Enésima víctima del terror: ejecutaron a presidente seccional de El Porvenir

**Era autoridad del único seccional del Municipio de Praxedis G. Guerrero **Residía en Juárez porque ya estaba amenazado, según versiones

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2010, 11:27 am

Ciudad Juárez— Víctima de un grupo de pistoleros que lo fue a buscar a su casa en Juárez, Rito Grado, presidente seccional de El Porvenir, municipio de Praxedis G. Guerrero, cayó abatido junto con su hijo Rigoberto Grado Villa. Ambos fallecieron durante la acción.

Trascendió que el sábado por la noche, los asesinos forzaron la entrada al domicilio del funcionario municipal, ubicado en la colonia Tierra Nueva. El crimen se atribuye a las bandas del crimen organizado, en virtud de que en estos homicidios se usaron armas largas.

En medios policiales se aseguró que Rito Grado estaba viviendo en Ciudad Juárez porque había sido amenazado por un grupo de las mafias que operan en el Valle de Juárez. En el lugar de los hechos, los peritos localizaron 22 casquillos percutidos de calibre 7.62x39 milímetros, que fueron trasladados al Laboratorio de Balística Forense, donde serán sometidos al análisis correspondiente.

Este hecho sangriento se enmarca en la ola de violencia de que están siendo víctimas no solamente los juarenses, sino los habitantes de los otros municipios del Valle de Juárez, Praxedis G, Guerrero incluido. Hay que recordar que el presidente municipal de Guadalupe Distrito de Bravos, Manuel Lara Rodríguez, fue asesinado apenas el pasado 19 de julio pasado por sicarios que ingresaron a su domicilio en el fraccionamiento Santa Teresa, también de Ciudad Juárez.

Es significativo que las autoridades de los municipios aledaños prefieran residir en Juárez. Es un hecho muy conocido que a lo largo de toda esta región del Valle de Juárez, han sentado sus reales las bandas de narcotraficantes, que controlan el trasiego de droga por las brechas que convergen acá con rumbo de sur a norte.

Ha llegado a tanto la violencia imperante acá, que muchos domicilios han sido saqueados, destruidos e incendiados, pero lo peor es que existen retenes de la mafia en la carretera y en los accesos a los poblados. Se trata en los hechos, de pueblos que se han quedado casi sin residentes, porque la gente trata de huir.