueada Cultural la organizan los grupos antorchistas dirigidos por el sorprendente ingeniero de Chapingo Aquiles Córdova Morán y la entrada es gratis, así que no ande usted murmurando que no le dije a tiempo. ¡Ah! Y váyase sin prisas para que disfrute del impresionante paisaje y con espacio en la cajuela para las compras y antojos del camino.
(rojedamestre@yahoo.com)