Encontró en Facebook al amor de su vida, luego de 40 años

**A los 19 años, Jorge dio por muerta a su novia Raquel. Casi 40 años después, por Facebook, descubrió que había sido engañado.


Encontró en Facebook al amor de su vida, luego de 40 años

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2012, 09:59 am

A los 19 años, Jorge dio por muerta a su novia Raquel. Casi 40 años después, por Facebook, descubrió que había sido engañado. Gracias a este medio recuperó al amor de su vida.

En septiembre pasado, Raquel, desde California, donde vive, le envío una solicitud de amistad. Jorge se tomó su tiempo en responderla.

“Yo no pensaba que ella viviera”, dice y su voz se escucha quebrada a través del auricular. “La dirección no tenía nada que ver con la novia que tuve en Guadalajara. Además la invitación no tenía foto”. Su curiosidad pudo más. Respondió y su vida dio un giro total.

Ambos cuentan su historia desde Manzanillo Colima, donde se encuentran. Felices. Emocionados.

Hace 37 años, una persona engañó a Jorge diciéndole que su novia había sufrido un grave accidente. Raquel nunca supo más de él. Después de superar la pérdida, ambos siguieron sus vidas. Siempre recordando uno al otro: ella cargó siempre en su cartera tres fotografías de él. Jorge todavía conserva varios pañuelos que ella le bordó, además de regalos que intercambiaron durante sus tres años de noviazgo.

Fue Raquel quien durante dos años se dedicó a buscar a Jorge en Facebook. Desde Julio de 2010 revisaba los perfiles que aparecían con su nombre. Además de los apellidos, se fijaba en el nombre de los hermanos. Y esa fue la clave. “Casi me da el infarto cuando me doy cuenta que sí era él”, dice Raquel emocionada, al otro lado del teléfono.

Tenían 16 años cuando se hicieron novios. Ella vivía en Guadalajara, él en Aguascalientes. Se conocieron “un 23 de mayo en Puerto Vallarta”. Jorge iba con un grupo de estudiantes, ella jugaba con sus hermanos en la playa. Flechazo típico de la adolescencia. Con la simpatía familiar se hicieron novios. Cada semana él viajaba a visitarla y le hablaba por teléfono antes. Hasta que un día, “me contestó una voz de mujer, y me dio una mala noticia. Me dijo que Raquel acababa de fallecer en un accidente. Quise saber más, le dije voy para allá. Pero la mujer me dijo que ni se me ocurriera; que la mamá estaba deshecha, que ni me presentara”.

Jorge confió su pena a su madre a quien pidió consejo. A sus 19 años, y sin estar casado se sintió viudo. “Me impactó tanto, por eso acudí a mi madre. En ese entonces las cosas eran muy diferentes a como son ahora. Éramos más inocentes. Y mi madre tampoco sabía qué hacer. Sólo me dijo que esperara. Después de eso me puse muy mal, tuve una fuerte depresión, una gran descompensación.” Poco tiempo después su familia cambió de domicilio, y su nuevo teléfono siguió a nombre de los anteriores inquilinos. Meses después, además cambió de trabajo.

Raquel se sintió abandonada. “Traté de buscarlo pero no encontré el teléfono de su casa. Hablé al trabajo, pero nunca me lo comunicaron”. También envió cartas que él nunca recibió. Perdieron todo contacto. “El error que cometí fue no buscarla. Me faltó valor”, afirma la voz madura de Jorge.

La cuñada que causó la separación todavía vive. No la han visto aún. “Claro que le tenemos corajillo, pero ahora todo el mundo está feliz, no hay tiempo para el rencor”, dice Raquel, sin un asomo de enojo.

En diciembre del año pasado planearon el encuentro. Sería este 8 de febrero, cumpleaños de Jorge. Y así fue. Raquel llegó a Aguascalientes “muy nerviosa, muy emocionada de sólo saber que lo vería. Al bajar del avión, y antes de atravesar la línea de la aduana me saludó. Lloramos. Nos abrazamos, nos besamos”.

Hasta ahora llevan “trece maravillosos días juntos”, dicen casi al unísono. Estuvieron en Aguascalientes, Guadalajara y ahora en Manzanillo. Han convivido con sus familias paternas que están muy contentos de verlos juntos. “Mi madre siempre lo recordó, me guardó cartas, regalos que me había hecho. Lo quiso mucho”, dice Raquel quien desde hace 34 años vive en Estados Unidos. Ahora es ama de casa pero antes trabajó en una fábrica de neón, donde fue jefa de departamento de fabricación.

Tenía 32 años de casada con el padre de Jackie, su hija quien está feliz, porque su madre le contó su historia de amor, “le enseñaba las fotos que cargo en la cartera”.

La esposa e hijos de Jorge están conmocionados. “Yo estaba viviendo una etapa de inestabilidad que llegó al punto del rompimiento. Me separé el 2 de diciembre. Sucedieron las dos cosas a la vez: encontré a Raquel en un momento de crisis. Decidí salirme”. Y dejó todo: 32 años de casado. Una nevería que echó andar con su finiquito del despido de la fábrica de autos; varios coches, una casa.

Ambos están en proceso de separación de sus actuales parejas, que están furiosas. En el caso de Jorge, los hijos divididos. “El 16 septiembre, nunca se me olvidará, recibí la aceptación de amistad. Y en noviembre pedí el divorcio”. No tuve duda. Raquel y Jorge no lamentan que su juventud se haya ido con estos años de separación. “Yo siento como si nunca nos hubiéramos separado. Vemos las diferencias físicas. Pero es como si hubiéramos ido a dar la vuelta y estuviéramos de regreso. Los sentimientos son los mismos, la confianza, la manera de hablar, tiene la misma voz, los mismos modos, es la misma. Me siento enamorado”.

A Futuro

Por el momento viven el día: “Hasta lo que llevamos, estamos de acuerdo en que queremos terminar nuestros días juntos”. Su plan es cerrar la etapa con sus actuales parejas, “las cosas bien hechas. Nos separamos”. Agradecen a Facebook. “Por la tecnología que no existía, es por eso que estamos juntos”, afirma Jorge, ingeniero de profesión. Pero sobre todo están “muy agradecidos con nuestro padre Dios”, Después de salir del aeropuerto y registrar a Raquel en el hotel, corrieron a visitar la parroquia de Guadalupe.

“Estuvimos orando y agradeciendo. Juramos amarnos y respetarnos. Nos prometimos sinceridad, entregarnos todo el amor que había estado guardado y que por algún motivo no se llevó a cabo. Nos intercambiamos nuestras cadenas con cristos” relata conmovida Raquel.

No tienen miedo de que su relación fracase. Escuchan su canción “Rojo cereza”, de los Bee Gees y dicen: “Tenemos la sensación de volver a empezar”. Jorge es más específico, “siento que es la realización plena porque tengo más experiencia, he pasado muchas situaciones y sé perfectamente que acabo de reencontrar el amor de mi vida. Y no pienso por nada soltarlo. Me han vuelto las ganas de vivir. Siento muchísisima alegría de tenerla junto a mí. En otras circunstancias quizá hubiéramos dejado pasar esta oportunidad. Pero sé que el amor de mi vida es ella, ha sido ella, y seguirá siendo ella. Lo estoy viviendo y no lo creo”.